Después de no sé cuántos años casada me separé y en una temporada me empecé a tirar a lo que se movía. Peeeero, los dos primeros fueron de risa. El primero tenía un tapón de coca cola entre las piernas. Eso era diminuto. Cortita y fina fina. En serio, nunca había visto algo tan pequeño. Él se lo pasó bien. Pero yo nada. A parte de que ver eso me cortó el rollo, es que ni sensación. En serio. Si es que se la chupé y era como la tetina de un chupete.

Y el segundo… Pues me dijo una vez «cómeme el culo» y allí que fui, y lo único que chupaba era pelo. Tenía el culo más peludo que había visto en toda mi vida. Como si chupase una cabeza, pues igual…

Una vez en un parque natural, llovía, viento, no había una sola alma, así que allí que fuimos mi marido y yo… Estábamos tan a gusto dándole al tema cuando se quita y me grita: ponte la ropa! Se pone los pantalones y sale de la caseta de observar pájaros donde estábamos. Y lo escucho hablando con un guiri explicándole que no podía entrar que estaba su novia (yo) vistiendome. El guiri to cabreado le decía: pero no os podáis ir a un hotel?? Y al final el tío entró que yo aún me estaba subiendo los pantalones! Jajaja

Salimos corriendo muertos de vergüenza. Yo aún subiéndome los pantalones y el sin calzoncillos con las prisas xD
Tenemos varias anécdotas pero esa siempre la recordamos. Éramos novios aún en aquel tiempo.