Ayer leí el articulo de una chica que decía que había perdido 25 kilos y no había pasado absolutamente nada. Yo hoy vengo a decirlos que yo estoy en un proceso de adelgazamiento, llevo también 25 kilos perdidos y si ha pasado, ha pasado mucho.
Hace 6 meses me fui de excursión con mi marido, a los dos nos gusta estar al aire libre y solemos hacer muchas excursiones. Hicimos una caminata de 12 kilómetros, todo fue bien. A la mañana siguiente me desperté con un intensisimo dolor en las rodillas. No podía ser, tengo 26 años y me negaba a que mi peso condicionara ( una vez mas) mi vida.
Pedí cita en mi medico de cabecera y después de anular la visita tres veces ( si, si, tres veces) por miedo total a lo que ya sabia que me tenia que decir, me plante alli un 18 de septiembre.
Debo deciros que mi medico es uno de los mejores seres humanos que conozco. Llegue alli y entre lagrimas le conté lo mal que me sentía y que quería adelgazar, no quería tener achaques de persona mayor, quiero vivir muchos años, quiero ser madre sin que mi hijo tenga riesgos al nacer, y en definitiva, poder dar por el culo muchos años a la gente que quiero y que me quiere.
No os lo he dicho, pero entonces usaba una talla 54-56 podéis haceros una imagen del sobrepeso que tenían ( y tengo aun).
Me llamo valiente, me abrazó y comenzamos la andadura que me lleva hasta hoy. Seis meses después he perdido 25 kilos, y ahora mismo uso una 46.
Por que a mi esos 25 kilos si me han cambiado la vida?
Por que me he dado cuenta que puedo con todo,no hay absolutamente nada mas complicado que enfrentarse a una adicción como la comida.
Mi medico me puso un ejemplo muy gráfico. Una persona adicta a la cocaina deja de tomarla, deja de rodearse de malas influencias y al final, seguramente, su entorno este suficientemente alejado de la droga que si quisiera nunca mas tendría que pensar en ella.
Pero nosotras, las que estamos enfrentándonos a una dieta estricta, a un cambio de vida, de hábitos, nos enfrentamos (como mínimo) 5 veces al día a la comida, a lo que te gustaría comer y alli delante de un montón de amigos que comen una maravillosa pizza con queso, mucho queso, tu te comes tu ensalada y la disfrutas. Joder, que al siguiente que me diga que una gorda no tiene fuerza de voluntad, lo machaco.
Así que si puedo lidiar con ir a una barbacoa y comer verdura y beber agua no hay absolutamente nada que no pueda hacer. NADA.
Si puedo levantarme un domingo a las 7 para ir al gimnasio a entrenar, no hay absolutamente nada que no pueda hacer. NADA.
Yo antes ya me veía estupenda, siempre me he querido con mis kilos, he sabido llevarlos y mi marido se enamoro de mi con todos ellos encima.
Pero no os voy a negar que ahora, joder ahora, ahora me veo saludable, con mucha energía ( y ya la tenia, nunca me ha parado nada, en mi viaje de novios quisimos subir a un volcán en Islandia, me lo desaconsejaron por mi peso, y yo, por mis cojones, subí. Dejando al guía con una cara muy divertida) y puedo vestirme como siempre he querido. Y eso amigas, me da una seguridad en mi misma que debo reconocer da un poco de asco.
He dejado de sufrir por cosas que ahora veo como insignificantes y antes me dolían. Tonterías como si el cinturón de avión cerrara o no, aquí no hay tallas para mi, esto me aguantará y un montón de cosas mas.
Hoy sin ir mas lejos, POR PRIMERA VEZ en mi vida me he puesto un vestido con medias y no he tenido que ponerme absolutamente ningún pantalóncito ni bandana debajo. Así, a lo loco. He llorado.
Lo que vengo a deciros que tenéis que hacer lo que os haga sentiros felices, sin miedo a fracasar, 20 años de dietas fracasadas me han llevado al punto donde estoy hoy. Es la vez que más delgada estoy en mi vida, me siento capaz de todo y ademas, joder, me veo fantástica.
Yo estoy en medio de mi propio camino. Pero sobre todo, vengo a deciros que el lema «disfruta de lo que tienes mientras trabajas en lo que quieres» es tan jodidamente cierto y necesario que creo que va a ser mi próximo tatuaje.
Quereros, cuidaos y sobre todo, creed en vosotras.
Mai.