Yo nunca, nunca…
Yo nunca, nunca había sido infiel, pero tampoco nunca antes había tenido la ocasión.
No soy de esas personas que rechazan tajantemente la idea de la infidelidad, aunque comprendo perfectamente el dolor que puede causar cuando no es algo consentido. De hecho, hasta hace unos años siemore fui yo la cornuda en otras relaciones anteriores.
Hace unos años también, la vida me puso ante mi a un hombre maravilloso que me hizo sentir maravillosa y aunque yo ya tenía una relación estable, mi mundo tambaleó y ese nuevo chico me hizo sentir que el piso se movía bajo mis pies. Me dejé llevar por lo que sentí y rompí con todo, pero me juré que eso no me volvería a pasar porque lo pasé verdaderamente mal al dejar a alguien tan bueno como quien dejé en su día. Fui infiel pq mi anterior pareja no se dejó dejar. Lo intenté, pero me lo puso realmente difícil y lo alargamos como mucho dos semanas más. En esas semanas fui infiel en una ocasión y ahí ya fue decisivo, nunca más volví con mi ex y me juré que nunca más me volveria a pasar…
Qué pasó al año? Conocí un chico que me dio mucha alegría y me apareció dejarme llevar. Me gustó bastante desde el principio y pensé que podría tener una aventura y seguir con mi vida, pero una vez más la aventura me atrapa. Ahora llevo un año con una relacion extra oficial que he intentado frenar, pero no puedo.
En mi relación oficial me siento muy a gusto y veo en el a la persona perfecta para compartir mi vida. Sin embargo, hubo un tiempo en el que estaba dispuesta a dejarle también a él por esa nueva persona. Por distintas circunstancias no lo hice y me volvi a reenamorar de mi pareja.
A día de hoy me veo entre dos aguas, quiero a dos personas que me dan cosas completamente diferentes. Mucha gente no acepta el hecho de poder querer a dos personas a la vez, pero yo les prometo que quiero con locura a los dos, que a los dos les deseo y es real. Obviamente, estoy obrando mal porque una de las partes no sabe nada y no le he dicho nada porque no lo aceptaría… Y no quiero zanjar esta relación. Sabe dios cuánto daño le haría esto… No me siento orgullosa y entiendo que la gente se me eche encima, pero realmente se me ha escapado de las manos…