Hola loversizers!
Siempre os leo y casi nunca respondo porque siempre os dan muy buenos consejos y no tengo nada nuevo que aportar en los comentarios, por eso me gustaría que leyerais mi tocho y me ayudarais…
Durante los años de carrera hice varias amistades, algunas más importantes y otras menos. Pero estando en 3º tuve problemas muy serios con mi casera y me tuve que ir corriendo de aquel piso. Básicamente me acosaba, entraba en casa y me miraba los cajones, me quitaba cosas, se llevaba comida… Una de esas amistades era de mi clase, yo tenía 21 años recién cumplidos y ella ya tenía 70. Es de estas personas mayores que vuelven a la universidad y es fácil llevarte con ellas porque te trata un poco como una madre pero es mucho más comprensible, así que cuando le conté mi problema me metió en su casa.
Me prometió que podía quedarme todo el tiempo que quisiera, así que yo deshice mi maleta más básica y dejé todo lo demás precintado porque no quería causar molestias y tenía en mente irme pronto. Sin embargo, cuando llegaron las navidades de aquel año me vi en la calle porque de repente no le venía bien que andara por su casa, quería que hubiera hueco para sus hijos, sus hermanos, etc. Y yo, aunque podría haberme enfadado pues recogí mis cosas y me fui porque tampoco quería causar más molestia.
Encontré un piso y empecé a acomodar mi habitáculo a mi gusto. Ella, supongo que porque le pesaba haberme dejado tirada me compró unas toallas carísimas, sábanas, un nórdico, a veces me llevaba bolsas de comida que pensaba que podía gustarme… vamos, lo que ya he dicho, que era como una especie de madre.
Siempre me apoyó con cosas de clase, me ayudaba, a veces me invitaba a su casa porque me llevaba muy bien con su marido ya que compartíamos la afición de pintar. Entonces llenábamos el salón de papel y pintábamos grandes lienzos. Era como tener unos abuelos ideales. Porque también me invitaban a comer y a merendar en lugares a los que yo, con mi economía universitaria, jamás hubiera soñado llegar.
Al final, como todo, pues se acabó. Terminé la carrera y nos distanciamos, supongo que porque ya no nos veíamos a diario. Hice nuevos amigos en el máster. La vida sigue. Igual a quien más echaba de menos era a su marido porque me gustaba pasar tiempo con él.
El verano en el que terminé el máster mi abuelo murió y yo me deprimí muchísimo. Se lo conté esperando encontrar algo de refugio emocional pero jamás me respondió a los whatsapp. Así que supuse que si estaba siempre para todo lo bueno pero nunca para lo malo prefería no tener más contacto con ella.
Al curso siguiente comencé otro máster y de repente ella decidió volver. Era muy insistente. Llamaba a horas en las que estaba en clase o de fiesta. Me mandaba whatsapps controladores que ni mi madre… Y llegué a agobiarme tanto que tuve que cambiar el número de teléfono porque no supe cómo gestionarlo mejor.
Esas navidades comenzó a preguntar a mi madre por mi, con sus whatsapps insistentes. Y mi madre que tiene menos luces que una narcolancha pues le dio mi número y todo comenzó de nuevo. Al final simplemente le dije que ya valía y todo se acabó.
Habiendo escrito todo este tocho mi duda viene ahora.
Ayer su marido falleció de COVID. Y no sé si debería decirle algo a ella. Porque lo correcto supongo que sería decirle algo. Pero por otra parte no me apetece nada consolar a alguien que no estuvo para mi y que luego me compraba cosas y esperaba que así todo volviera a estar bien. Pero de verdad que su marido para mi fue muy importante. Me siento muy confusa.
En fin, siento el tocho que os he soltado. Gracias por leerme!