Me acabo de sentar en el pc a escribir esto porque ahora mismo estoy desesperada y con ansiedad y no sé como parar. Siempre he tenido problemas con la comida, desde pequeña mi madre me ha tenido a dieta porque siempre he pesado más de la media.
Hace unos años me fui a otra ciudad a vivir con mi novio ya que él encontró trabajo allí y me pasaba demasiadas horas sola en la casa, ya que yo no encontré trabajo. Todo ese tiempo que estaba sola solía salir al supermercado más cercano y me compraba porquerías para comer (dulces, patatas fritas etc, sin que mi novio lo supiera porque me daba vergüenza hacerlo) eso, junto a que cuando mi novio descansaba solíamos salir a comer fuera y demás hizo que engordara en el tramo de 2 años que vivimos allí unos 30 kg. Cuando volvimos a nuestra ciudad y cada uno a su casa la cosa no mejoró. Yo vivo en casa de mi madre sola, ya que ella trabaja casi todo el año en Mallorca. Desde que regresé a mi ciudad hace 3 años he tenido muchos periodos de ansiedad sobre todo provocados por el hecho de no tener trabajo. Hace cosa de un año me sentía muy muy mal anímicamente, hasta el punto de no ser capaz de limpiar la casa.
Fuí al médico de cabecera al que le conté como me sentía y le conté los atracones de comida que me daba constantemente. Sobre los atracones, solo me preguntó si después de ellos iba a vomitar. Cuando le dije que no, obvió el tema y me recetó unos antidepresivos. Yo por mi parte, y sobre todo porque mi madre insistió ya que siempre le ha molestado bastante el tema de mi peso empecé a ir a un nutricionista. Yo quería ir, pero porque quería aprender a comer más sano. A mí, mi peso no es lo que me molesta, ni mi cuerpo, es solo que sé que no me alimento bien y quería aprender a hacerlo correctamente. El nutricionista era un chico joven y que no me presionaba para nada con el peso o con mi cuerpo (al contrario de lo que me pasó de pequeña con los dietistas a los que me solía llevar mi madre). Estuve con este nutricionista desde septiembre a febrero, y perdí en ese tramo unos 12 kg, aprendiendo a comer sano e incluso pudiendo salir mas de una vez a comer fuera con mi novio. Mi problema llegó en marzo cuando encontré trabajo. En ese momento estaba super contenta, era lo que estaba deseando. Ese mes tuve que dejar de ir al nutricionista ya que tuve que irme todo el mes de marzo a otra ciudad para la formación de ese empleo.
Al principio el problema fue el descontrol horario. Trabajo en un restaurante de comida rápida por lo que suelo trabajar durante las horas de comida habitual. He sido incapaz de aplicar lo aprendido con el nutricionista para compensar esos horarios. Al volver a mi ciudad y empezar el trabajo aquí me pasaba lo mismo, sentía que había engordado solo en un mes, y además con la apertura del nuevo sitio estaba pasando muchas horas en el trabajo. La cosa es que lo fui dejando por falta de tiempo y a día de hoy no he podido volver al nutricionista. Durante los meses de invierno mi madre está aquí, por lo que me ayuda más con la cocina, y con la limpieza de la casa pero desde que estoy sola es un desastre. Desde hace cosa de un mes o así he empeorado muchísimo. No paro de comer comida rápida constantemente, porque trabajo dentro de una cocina y soy incapaz de meterme en la mía cuando llego a casa. Además en el trabajo las cosas se están poniendo mal con los jefes, nos están tratando cada vez peor a los empleados, tengo turnos partidos de incluso 10 horas en un mismo día, y encima si decimos que estamos cansado nos lo echan en cara. Todo este cúmulo de cosas hace que tenga ganas de llorar constantemente y que lo intente calmar con la comida. A veces me levanto en mitad de la noche y voy a la cocina buscando cualquier cosa que llevarme a la boca, y eso que siempre que hago la compra intento no comprar nada de dulces o snacks…
Mi estado ha llegado al punto de que soy incapaz de limpiar la casa de nuevo como el año pasado. Tengo basura acumulada, platos sucios en el fregadero, repartidos también por diferentes cuartos e incluso bolsas de los diferentes pedidos de comida rápida que he hecho por todas partes. No sé que hacer, después de comer siempre me siento mal y digo, ya está, no lo voy a volver a hacer, pero luego llega el día siguiente y no puedo parar. Hasta el punto de que mientras escribía esto ha llegado un pedido de glovo porque era incapaz de meterme en la cocina a preparar algo o aunque sea a limpiarla para poder cocinar algo decente. No me puedo permitir económicamente un psicólogo, ni quiero volver al médico de cabecera a que me vuelva a mandar antidepresivos. No sé como frenar esto, ya que no lo sabe absolutamente nadie, me da vergüenza contarlo a la gente cercana...No sé que hacer, y ahora mismo solo se me ocurría escribir algo aquí.
Sí alguien tiene sugerencias o incluso estaría dispuesta a hablar conmigo sobre esto por otro medio…solo quiero ahora mismo tener alguien con quien hablar sobre el tema y no sentirme sola…