Me identifico con el segundo comentario. Mi caso es como el tuyo, pero yo en el papel de hija. Sé que mi madre me quiere, pero es obvio que no le caigo bien porque le recuerdo mucho a mi padre (sobre todo mis defectos). Para mí era muy difícil entender por qué no me trataba igual que a mi hermana, ni me valoraba. Yo era una niña muy educada, sacaba todo matrícula y siempre intentaba hacer las cosas para ganarme su cariño. Pero ella siempre estaba más pendiente de mi hermana y a mí me hacía creer que el problems siempre era yo. Muchas veces sin darse cuenta, pero era tan evidente que sus hermanas o mis abuelos se lo decían cuando veían su comportamiento.
La relación con mi madre fue empeorando con los años, también la mía con mi hermana porque empecé a tenerme muchos celos y yo sufría mucho por eso, hasta que un día dije BASTA.
Acepté que mi madre simplemente no me quería igual y que yo no era el problema. A día de hoy no vivimos juntas, pero sigo manteniendo parte de esas inseguridades.
Supongo que es algo que no puedes controlar, pero es importante que ella no vea esas diferencias con su hermana, aún es joven y estás a tiempo de rectificar tu comportamiento para que ella no se vea afectada

Tu pobre hija va a ser una desgraciada porque va a intentar complacer a una persona que no le cae bien y desgraciadamente esa persona es la que más te tendría que querer en el mundo: una madre. Espero que recuerdes que esa niña está en el mundo única y exclusivamente porque tú la has traído al mundo y deberías actuar en consecuencia.

Hola, en primer lugar siento que lo estés pasando mal, creo que la sensación que tienes es más común de lo que creemos, pero que es muy duro y produce mucho rechazo social. Es verdad que cuando desde fuera se lee lo de tu suegra suena un pooc raro, pero creo que deberías tomártelo como una fase, creo que los hijos a veces (yo por ejemplo tengo un carácter bastante fuerte) pasamos por fases en las que somos muy irritantes, a veces repipis, a veces desafiantes, a veces arrogantes y es normal que nuestros padres se desquicien, pero con los años la cosa mejora y es verdad que puede pasar que la personalidad de tu hijo no sea exactamente lo que te gustaría, pero si sus actos y sus acciones son correctas ellos necesitan sentir tu orgullo de madre, porque están en una época delicada y son muy vulnerables.

Yo me llevaba fatal con mi madre en la adolescencia y se que ella a veces se desquiciaba conmigo, me costó cambiar el chip con ella hasta los 20 años, perro tengo 35 y mi relación con ella ahora es maravillosa.

Así que sigue dándole oportunidades a tu hija, sigue buscando las cosas buenas que tiene, olvídate de tu suegra y si hace falta pide ayuda profesional para gestionar el malestar que sientes y para aprender recursos que te permitan reorientar los comportamientos de tu hija que te parezca que son dañinos para ella.

Animo, espero que la cosa mejore

Bueno, yo no tengo hijos pero soy maestra y también hija y te puedo llegar a entender. .Tu hija está en la adolescencia, está formando su personalidad y es una etapa difícil.
Por otra parte, es necesario que los padres y madres asumais que aunque sean vuestros hijos no son de vuestra propiedad y no podéis formarlos a vuestra imagen y semejanza
Es necesario respetar y aceptar la personalidad de cada uno y sobretodo, inculcale respeto hacia los demás.
A mí madre le hubiese gustado que yo fuera una mujer de mi casa, gran ama y señora del hogar. Y que me dedicará a cuidar de ancianos, sobrinos y enfermos así como hicieron mis tías mayores en el año catapum.
Pero hoy en día, a su manera, se encuentra orgullosa de la manera de vivir que he elegido.

Personalmente me pasó algo parecido pero al revés.
Sé que mis padres me quieren pero siempre sentí un trato diferente en cuánto al trato que le daban a mi hermana mayor… Pasamos por momentos demasiado difíciles por lo que de pequeña no pudieron estar ahí y conforme fui creciendo no tampoco tuvieron ya la paciencia necesaria para aguantar a una adolescente en plena edad del pavo. Era buena estudiante, educara y responsable. Simplemente era una adolescente cómo cualquier otra
A veces tan solo quería pasar tiempo con ellos, hasta dejaba de ir con mis amigos, pero yo muchas veces solo sentía que sobraba. Lo pasé muy mal pues muchas veces necesité de ellos
La edad del pavo paso. Crecí y me hice mujer. Una mujer de la cual les gusta presumir pues es trabajadora, madura, responsable y luchadora. Pero una mujer que no sabe demostrarles cariño (aunque les quiera) y a la que ellos tampoco saben como acercarse. Una mujer distante, demasiado independiente. Y creeme, ambas partes sufrimos por no poder decirle a la otra lo mucho que la queremos.
Tristemente sé que cuando ellos me falten me arrepentire siempre de no haberselo podido decir más veces. Pero es que nos dimos cuenta tarde y aunque hasta he buscado ayuda profesional son bloqueos difíciles de cambiar
Puede que no seas como tu hija. Gran parte de las personas es el entorno en el que crecen pero además cada uno desarrollamos nuestro propio carácter. Puede ser diferente a lo que esperaras. Pero es tu hija y si la quieres aceptala como es y demuestraselo cada día. No dejes que se haga demasiado tarde.
Además decirte que a los hijos a vecea no nos gustan ciertas actitudes o características de nuestros padres. Siemore más bien. Pero no por eso dejamos de quereros.
Piensalo bien porque este tema mal manejado puede hacer mucho daño