Buenas noches gente adorable. Escribo por aquí porque no me he atrevido, ni lo hago, a hablar sobre esto con nadie de mi alrededor. Como dice el título tengo una obsesión enfermiza con el COVID. Os voy a poner un poco en antecedentes y os daré algo más de información para que podáis entender mi situación o imaginarla.
Yo soy profesora, tengo 25 años. El 13 de marzo cerraron los centros donde trabajaba, esperando volver en dos semanas. Como ya sabéis, eso no ocurrió. Me encerré en casa tras dos años medicándome contra la depresión y la ansiedad, con una madre sanitaria en edad de riesgo, la cuál estuvo 2 meses haciendo «su vida» por otro lado, por miedo a poder traer el virus. Me sentí muy sola y tuve algo de miedo, pero sinceramente no estaba tan asustada como ahora. Mi ansiedad aumentó y la depresión volvió poco a poco a mí, en mi centro de salud (el cuál sigue sin abrir a día de hoy) me dijeron que iban a dejar de atender telefónicamente las consultas de psiquiatría, por lo que me quedé colgada en medio de una pandemia mundial estancada meses y meses en una medicación que no me hacía ningún tipo de efecto. El caso es que todo «pasó» y las primeras semanas post-confinamiento estuve bien. Me relacionaba con «normalidad» y todo en orden, pero con el paso de los meses el pánico a la segunda ola, todo lo que hemos estado viendo y viviendo, las dudas, el estrés, no saber si iba a perder mi trabajo, no saber si de mantenerlo iba a poderlo desempeñar correctamente… Todo hizo mella en mí.
El caso es que ahora mismo estoy a 4 orfidales al día y me siento completamente incapaz de seguir con mi vida. Vivo obsesionada con el virus, con contagiarme, con poder contagiar a mi familia. No veo a nadie, no me relaciono. Voy al colegio y vuelvo a mi casa. En el colegio no paramos de tener positivos. Yo limpio, desinfecto, llevo mascarillas FFP2 Y KN95 y pantalla facial, uso guantes y gel y me lavo las manos seis millones de veces al día, guardo las distancias y paso un frío de narices, siempre con las ventanas abiertas. Pero aún así estoy obsesionada. Me encuentro «síntomas» todo el rato, que soy consciente de que no son reales. Soy incapaz de salir de mi casa sin medicación y tengo crisis de pánico constantes. En casa no me hacen mucho caso, mi familia tiene sus preocupaciones y no quiero contar mis tonterías. No me atrevo a hablarlo con nadie. Mi centro de salud se ha desentendido y me he quedado sin psicólogo ni psiquiatra. No sé qué hacer, estoy desesperada. Lo estoy pasando muy mal. Disculpad las molestias y gracias a quien me haya leído.