Antes que nada perdón por este rollaco que voy a soltar. Hace unos meses que dejo mi pareja, pensaba que estaba mejor y me he dado cuenta de que no es así. Les he dado mucho la matraca a mis amigos y no quiero agobiarles con mis problemas, así que me desahogo por aquí. Aquí va un resumen de 7 años de relación.

Hace 7 años empece a salir con un chico divertidisimo, alegre que siempre estaba gastando bromas, abierto que enseguida hacia amistad con todo el mundo, guapo y con unos ojos verdes preciosos. Tarde un mes en decidirme a dar el paso por miedos (soy una persona tímida e insegura que se toma su tiempo antes de tomar una decisión importante) y al final empezamos a salir. Al principio era todo de color de rosa, me trataba como una reina, y me decía «eres como una niña pequeña a la que hay que proteger» esa frase tan inocente me parecía una muestra de amor, (ahora que ya no estamos juntos me doy cuenta que cada vez que me decía eso me iba anulando). Al año siguiente el me dejo y me entere por que cambio su estado de facebook de «en una relación a soltero», siempre pensé que su profesora de auto escuela le comió la cabeza (él le hablaba mucho de mí y ella, por lo que él me contaba le hablaba de su pareja y de los problemas que tenían), no sé en que punto la profesora le influyó o no, no estaba dentro del coche pero noté un cambio en él. Al mes de dejarme vine a pedirme perdón, estaba muy arrepentido y yo le perdoné e incluso le dije que cambiaría por él y así lo hice. Pasaron los años y la relación mejoro bastante, teníamos nuestras cosas, como todo el mundo, pero la relación iba bien. Tengo que decir, que cuando él tenía un problema ya fuera en su casa, en el trabajo dejaba de hablarme durante días y a mi eso me hacía sentir muy mal, no entendía el motivo por que dejaba de hablar y si el problema lo tenía conmigo me ignoraba por completo, murió su abuela en la navidad del 2010 y no me lo dijo ni quería verme. Todos los veranos íbamos a veranear a casa de una amiga, vamos a llamarla D en un pueblecito de la costa alicantina, el grupo estaba formado por esta amiga, D, y su hermana, mi pareja y su hermana y yo, he decir que nunca me sentí integrada en el grupo y que la relación de mi amiga D cambio cuando empece a salir con él o esa fue mi impresión (lo conocí gracias a ella). D, en numerosas ocasiones me dejo tirada (asuntos del club deportivo, trabajos de clase etc…) al principio le contaba estas cosas a mi pareja pero siempre me decía que eran imaginaciones mías, y decidí dejar de contarle cosas al respecto de D. En el verano de 2013 decidí no ir con ellos de vacaciones por los motivos que he comentado antes, no me sentía incluida y él se fue, a mi me sentó muy mal que se fuera y al volver me enfade con él y en un ataque de celos le dije que me hubiera gustado que se quedará, no sé si hice bien o no al decirme como me sentí. Ese año los dos volvimos a estudiar y él, por motivos económicos decidió dejar de ir al salón del manga de Barcelona y en diciembre del mismo año me pidió matrimonio. La relación siguió funcionando pero por el camino ambos los dos, dejamos de hacer cosas que nos gustaban, yo dejé el club deportivo por que él vendió su material y para mi no tenía sentido seguir con mi deporte si él ya no estaba, él dejo ir al salón y el cosplay, dejamos de salir con los amigos, por motivos externos a mí tuve que dejar un idioma que estaba aprendiendo, él no se fue fuera hacer las prácticas del ciclo que estaba estudiando por motivos económicos y un sinfin de cosas que dejamos por el camino. La relación siguió avanzando sólo con nosotros dos. Él empezó a jugar a rol y cambió, no existía otra cosa en su vida que el rol y empezamos a vernos menos y yo me sentía muy sola en multitud de ocasiones y debido a ello acabe cogiendole manía al rol. Siempre me decía que teníamos que salir con amigos, pero esos amigos eran suyos, no míos, de los míos poco a poco me fui alejando y cuando teníamos algún problema no tenía con quién hablarlo. En verano del 2015 empece a trabajar y la relación era perfecta, yo me sentía realizada, ¡por fin tenía un trabajo decente! y ese año 2015-2016 compagine trabajo con estudios y mi vida era de casa al trabajo, del trabajo a clase, de clase al trabajo y del trabajo a casa y los fines de semana para estudiar. Reconozco que durante ese año descuide la relación y no le presté la atención debida. Todos los días iba a comer a su casa y me llevaba yo la comida de mi casa. En el 2016 él, para celebrar nuestros cumpleaños reservo noche en un hotel y esa primera noche, no sé que me paso, me bloquee y no hubo tema y acabe llorando. Meses más tarde él en un arrebato de sinceridad me dijo que desde que paso aquello que todo cambio para él y dejo de quererme como al principio, yo fui tonta y la relación debería de haber acabado ahí mismo, pero le confeso que yo tampoco le quería como al principio, y me puse a soltarle el rollo el enamoramiento inicial dura unos meses luego cambia y da lugar a un amor más sereno, que era normal que no me quisiese como al principio, de echo su madre también le explico algo parecido. Él tuvo un problema en un testículo, tenía un conducto obstruido y el médico le receto relaciones sexuales y a mi me dijo «vas a ser mi mediciona» generando una gran presión en mi, y esas pascuas paso algo, me vi forzado a tener una relación sexual que en ese momento no me apetecía y me sentí humillada, vejada, y sin entender como alguien que me quería tanto me estaba haciendo eso, sólo deseaba que acabará, me encontraba mal y se me revolvieron las tripas y en cuanto acabo me fui a vomitar. Ese hecho coincidió que me quede sin trabajo y a la vez sin sitio donde hacer las prácticas de mis estudios, tenía la autoestima por los suelos y a partir de ese momento yo fui de capa a caída. Él estuve pidiéndome perdón durante un año por activa y por pasiva y yo le perdone por que vi un perdón y arrepentimiento sincero en sus ojos. Creo que eso que paso nos hundió a los dos. Decidimos implicarnos en las aficiones del otro y yo no llegué a cumplir la promesa, no me gustaba ni me sentía cómoda con la gente que jugaba al rol y las pocas veces que en este último año iba con ellos me sentía fuera de lugar. Ocurrió que él decidió ir a un evento y me enteré de pura casualidad, yo le recriminé que me lo hubiera dicho que también me gustaría ir, pero ese evento coincidía con trabajo mío y él decidió no ir, me sentí muy mal cuando me dijo «no voy a ir y no te lo voy a perdonar en la vida» y le dije que fuera que no pasaba nada, que ya iría al próximo, mi intención no era que se quedará, simplemente quería hacerle saber que podría haber contado conmigo. En octubre de 2017 de la noche a la mañana me dijo que estábamos mal y yo sinceramente, no sabía por que estábamos mal, hicimos un viaje para «arreglarlo» y fue un viaje fantástico pero me bajo la regla y le sentó mal. La relación siguió bien, aunque mi familia me dijo que estaba raro. Empezamos a mirar para irnos a vivir juntos y yo puse como condición estar en mi barrio, como los alquileres están carísimos decidimos arreglar un piso viejo de mis padres, él un día, hablando me dijo «cuando nos vayamos a vivir juntos, lo siento mucho, pero cambiaré la cerradura para que tú padre no entre». Paso querer una habitación para invitados que vinieran a las fallas o en verano sus padres vinieran a la playa a no querer a gente en la casa, yo quería llevarme mis libros y mis cosas y me decía «tíralo que son trastos» también quería llevarme a mi perrita y me soltaba prendas del estilo «tú perra no va entrar en casa» cosas que a mi me chocaban y no entendía, paso de querer tener un hijo por que le hacía ilusión y en verdad lo deseaba a decirme «esterilizate como tú perrita». En verano fuimos un fin de semana a Castellón y lo primero que me dijo «que no te pase como en Málaga que te bajo la regla» le tuve que arrancar un «te quiero» y cada vez estaba más raro. Me comprometí hacer unas fotos a un evento al que iba y al final no fui debido a una migraña (me llevé una decepción en una entrevista de trabajo y me pase la noche llorando y acabo por darme migraña, enfermedad que sufro desde niña) y le sentó muy, muy pero que muy mal hasta al punto de decirme un mes después que lo de la migraña lo había hecho adrede. En julio fue cuando me di cuenta de que estaba muy raro, pero lo atribuía a que no estaba a gusto en el trabajo. En el mes de agosto, nuestra amiga D, nos invito a nosotros y más gente a una casa que alquilaba su padre en el pueblecito de la costa durante una semana, 78 euros la noche y comida aparte. Le dije que una semana entera no iba a ir, en septiembre tenía gastos y no me podía permitir gastarme ese dinero, se enfado muchísimo, empezó a decirme que no me quería, que no sentía nada por mi y al mismo tiempo estaba dispuesto a pagarme la semana de vacaciones y un viaje a Japón (mi sueño), sinsentidos que no entendía y que me hicieron sentir un trapo y un agujero. En el momento en que le dije «quiero dejarlo» se vino abajo y empezó «eres guapa, inteligente, lista, con 2 dedos de frente, la persona con la que pasar el resto de mi vida…» Lo arreglamos y yo estaba triste y así se lo dije y al final fuí 3 días a ese pueblecito y cuando estábamos sólos no hacía otra cosa que llorar. Tenía la autoestima completamente por los suelos, por lo que paso y además por muchas entrevistas de trabajo fallidas y me sentía inútil y así se lo hice saber, él me dijo que eso no era verdad, que para él era muy útil, le había ayudado mucho y había aprendido conmigo. Pasaron los tres días y me subió a Valencia, y me alegre mucho de estar en casa y a él le sentó muy mal. Fuimos a un mercado medieval, yo me puse mala, él se asusto y enfado al mismo tiempo, me pidió tiempo, pasó ese tiempo y hablamos y otra vez los sinsentidos volvieron a salir: «cuando te cortas el pelo me haces un feo, me dejé el pelo largo por que me lo pediste, cuando vamos en bicicleta y te cansas me frustró y me enfado, cuando te conocí vi que eras una chica deportista y que podríamos hacer deporte junto y te cansas enseguida» (el deporte que yo practicaba era tiro con arco y nada tiene que ver con ir en bici o hacer una ruta) yo flipé tanto que le pegué «me dan ganas de pegarte una ostia, va venga quitate las gafas que te pego», y se quito las gafas «pegame» ,»no» , «que me pegues», le acaricié la mejilla «más fuerte, pegame» y al final le pegué y él se vino a bajo y dijo que quería irse a vivir conmigo pero no podía por que en su casa no tenían dinero, que odiaba a su padre, no conocía a su hermana, estaba sólo, nadie le ayudaba y él estaba harto de ayudar a los demás «me quiero morir» ese sábado estaba completamente desamparado, y le dije que fuera a un especialista. Al día siguiente era hombre nuevo, estaba bien, como siempre y yo me enfade, se puso a llorar y me dijo que le pegará de nuevo y de nuevo paso lo del día anterior, le pegué . Me confesó que se sentía muy sólo y sin nadie y me animaba a dejarle, «me lo merezco, te he llevado al límite» no lo deje por sus palabras «me quiero morir» tenía miedo de que hiciera una locura. Hablé con su hermana y se asustó como es lógico y contó cosas de su infancia, algunas ya las sabía, como que su padre engaño a su madre y está tuvo depresión, sus padres no se separaron por motivos económicos, su padre no jugaba con ellos, mi pareja tuvo una adolescencia difícil, no quería estudiar y discutía con su padre y un largo ect… Su hermana me dijo que a él siempre le había visto muy sólo y por eso, cuando salía se llevaba a su hermano. Ahora me doy cuenta de que los amigos de mi ex pareja tenían todos un factor en común, su hermana, los conoció por su hermana y recuerdo que antes de salir, mucho antes me contó que no tenía amigos, por su forma de ser la gente lo dejaba de lado.
Fue al psicólogo y esté le diagnostico dependencia emocional hacia mi y me dejo por ese motivo, sus palabras fueron «Hay alguien, un ser metafísico, una sombra que se interpone en la relación. Esa sombra aparece cuando estoy contigo y desaparece cuando tu no estás» el día en que me dejo estaba fuera de sí, echándome la culpa de decisiones importantes que él tomo por propia voluntad sin consultarme a mi, me dijo que no se sentía querido pero sabía que yo le quería mucho, que se acostaba conmigo por acostarse y que sentía que yo le quería, lo más bonito que me dijo fue «eres una droga, estoy enganchado a ti y me tengo que desenganchar» esas palabras me dolieron mucho y me hizo sentir un monstruo, una mala persona que lo había destruido, me dejo muy tocada, hasta tal punto de mirarme en el espejo y no reconocerme, ver un despojo humano, un trapo al que han utilizado. He ido a terapia y estoy mucho mejor, también he investigado sobre la dependencia emocional y al fin he encontrado respuesta a mis preguntas, de donde surge: En la infancia. En todo lo que he leído se habla mucho de lo mal que lo pasan los dependientes, no lo pongo en duda, pero no se habla de lo mal que lo pasamos los que no somos dependientes. Me gustaría que se hablará de la otra parte, no somos monstruos ni personas tóxicas. Sé pasa muy, muy, muy mal y no comprendo como alguien que me ha querido tanto y que me ha tratado como a una reina me ha podido hacer tanto daño. No soy perfecta, tengo defectos y soy consciente de mis errores, de todos y cada uno de ellos, una relación es cosa de dos y cuando va mal, es por culpa de los dos. Ahora estoy en la fase de retrotraerme a mi infancia y ver que hechos importantes me marcaron (sufrí acoso escolar) y como eso ha podido influir de alguna manera en los errores que cometí, también estoy analizando si esos errores fueron conductas que imité de mi familia. Nuestras familias eran muy distintas, mucho, a él mis padres lo trataron como a un hijo, haciéndole participe de las celebraciones importantes y regalando le cosas para reyes, a mi me trataron bien pero nunca me sentía «como una hija» iba a poco a su casa por que en más de una ocasión me tenía que comprar la comida, o si me quedaba a dormir llevarme toallas para la ducha y sábanas no las llevaba por que me daba vergüenza ajena.

En fin, es un resumen de mis 7 años de pareja. Me he dejado muchas cosas en el tintero, los dos nos hemos querido mucho y me da pena pensar que todo fue una mentira, según él todo empezó aquél verano que le recrimine que fue aquél pueblo, no tiene sentido que meses después me pidiera matrimonio. Simplemente quería desahogarme.