Hola,
Soy -No Registrado-, pero por si alguna casualidad este tema llegase a extenderse, me presentaré con el nombre de Poseidón , y al igual que al resto de involucrados en esta historia los presentaré con un nombre para que los asociéis.
Mi hermana: La llamaremos Artemisa
Mi mejor amigo: Lo llamaremos Hefesto
Mi mejor amiga: La llamaremos Afrodita
Los nombres de dioses griegos los he relacionado directamente con sus personalidades o algo que los identifique, para que os hagáis una idea. Mi hermana es Artemisa, ya que al igual que yo, ambos tenemos un carácter fuerte, dominante y siempre hemos ocupado cargos de responsabilidad en nuestros círculos sociales, además somos duros de mollera, y para los que crean en el horóscopo (yo no, pero me hace gracia); Tauros.
A mi mejor amigo he decidido llamarle Hefesto porqué es un mecánico industrial, y Hefesto trabajaba los metales. Sí, ya lo sé, nada que ver.
Por último, a mi mejor amiga la he llamado Afrodita. Inocente, tierna, amable y muy buena «niña». No por que sea increiblemente atractiva, en mi opinión no lo es y ni de lejos, es una persona normal, pero como todo esto gira en torno a ella y, además, Afrodita era amada no solo por su físico; sino por una personalidad muy embriagadora, donde si que destaca nuestra mejor amiga.
Y luego estoy yo, Poseidón. Si mi hermana es la «experta» social, yo soy el «experto» intelectual. Me sueno un poco narcicista al decirlo (no lo niego), pero a todos los seres humanos se nos identifica por un rasgo en el que destaquemos, el mio es la inteligencia, desde que nací. No esa inteligencia que te ayuda a aprobar examanes (aunque no viene mal) pero si esa inteligencia curiosa que lo observa todo, lo analiza y busca respuestas lógicas y racionales que den o no con la solución, y luego compartirlo con el resto. Y no es por fardar, pero si mi hermana lleva los pantalones de la conversación verbal, yo los llevo con la no verbal.
Nota: A mi, de alguna manera, todos mis cercanos (a los que valoro obviamente, ignoro totalmente lo que Paquito el panadero pueda pensar de mi) siempre me han visto como «el erudito» jaja, que raro suena. Pero sí, yo siempre he sido la imagen de «consejero», no solamente en mi casa sino en mis circulos, ya sea trabajo (no tanto), estudios y vida privada. Cuando ha habido un problema que requiera cabeza, si estoy yo presente siempre me han señalado a mi. Este rasgo de aqui lo comparto con Afrodita, salvo que su inteligencia, aunque terrorificamente parecida a la mia, la suya destaca más bien en la que te hace aprobar los exámenes, con deciros que va para abogada ya hay suficiente.
¿Por qué os cuento esto? Lo veremos más adelante.
Vivo con cuatro personas en mi piso, el cual compartimos con mi hermana, mi mejor amigo y mi mejor amiga y el dueño literal, que es conocido nuestro pero como si no estuviese eh, aqui ni pincha ni corta porqué no vive directamente con nosotros. Los cuatro nos hemos criado juntitos desde antes de los 14 años (mi mejor amigo es el único que supera los 20 años, por un año XD, pero os hacéis una idea de la longevidad de esta amistad en relación a nuestra edad pese a lo pequeños que somos aún) y era obvio que la idea iba a parecernos bien. En realidad, mi hermana apenas pinta nada en esta historia ya que como he dicho; esto era de tres, pero tiene voz en la casa y creo que si no se ha dado cuenta de lo que ha estado pasando, poco le queda.
Ignoro lo personal que pueda sonar mi historia, ya que llegados a este punto solo quiero una solución o un consejo, tajante o no, buena o mala. Como comprenderéis, cualquier dato personal que no tenga que ver con la personalidad o que no ayude a entender el contexto, no será compartido. Solo quiero un consejo/experiencia/punto de vista que me ayude en perspectiva, o a solucionar, sin tener que recurrir a la típica de alejarme, por que en este caso no puedo (ya que es mi casa). Han pasado 2 meses solamente desde que lo decidimos, y ya empiezo a arrepentirme. En fin, os cuento:
Como en todas las historias, empezaremos por el lugar. Vivo en -insertar nombre de pueblo perdido, calle y piso-. En mi pueblo también están la mayoría de todo mi circulo social, por desgracia no todo.
Desde los 14 años, que fue cuando los cuatro nos conocimos por casualidades de la vida. Desde ese dia en adelante, no recuerdo muchos dias en los que no hayamos estado los cuatro juntos, prácticamente hemos pasado toda nuestra adolescencia juntos y dentro de poco; la vida adulta. Nos hemos apoyado en nuestros problemas juntos, y siempre hemos hecho frente a cualquier amenaza juntos, como un equipo, como mejores amigos.
Para Hefesto, Afrodita, Artemisa y muchas personas cercanas a mi que coinciden con este hecho, siempre he sido un «pilar» para Hefesto y Afrodita. Hefesto es un chico que tiene muchos problemas en casa y en su interior, vive en conflicto con él mismo y muchas veces; con el mundo. Yo siempre he estado a su lado, quizás no de la manera que satisficiera sus ilusiones, pero siempre he estado ahí para darle mi consejo, ayuda y casa si ha sido necesario, siempre. Ante los problemas he intentado siempre explicarle la situación si soy capaz y de no serlo, hacer un esquema de a lo que nos enfrentamos, pero juntos. Eso ha hecho que, obviamente, tenga una imagen importante de mi. Y de la misma manera, cuando yo he tenido un problema, Hefesto nunca ha faltado. Aunque Hefesto no es especialmente bueno a la hora de solucionar problemas, ya que es como una locomotora sin frenos, pero el chico es un genio con sus manos. ¿Se te ha roto algo? Hefesto tendrá la solución, seguramente. Además, probablemente futuro boxeador si el chico decide ponerse.
Es gracioso, porqué con 14 años siempre soñábamos con como seríamos de mayores, bueno lo típico. Él y yo pasamos por muchas dificultades con las chicas en su momento de descubrir y bla bla bla, y lógicamente como lo que eso acarrea; tambien tuvímos problemas con nosotros mismos, nuestros cuerpos, caras y aspecto. Y eso tambien lo solucionamos juntos. Hace dos años que vamos diariamente al gimnasio, además el chico trabaja con su cuerpo y cuando puede, tiene dias sueltos a los que va a boxear. Yo empecé en el gimnasio hace tres, es más, yo lo incite a meterse al gimnasio para luego descubrir que a los dos nos apasionaba este mundo. Además del gimnasio, tambien practico Muay Thai, para poder darle alguna que otra lección a Hefesto que no sea solo usar sus puños. En cuanto al trabajo, soy organizador de eventos de una asociación, aunque tambien hago de control de seguridad, administrador y algunas de camarero. Lo que haga falta.
¿Y esto que tiene que ver? Básicamente todo, son las bases de nuestra relación, para que os hagáis una idea. Y ahora viene un dato muy importante, os he dado el dato que me «une» a Hefesto, ya que como podreís entender no plasmaré 6 años de amistad pura y dura en un blog, pero ya tenéis la idea en la cabeza, más o menos. ¿Pero qué hay de Afrodita? Bien, Afrodita siempre ha sido una chica que, al igual que nosotros, ha sido criado por padres liberales,(a excepción de Hefesto, que por su familia se ha criado de una manera más tradicional) es decir, «ve a tu bola mientras no se cuele en el camino de los demás». Afrodita lleva desde los 14 años interesada en mi, por supuesto que nunca se ha cerrado puertas a otros chicos por mi, y de haberlo hecho sabría lo mucho que desaprobaría su decisión, ya que mi interés por Afrodita no fue ni tan siquiera remoto hasta hace menos de un par de años. Amistad pura y dura. Pero la relación entre Afrodita y yo siempre ha sido cariñosa. No había subidas de tono, no había nada raro, pero cualquier persona ajena a la relación diría que ahí hay algo. Porqué siempre estábamos juntitos, pegaditos. Si yo me sentaba en un extremo del sofá completamente libre, ella se sentaba justo al lado mío sino encima, para que me entendías. Yo era conocedor de que Afrodita tenia interés en mi, pero siempre me aseguré de que la imagen de nuestra amistad, el concepto en si, nunca se diese a torcer, ya que aunque no la quisiera de la misma manera que me quería a mi, tanto ella como yo no queríamos deshacernos de nuestra relación.
Tengo que aclarar, que como es obvio, ya solamente por la edad, a medida que hemos crecido pues nuestras interacciones iban dejando de ser más infantiles pero más «adolescentes». Es decir, las manos cada vez estaban más sueltas. Pero como he dicho, nunca he dejado que nuestra relación se torciera. En mi caso, al no atraerme físicamente Afrodita, mi interacción con ella era más de padre-hija aunque suene raro, claro que en noches de fiesta o de bajones, esa idea que tenía de ella se volvía un poco borrosa y se llegaban a puntos de ya no solo «juego», sino exploración directamente, pero jamás rompiendo la regla de las caricias (masajes, apretones, palpar algunas zonas, ejem. Pero no toqueteos, nunca), y en privado obviamente. Era algo que me importaba mucho, ya que de alguna manera establecí como «un orden» en la relación. Ya sabeís, donde tengas la olla nunca metas la p*. No os haceís una idea de la guerra campal que se hubiese montado en mi casa si Artremisa llegase a enterarse de que su hermano ha tenido un «algo» con Afrodita, ya que Artremisa con todo lo bueno y genuino de su ser, hay que destacar que es celosa incluso hasta con sus amistades «conocidas».
Y no sería mitologicamente correcto que un tal Terenar destronase a Artemisa, la diosa de la guerr-. Quiero decir jeje, sigamos.
Bueno, habiendo hecho una especie de croquis de los tres nos teletransportamos al presente.
Hace dos años pegué un cambiazo radical. Pase de medir 1,68 a 1,77 y de 69kg a 75kg. Mi complexión pasó de ser rellenita a «cortada». Por si ese termino os suena chino; es cuando pierdes mucha grasa pero mantienes una cantidad decente de musculo (incluso más que el que tenías antes). Adelgacé mucho y gané mucha fuerza y musculo, en resumen; me puse bonito. Ya no tenía papada, sino que la piel se había pegado a la línea de mi mandibula, gracias a las cremitas de Artemisa tambien despoblé gran parte de la población de puntos negros y granitos de mi cara, alisandola. Alomejor no os parece mucho, u os parece lo normal. Pero mi situación parte de que aunque tuviese un poco de sobrepeso, se me notaba mucho, o yo pensaba que se me notaba mucho, pero la cuestión era que antes había una constante que me drenaba la autoestima y confianza. Y aunque eso obviamente no esta erradicado por tener un cuerpo mejor, si que me ayudó mucho en los siguientes años a desarrollar una confianza y autoestima muy notables. Yo antes era eso, un chico que se odiaba a si mismo, porqué mi capacidad física era ridícula en comparación a otros chicos, y eso me afectaba mucho cuando intentaba hablar con chicas. No os haceís una idea de lo que fue poder hablar con una chica sin que estallase de los nervios, o sin que me comiera la cabeza, o estuviese tan pendiente de todo a mi alrededor que me olvidaba de que estaba hablando con otra persona. Epocas oscuras de la adolescencia, todos pasamos por ello, en fin.
Como era de esperar, poco a poco me abrí más al mundo, porqué hasta hace poco vivía recluido en nada que no fuesen libros, videojuegos o estudios/trabajo. Vida social nula, ni con Afrodita trataba de entablar converaciones (a excepción de Hefesto porqué como que le daba igual eso, y a mi tambien con él. Pero cuando se trataba de chicas, nanai), tanta era mi propia decepción y odio que antes de siquiera intentar quedar con ninguna, ya sabia que iba a ser un momento incómodo, incluso con la propia Afrodita con la cual tenía 0 intereses. Y me llevé una sorpresa cuando de repente, para las chicas ya no era ese monstruito del que alejarse riendo, todo lo contrario. Y estuve un tiempo explorando este «nuevo mundo».
Este cambio trayó cosas buenas, pero también malas (más adelante lo explicaré). Pero por si no os ha quedado claro lo que os quiero decir aún, con deciros que si antes Artemisa actuaba de manera un poco obvia para que «jugaramos», lo que le siguió a continuación fue algo que hasta el momento de mi vida, no había presenciado jamás.
No me acuerdo donde vi o leí lo siguiente, pero había una analogia o frase hecha que define exactamente la situación; «No hay nada mejor que yacer con una mujer que quiere yacer contigo» o algo asi, no lo recuerdo bien. Pues exactamente esto fue el dia a dia desde hace un año y medio, casi dos.
Como era de esperar y, como seguramente habrás anticipado; la respuesta es sí. Era una de esas noches que tenía todas y cada una de las papeletas para que surgiera el momento. Y tengo que admitir, que desde que la relación que tenia con Afrodita cambió de esta manera, si que por un momento vi a Afrodita como una «pretendiente», aunque estaba completamente seguro de que yo y Afrodita no estábamos hechos para tener nada juntos. Era simple y llanamente curiosidad, y como no; ella decía lo mismo. Aunque fuéramos parecidos, habia tantas cosas en común, pero tantas cosas que hasta se me hacía extraño. ¿Nunca os habeis topado con vuestro yo del otro genero? Pues al igual que compartíamos cosas buenas suyas y mías, ella también comparte mis malas. y yo las suyas. Y mis malas ni siquiera yo las aguanto.
Finalmente, llegamos al kit de la cuestión. Poneros en la siguiente situación: Salís de fiesta un viernes por la noche (cuidado), como recién estamos empezando lo que es la vida laboral y encima hay crisis, nuestro presupuesto es más bien humilde. Además, por mi parte irse a la discoteca queda descartada de-facto, no por nada, pero si de por si me niego rotundamente a aguantarle las tonterías a cualquier persona, imagínate si va borracho. No, no es una buena combinación. Así que para evitar malos tragos o situaciones de incomodidad, la discoteca rara vez es una opción. ¿Qué nos queda? Bueno, podrían haber sido muuuuchas las opciones, pero en nuestra mano era; opción A) Botellón en la playa, y opción B) Botellón en casa.
Y os preguntareis ¿Cuál fue la elección? Y yo os digo; en ese orden. ¿Qué? Sí, ¿Como? Con muchas ganas de beber. Primero fuimos a la playa con toooooda la chavalada, es decir, todos los amigos y coleguis que teníamos por el pueblo y que tampoco tienen nada que hacer un viernes por la noche en un pueblo perdido, apenas hay turismo, es decir que cualquier centro de ocio, o sitio en el que divertirse, esta a kilometros en tren o coche.
Más o menos éramos entre 10 y 15, la cifra exacta se me escapó en cuanto empecé a beber. El clásico circulo y una neverita portátil que se aseguró de abastecernos hasta las 3 o 4 de la noche, donde la mayoría si no esta demasiado perjudicada se va para su casa.
Pasé toda la noche con chicos y chicas, riendonos, jugando, lo típico. Afrodita y Hefesto también estaban, obviamente. A excepción de Artemis, que tiene un propio séquito de esclavitos que le pagan todo y la llevan de lado a lado cuando y donde quiera, así que quedarse en un pueblucho un viernes por la noche no era una de sus opciones, ya me gustaria a mi. Pero por si se os ha pasado este hecho por alto; el grupo empieza a menguar y nisiquiera empezaba la noche.
Bueno, todo pasa relativamente rápido. Jijis por aqui y por allá, juego y molesto a Afrodita pero en especial con las demás chicas del grupo, ya que a diferencia de Afrodita, hay una chica en particular que si que me interesa, y mucho. Pero, por ejemplo, a diferencia de Hefesto y una gran corriente de chicos que estoy viendo hoy en dia, no le como el cul* a nadie, independientemente del tamaño. Así que aunque hubiese decidido pasar la noche con esta chica (no le pongo nombre porqué esta será la última vez que leereís de ella), no iba a dejar de lado a Afrodita ni a nadie. No confundais esta decisión. Recuerdo exactamente ese momento en el que me decido, porqué la chica me estaba llevando de la mano hacia algún lugar y podía ver a Afrodita persiguiendome con la mirada. Pero no iba a cerrarme puertas.
Como comprendereís, a estas alturas el alcohol ya esta pegando fuerte y lo que es «conciencia» del exterior, poca o nula. Pero sigo en mis cabales, al 90%.Recuerdo que dejé de escuchar las voces del grupo y cuando me quise dar cuenta (o recuerdo que me di cuenta), esta chica tenia su cabeza metida en mi cuello. Se reconocer las invitaciones cuando se presentan, así que moví ficha.
No pasaron ni cinco minutos (quiero creer, no me acuerdo muy bien pero si sé con rotunda confianza que fueron instantes lo que estuve apartado del grupo) con esta chica desde que empecé a escuchar mi nombre por la calle, a gritos. Claro, en el momento me acojone porqué me di cuenta que no reconocía las calles, pero no hizo falta que saliese a buscar porqué casi al momento vi como la cara de Afrodita se asomaba por una de las esquinas de la calle y nos miraba fijamente.
¿Sabéis de esas miradas que hablan por si solas? Cuando cruzamos miradas note al instante un mal rollo, una mala vibra en el aire, con esos ojos mirandome como si cometiese una atrocidad. Aparte a la chica, con delicadeza claro, y fuí a asegurarme de que mis sospechas eran ciertas o solamente me estaba afectando mucho la bebida. Pero en efecto, cuando me aleje de la chica y fui con Afrodita para ver que pasaba, su rostro cambio completamente. ¿Sabeís esos gestos de pequeñas victorias? Pues esos. Literalmente fue un minuto de conversación, le dije que se fuera con el grupo que llegaríamos nosotros en nada, y se fue. Pero entonces, cuando quise volver con la chica, ahora la chica se pensaba que entre Afrodita y yo había algo, o habíamos hecho algo. Que pereza. No recuerdo mucho más a partir de ahí, pero llegue primero a la playa y no hablé más con aquella chica ese dia.
Y entonces noté algo. La ausencia de no solo una, sino dos personas. Ding, ding, ding! Correcto! Hefesto y Afrodita no estaban. Hasta ese momento, ni se me habia pasado por la cabeza lo que podría significar, es que ni me paré a pensarlo dos veces. Pero claro, cuando ya ha pasado y te paras a mirar hacia atras, en busqueda de algo que pueda ayudar a darle significado o motivo, te das cuenta de como se enlaza todo, y todo aquello que parece realmente; no lo hace y viceversa.
En fin, la noche se desarrolla, Hefesto y Afrodita vuelven con una bolsita que aparentemente habían ido a recoger a su casa. La bolsita en cuestión, tiene una baraja de cartas, un tablero de parchis y una caja de fichas. Esto de aqui, es tradición en mi casa. En mi casa somos amantes de los juegos de cartas, sin llegar a la competitividad. Entiendo bien las indirectas porqué conozco a los dos como si los hubiera parido, se querían ir a casa a jugar. Ya no quedábamos muchos, y los que quedábamos estábamos seriamente perjudicados.
No me acuerdo mucho de como llegue ni cuando, pero recuerdo que echamos una partida de cartas entre los tres y Hefesto dejó de jugar, estaba muy cansado y decidió irse a su propia casa a patita (ni 10 minutos andando).
Debian de ser las 4 de la noche, aproximadamente. Lo recuerdo porqué sabia que mi hermana debería de llegar a casa en unas horas. Y bueno, esto es como una suma básica. Todo suma, nada resta. ¿Qué quiere decir esto? Que la casa estaba completamente vacia a excepción de nosotros dos, solos, borrachos y capaces de seguir bebiendo. La tensión se podía cortar con un cuchillo.
No tendré la poca vergüenza de culpar al alcohol, porqué encuentro personalmente asqueroso y detestable utilizarlo como un argumento sólido para defenderse uno de sus acciones. Pero no puedo negar que la calidez afrodisíaca de unos cubatas bien hechos ayudó mucho a que se generase el momento. Ya sabeis, estamos tontitos, torpes, nos reímos por todo y por nada, etc y etc… Y para complicar las cosas, desde que habiamos entrado en casa Afrodita estaba muy melosa, digamoslo así. Casi como de costumbre, pero ahora con el agravante alcoholico. A estas alturas yo ya sabia por donde estaba tirando esto, yo era consciente de que habia peligro. Y aunque no estaba intentando hacer nada por detenerlo, tampoco estaba haciendo nada por seguirle el rollo, más a broma y jugeteo que otra cosa, si se pasaba se lo decia. Porqué aunque el fisico no es ni por asomo lo que encontraba interesante en Afrodita, hay que recordar que a sus 20 años, ya no es una niña pequeña, y con gimnasio o no yo seguía siendo un hombre, y aunque nos hayamos visto crecer juntos, eso no quita que los atributos de Afrodita fuesen naturalmente llamativos para mi.
La situación se respiraba tensa, no habia ruido en casa más que nuestras voces, y ella insistía mucho. Y con insistir me refiero a literalmente tenerla pegada a mi. ¿Iba a la cocina? La tenía detras. ¿Sacaba la botella de la nevera? Ella tenia dos vasos preparados con hielo. ¿Queria fumar? Me ponia un cigarro de los suyos en la boca. ¿Fuego? Busca el mechero en el abultado escote o no hay fuego. Buscar otro mechero funcionaba si Afrodita no iba más rápido, porqué espacio para mecheros habia y de sobras. ¿Entendéis la situación? Claro, yo todo esto pese a saber la intención, me lo estaba tomando a broma.
¿Y por qué no la frenas? Pensarás. Porqué como he dicho, son 6 años de amistad, ella me conoce a mi y yo a ella. Y esto de aquí, como he dicho, es el pan de cada día un poco más acalorado de lo normal, ¿Es un poco hipócrita que me moleste por ello ahora, no? Pero siempre lo hemos mantenido como un juego, para picar al otro. Y aunque se pasase a veces, daba igual que se lo dijese, como os he dicho; Afrodita no es tonta. Sabe dar muy bien la vuelta a las situaciones, a usar sus cartas mejor dicho. Y esto de aquí es muy importante que lo entiendas, porqué luego tendrá una razón. Entended que estos momentos de tensión sexual, se han repetido decenas de veces a lo largo de nuestra amistad, y cuando no he sido yo, Artemis se ha encargado de dejar claras las cosas, y Afrodita siempre ha sabido responder de manera de que todo parecieran imaginaciones de los demás, que ella siempre se ha comportado así y que los que malpensamos, somos los otros. Pero muuuuuy camuflado, Afrodita no te dice las cosas a la cara y directamente, va tejiendo una red de respuestas asombrosamente detallistas y sutiles, que dejan entrever lo que realmente quiere decir, sin decirlo. Y yo me he criado con ella, me sé su idioma de pies a cabeza.
Volviendo al tema. 1+1=2, puse una pelicula para desviar la atención de la conversación (Super Rapidos y Megafuriosos ¡Imaginate!), que en esos momentos era un tira y afloja para que accediese a un trato de los suyos de siempre. Uno de sus movimientos estrella que he visto en decenas de ocasiones, donde poco a poco te va comiendo el terreno. Profesional, muy profesional. En resumen: Ella dejaba que pusiera la pelicula (escondia el mando, apaga la tele, hace ruidos, etc…) si yo dejaba que se estirase en mi espalda y me hiciese un masaje. ¡2×1, ofertón! Debes de estar pensando. No, yo se a donde tiraba todo esto.
Le avisé, le dije que se estuviese tranquilita. «si, si» Bueeeno. No llegamos a los 10 minutos de la pelicula cuando deje de sentir sus manos. Daba gustito, y a ella le deberia estar gustando porqué podía escuchar su respiración por encima de la pelicula, incluso pienso que la respiración la fuerza a veces, para hacerse notar. Lo ignoré unos instantes, hasta que volvió, pero esta vez os aseguro que no fueron sus manos lo que puso encima de mi espalda.
Como he dicho, se reconocer las invitaciones cuando se me presentan. Y ya no sé si fue la curiosidad, todos estos años de prueba y repite, aguantando, viendo, es que no sé por que, pero se dió la situación. Quizás fue entender lo que estaba pasando y lo que estaba haciendo, pero me puse burro. Y lo admito.
Era algo que no es que no quisiera hacer directamente, pero si que me sabía mal, porqué se de buena mano que las relaciones entre amigos solo acaban de una manera. Y si no es así, lo siento, a mi no me ha tocado vivirlo aún.
Esa noche tan «natural» como puede sonar, fue el desencadenante de una serie de problemas pequeñitos que desde hace unos meses se han acumulado como una pelota de nieve que tenía que estrellarse tarde o temprano. Y esa «estrellada» sucedió literalmente ayer.
Desde que me acosté con Afrodita, supe que yo la habia cagado. La culpa era mia porqué era yo el encargado de poner límites entre nosotros dos.
Antes de dormirnos, me aseguré de que se quedase en mi habitación y yo dormiría en el sofá, como de costumbre y para no levantar ninguna sospecha. Porque Artemis tampoco es tonta, no es muy inteligente que digamos, pero de tonta no tiene un pelo y también sabe sumar 1+1, mejor que los tres juntos incluso.
Los siguientes dias mantuvimos 0 contacto, porqué mi telefono solamente lo uso para el whatsapp, llamadas y alguna que otra tonteria de instagram, pero no soy muy activo que digamos, prefiriendo más bien el cara a cara. Tampoco tenía ganas de hablar del tema, ni por telefono ni whatsapp ni nada, queria olvidarlo, como si no hubiese pasado. Ojo, no me arrepentía, tampoco lo cambiaría si pudiese. Es algo que pasó y que no tenía que haber pasado, pero lo pasado; pasado está. Y estaba seguro de que si no decíamos nada, todo seguiría como siempre. Además, sé por parte de Afrodita que tampoco le interesa que nadie lo sepa, sería raro, casi incesto porqué nuestra relación, entre los 4, es de hermandad. Además de poner en peligro la relación que tiene con Artemis.
La cuestión fue cuando retomamos todos el contacto, ya que esto es un ir y venir, todos tenemos nuestras vidas. Pero de media si la semana tiene 7 dias, 4 o 5 es con ellos. Pero aquella semana, coincidió con que algunos teníamos vacaciones, otros dias libres y otros que no, que por cojones curran. Cuando finalmente los 4 estamos de vuelta en casa, lo noté de inmediato. Aclaro; no habia pasado ni una semana desde lo sucedido con Afrodita, 6 dias como mucho. Y el dia del que os voy a hablar (es decir, el dia posterior a la semana de 0 contacto)sucedió hace dos semanas.
Aquel dia yo me lo habia pasado en casa, era de tarde, Afrodita y Hefesto estaban en la playa. ¿Y por qué no fuiste? Por dos razones, la primera es que cuando vives cerca de la playa, no es tan interesante como lo es cuando vives lejos de ella, eso todos lo sabemos. Y la segunda, es que en ese momento llevaba una hora y algo de videollamada con amigos del instituto y en especial otra chica (ya habiamos planeado de hacer la videollamada anteriormente), con la que hay interés y creo que mutuo pero que vive literalmente a tomar por cul*, osea 0 factible 0 ganas. Pero ahí estaba yo, de videollameo con los chavales y ella.
Entonces me entero de que Artemis al salir del trabajo se va directamente a la playa con ellos, lo que me parece una idea incredibol. 15 minutos.
15 minutos pasaron desde que salió de su trabajo, pero ahora los tengo a los tres abajo. ¿Raro, no? Puede ser cualquier cosa, así que 0 importancia. Abro la puerta tal y tal, vuelvo a lo mio. Cuando suben, Hefesto tiene una cara rara, seria. Afrodita como siempre, tan alegre y a su bola, y Artemis explicando sus dramas como si fuese una especie de oradora o drama queen del publico (muy típico, la atención es uno de sus motivos de existencia). Cierro videollamada ya que vamos a hacer la típica tradición, veo como Afrodita esta preparando las cartas así que no hay vuelta atras. Pero me llama la atención Hefesto, que sigue serio, pese a mi actitud graciosa (soy como el payaso del grupo, sí, en todos los grupos hay uno y ese soy yo). Se ríen todos, pero Hefesto vuelve rápidamente a su postura, como si se acordase de que debe comportarse de esa manera. Y si hay algo que se me da bien en este mundo es analizar a las personas, y por desgracia Hefesto es un libro abierto de sentimientos.
Trato de hablar con él, pero todo parece normal, un poco evasivo; pero normal. Vale. Y nadie parece darse cuenta del estado de Hefesto, todos a su bola. Vale.
Comienzan las rondas, Artemis gana de chiripa las primeras partidas y claudica, como una cobarde, grrrr. Seguímos los tres.
Ahora bien, no os he hablado de una dínamica muy común entre nosotros cuando jugamos al remijio. Y es que, una de las maneras de ganar la partida es saber que cartas tirar a tu oponente (para retrasar el maximo posible su carrera), y la manera más efectiva de saber que cartas tirar, además de tantear las reacciones y las cartas que coje del montón, es distraer. ¿Como se distrae en el remijio? Con una conversación completamente normal. Pero nosotros tenemos por ley que sin bullying no hay amistad, obviamente todo a coñas y sin hacer daño a nadie, y si alguien se molesta se detiene ipso-facto.
La cuestión es que cada dia recibe uno, o debería ser así. Ni siquiera es una regla escrita, es algo que surge genuinamente de un trio de amigos que se reúnen para jugar.
Hasta aqui 0 problemas, espero. Bueno, las partidas transcurren con relativa normalidad, hasta que de pronto Hefesto empieza a tirar bromas sobre mi, lo cual adelanto que me parece genial siempre y cuando se pongan límites, no toque puntos débiles que nos conocemos ni sea abusivo, así nos aseguramos que haya buen ambiente siempre. Y siempre habia sido así, hasta que empecé a darme cuenta que el objetivo de burla era yo únicamente ese dia y de manera exageradamente constante, literalmente llegó al punto de reirse de cada palabra/gesto/seña que hiciesa, sin exageraciones, sin paranoias mentales, literalmente un dia de burla. Avisé, se estaban confundiendo de persona. Yo esas barreras no las cruzo y menos con ellos porqué se lo sensibles que son ambos. Además que la relación que tienen Hefesto y Afrodita con su cuerpo es parecida a la mia de hace unos años. Como todo el mundo en algún momento.
Bueno, me quede con un sabor amargo ese dia. Algo no iba bien y pensaba llegar al kit de la cuestión. De primeras ni se me pasó por la cabeza que podría haber algo entre ellos, se de buena mano que Afrodita es muy coqueta, y a veces la línea entre coqueteo y «genuina amistad» la mueve ella misma, pero muuuuuy sigilosa, sin que te des cuenta. Y otra de las muchas, en la cual ella destaca, son sus abalanzas. Puedes decir la mayor estupidez del mundo, si Afrodita te tiene en su mira se reirá o te dará la razón, da igual lo que sea, lo que contraargumentes, le dará la razón como si su lealtad fuese inquebrantable.
Todos estos datos son un poco aleatorios, es información que sí, puede ser útil pero no tiene sentido ahora mismo. Bueno. Desde ese dia hasta ayer (2 semanas), lo que os he comentado ha sido una constante en incremento. Me llegó a dar incluso la sensación de que me estaban usando los dos para generar un ambiente de tensión sexual entre ellos, porqué Hefesto solo sabe hacer reir, especialmente bueno si es para burlarse. Salvo Afrodita, Hefesto no tiene lo que hay que tener para generar uno de estos encuentros, y menos en mi casa y sin alcohol. Pero sabe hacer reír, en especial si se trata burlarse.
O eso creía.
Antes de tomar una conclusión precipitada, me limité a observar. Observé su comportamiento como individuo; el que ya me conozco, pero que alomejor hace falta repasar. Luego el comportamiento individual conmigo; Afrodita seguía a las suyas conmigo, coqueta, interesada y tal, pero ligeramente más distante. Olí algo raro, pero nada. Turno del comportamiento individual de Hefesto; El de siempre, colegueo de hermandad, cariño, un poco de pique por aqui y por allá, lo normal. Observé entonces el comportamiento que tienen con Artemisa, juntos y separados: Cariñosos, cercanos, hablando de la vida y de cualquier conversación mínimamente interesante, salvo la cercanía, todo normal. A ver, puntializo que cercanía me refiero a contacto de piel con piel y cariñosa/melosa, sin toqueteos extraños. Un abrazo no cuenta por ejemplo, como si no se pudieran abrazar los amigos. Pero cuando hay un contacto cariñoso… ¿No huele raro? Manos juntitas, morder, peleítas, pierna encima de la otra. Estas cosas que todos hacemos cuando, ejem.
Las dudas me crecen, pero estoy completamente seguro que Hefesto tiene 0 intereses en Afrodita, porque sin que me lo explique, el chico tiene un historial de parejas bastante atractivas, y su comportamiento con mujeres atractivas es el de un baboso de instagram, resumidamente. En cuanto a Afrodita con Hefesto, la pillo al momento. Yo sabia que Afrodita coquetea con todos los tíos que se le cruzan, sino la mayoría. Le gusta gustar a la gente. Y su historial de estándares no están muy altitos, que digamos. Nunca se lo pregunté, porqué ya me sabia exactamente el tipo de respuesta que me iba a dar, ya me la podía imaginar el tipo de argumento que me iba a soltar, como los mismos que utilizamos nosotros cada vez que nos preguntaban. Porqué ante el interés (en este caso ocultarlo), damos las cosas por sentadas (subestimar lo que sé de ella).
Y ahora os voy a tirar un dato que habia estado pasando por alto hasta lo sucedido ayer; el historial de Hefesto que yo conozco (pueden haber más, lo ignoro) ha terminado siempre de una manera: El pone cuernos o le ponen los cuernos. Pero lo peor de todo no es eso, es que algunos de los cuernos los hace con las parejas de sus amigos cercanos, y ya van un par desde que lo conozco. Y desde los últimos 6 años ha sido así. Además, hace dos años que Hefesto pasa hambre, ya me entendeís. Y si ha comido en este tiempo, ha sido sin que yo me entere de nada, lo cual suele ser lo contrario. Inexplicablemente ambos utilizan a las personas con las que se acuestan como numeros de victoria, que deben de estar lo más altos posibles todo el tiempo. Lo cual, personalmente, encuentro de mal gusto y educación, pero no soy quien para decir nada a nadie.
Y en cuanto a Afrodita, todo hombre que le ha hecho el guiño de ojito, por sutil que fuese, ha ido a por él como si la vida le fuera en ello. Es una mujer que hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere, pero siempre de manera muuuuy cautelosa y calculada. Pero los hombres le pueden. Es literalmente la versión del baboso de instagram en mujer y sin utilizar instagram. Y yo tengo lo mio tambien eh, pero eso a parte.
Dicho esto, toca mi turno. Ya he explicado antes como se comportaban conmigo, pero hago enfasis en el abuso de «bromas», porqué como os he dicho, al principio eran bromas pero ha ido creciendo, y un poco de mensaje subliminal me saboreaba el paladar cada vez que las degustaba. En su «sinergia» para rebatir e infravalorar mi opinión. Como si fueran poseedores de toda la verdad. Tambien he notado que Hefesto se crece mucho con Afrodita al lado. Pese a la relación de pullitas que nos echamos Hefesto y yo, siempre ha habido un grado de respeto mutuo del tipo hermano mayor-hermano menor, salvo que yo siendo más pequeño que él, hago de hermano mayor. Para Hefesto, siempre he sido un pilar y una imagen de confianza a la que acudir cuando ha tenido problemas. Pero desde que mis sospechas entre Hefesto y Afrodita han ido en aumento, he notado un carácter más brusco/pasota, como si verdaderamente mi opinión no le importase cuando Afrodita esta cerca. Además, su cercanía se ha hecho mucho más obvia estos últimos dias, hasta el punto de sentirme in-có-mo-do en mi pro-pia ca-sa. En cuestión de dias, hemos pasado de que cada uno compartia el sofá sin molestar a los demás (uno en cada punta y otro en el centro, cuando esta mi hermana pues todos pegados) a que se sienten al ladito, sino es que se estiran. Casi como si lo hicieran a drede (ya lo vereís). Y solo hay un maldito sofá en casa. Sacad cuentas.
Y señoras y señores, si todo lo dicho antes aún no habia acabado de levantar mis sospechas, en el momento en que Afrodita dejó de sentarse al lado mió y pasó a sentarse al lado de Hefesto; ding, ding, ding!
Aqui estaba pasando algo. Es que es obvio. Los tres hablamos en el mismo idioma, y sabemos como somos. Y precisamente, ayer quise ponerle fin a tanta tonteria. Pero como siempre, el primer paso de todo, es observar. Y llevaba un buen tiempo observando.
Llega el dia D. El dia detonante.
Normal, como siempre. Afrodita llega a casa a las 17, más o menos. Quedan 2 horas para que Artemis salga del curro. Recibo un mensaje de Hefesto, esta llegando. A mi ya se me gira la boina, porqué ya me estoy imaginando el transcurso del resto del dia. Ni-de-co-ña.
Nos reunimos todos, nos saludamos, noto cierta acidez en Hefasto, pero como si nada. En este punto de aqui, soy consciente de que algo ocurre y que me estan intentando jugar la de que no saben/los tontos, pero no se separan. Precisamente esto de aqui es literalmente el modus operandi de Afrodita (el no pero si) cuando quiere ocultar algo. El de Hefasto? Hefasto es la viva imagen del mínimo esfuerzo, mayor recompensa; sabe que lo leo al instante, así que decide no mediar palabra ni decir nada cuando se ponen al tarro. Es decir, se ponen ellos solos a hablar de sus cosas, como si mi casa fuese un centro de ocio. Intento hablar un poco con ellos, pero automáticamente que medio palabra, palabra que usan para reírse o descalificar. Hasta este día, me lo había estado tomando todo a broma, pero lo de ayer me quemó como una jarra de agua hirviendo. Les corto el rollo al instante, no puedo evitar generar una pequeña tensión en el ambiente, haciéndose notable que algo no va bien (aunque como decía, estaban haciéndose los locos). Total, me dicen de poner una pelicula (ojo al dato) para los tres. Accedo, aunque tenía un poco de ganas de jugar con el ordenador, pero las cartas estaban presentes. En fin, voy conectando todo porqué claro, como no viven en esta casa para que van a hacerlo ellos. Y cuando pongo la pelicula y le doy al play; los dos se estiran en mi sofá (uno en un lado y el otro en el otro, pero las piernas juntas tipo formando un nudo, cabrones), pese a estar jugando a un juego de cartas y viendo una pelicula, madre mía. Es decir, que por cojones tenía que pillar una silla y acoplarme a mi mesa. ¿Y por que en vez de jugar no miras la pelicula? Porqué luego el raro soy yo.
Puntualizo aquí una cosa, antes de proseguir: La bronca del siglo que sigue a continuación no tiene nada que ver con que Hefasto haya (o no) hecho algo con Afrodita. Es que literalmente lo desconozco, ni quiero saberlo ni me importa, son sus vidas y ellos harán lo que quieran con ellas. Ahí ni pincho, ni corto. ¡Pero! En mi casa, no. Y menos yo estando delante, porqué de aguanta velas ¡Jamás! A nadie se lo he hecho, ni se lo desearía hacer. Y menos desearía que pasase por eso. Yo entiendo que los he acogido en mi casa casi como si fueramos hermanos, pero ellos no viven ahí literalmente, sigue siendo mi casa puesto que la pago enterita yo y mi hermana (y antes de nosotros, mi madre).
Continuamos: Salí del comedor para ir a la terraza y fumarme un cigarro, aunque por fuera estaba tranquilo y sereno, aunque un poco seriote, por dentro mi cabeza estaba ardiendo, pensando, observando y enlazando cosas que veía con mis propios ojos. Y fue entonces, cuando Hefasto, teniendo todo el maldito espacio del sofá, deliveradamente se estira sobre el hombro de Afrodita (el primer momento en que tengo espacio para sentarme :D). Su brazo se estira, apoyandolo sobre la pierna de Afrodita y le pide en un susurro que le haga cosquillitas en el antebrazo. Yo lo estoy viendo todo desde la ventana, en ese momento no me enteré del susurro claramente, pero lo vi. Afrodita me mira y en cuanto se da cuenta que la estoy mirando, aparta la vista de golpe, pero la mano no.
Observé eso y se me cayó el mundo al suelo. Esperaba que la fuese a dar el primer paso fuese Afrodita, por su caracter. Pero fue Hefesto, mi hermano casi. Y él me habia jurado que no habia nada más importante que él y yo. Pero estando en mi casa, la «calidez afrodisiaca» habia hecho que se le olvidara.
Hasta el momento, aún sigo con el voto de fe. Colgando de un hilo, pero se lo que los celos hacen a la cabeza en estas situaciones, y queria asegurarme 100% que no me estuviese dejando llevar. Ya que si voy a pasar por la agonia e impotencia que suponen los celos, quiero que este fundamentada, que sea real almenos.
Al ver eso, mi única reacción fue la de huida. No queria confrontar la situación porqué joder, son mis mejores amigos, y son mayorcitos. Me parecía surreal todo y en mi estado, sabia que una confrontación llevaría a una pelea física. Así que me fuí a mi habitación, a tranquilizarme. Gracias a dios que tomé esta decisión, porqué a continuación explicaré el detonante, y lo que hizo que me asegurase al 100% que verdaderamente habia algo, o estaban a punto de hacer algo, o si la idea tan siquiera se les cruzaba por la cabeza, y por consecuencia; mi reacción.
Al irme de la habitación, escuché el cuero de mi sofá moverse. No ese movimiento de trinqui trinqui, pero se estaban moviendo. ¿No estaban tan comoditos? Yo esta me la sé, precisamente porqué estaba pasando justamente lo que suele pasar con Afrodita y yo todos los dias, ese sigilo, esa rapidez de hacer algo. Pero yo me apartaba, por el bien de todos. Y no estoy muy seguro de lo siguiente, ya que podría haber sido un beso en la mejilla o en cualquier otro lado. Pero en efecto, escuche el clásico sonido de un beso (o quizás chupetón? Algo parecido), y no un beso con lengua (creo), pero un beso hecho y derecho, como un pico goloso. ¿Qué creeís que vi cuando como el maestro del sigilo que soy, atravesé el pasadizo sin levantar una sola mota de ruido hasta quedarme en un angulo que me permitia ver el sofá? :)
No se como va aqui la moderación y censura, por el bien de todos utilizaré un lenguaje en el que todos nos entendamos y nadie pueda sentirse ofendido/a.
Los pezones de Afrodita estaban aguantando contra viento y marea la fina capa de tela que cubría sus pechos, literalmente a punto de salirse las dos porqué no lleva sujetador en mi casa. La cabeza de Hefesto, pegada casi nariz con nariz con la de Afrodita, sin llegar a juntar sus labios mientras «veían» la pelicula, pero esque literalmente estaban pegados, y la cabeza de Hefasto podía hundirse en los pechos de Afrodita facilmente si alguna de las cabezas se «resbalaba» porqué él estaba apoyado, algo que hace muy bien Afrodita. Para que entendaís, si Hefesto levantaba la cabeza para mirar en cualquier dirección que no fuese la pantalla de la tele o las ventanas de la casa, todo lo que veria serían los pechos de Afrodita. Osea que sin deslices de ningún tipo tenía invitación gratuita. Además de la constante respiración «agitada» o normal, como dicen ellos, y los masajitos de Afrodita que me sé de pe a pa. Además, seguía un pote de helado en la mesa (ya vacio, osea ni lo habian limpiado) que antes habia usado Afrodita para darle cucharaditas de helado a Hefesto. Incluso manchandose a-pro-po-si-to el escote, para luego limpiarse los pechos con un pañuelo a lo pelicula porno. Es que no tenia sentido el maldito descaro que estaba presenciando.
Hasta el momento, no eran conscientes de mi presencia. Pero yo había visto todo lo que necesitaba ver. Hice un ruido.
Los dos levantaron la cabeza de golpe y las separaron, sus cuerpos no, pero jeje la cabeza si. Eso si que estaba más subidito de tono, debieron pensar.
La questión, es que yo no podía salir de ahí, porqué es mi casa. Así que fuí directo al sofá e intenté sentarme, cortando de raíz el problema. Pero Hefesto se negaba a dejarme un hueco, literamente como si es-tor-ba-se. Me daba negativas, largas o directamente; no respondía.
No os haceís una idea la tensión que habia en el comedor. El silencio, las miradas que se hacian y que me devolvían. Esque encima tenían el descaro de mirarse como si no los estuviera viendo. Y luego ese acuerdo en silencio, de mirarme como si me hubiese dado algo. Suena paranoico, pero os estoy contando literalmente lo que mis ojos vieron, pero con palabras.
Seguidamente, esto de aqui que os contaré señores/as, es la reacción genunia de Hefesto cuando lo han atrapado haciendo algo que no debía; callarse. Y lo he vivido con él, no me lo estoy inventando, aunque luego ya vereís lo que sucede. ¿Pero sabeís que vino a continuación?
Hefesto me dijo exactamente:»Sientate en una silla.» Básicamente lo de siempre desde hace unos dias, pero esta vez con el tono directo de «estorbas». 0 insinuaciones, directo. Como a mi me gusta.
Tan fuerte se retorció mi estomago, no sé como debí de mirar a Hefesto en esos momentos. Pero se dió cuenta de que su respuesta habia excedido con creces mis límites, porqué aquel momento fue el último en el que me dirigió la mirada, escondiéndola detrás de la pantalla del movil. Y entonces le repetí con rotunda seriedad, que-se-a-par-ta-ra. De los dos metros y medio de largo que mide el sofá, ocupandolo todo él y Afrodita, se limitó a doblar las rodillas y dejarlas caer fuera del sofá.
Lo miré en silencio. Aquel gesto tan vago, tan de pasotismo, de importarle poco lo que estaba haciendo en casa de su mejor amigo con tal de camuflar lo que estaban por hacer, dolió tanto. Sentí como si las neuronas se me apagaran de golpe, el corazón se me disparó y empecé a notar como me retumbaba el pecho. Fuego en las entrañas, hervía. Sentía la sangre corromper y quemarme las venas. La cabeza roja a punto de sacar el humo del interior. Tomé aire, cerré los ojos y con la voz entrecortada, luchando por controlarme y no levantar de golpe la voz, le pregunté que qué coño estaban haciendo.
Y se hubiese quedado ahí si lo hubieran admitido. Pero ocurrió todo lo contrario. Trataron de hacerme ver que estaba loco, que eran imaginaciones mías y que lo que estaban haciendo era completamente normal entre ellos dos. Los cojones.
Lo que más me dolió, es que aún sabiendo lo que estaba pasando, trataban de burlarse de mi inteligencia, cuando sabian perfectamente que a mi no me la iban a colar. No puedes estafar a un estafador, dicen, o algo así. Trataron de jugarmela, de hacerse los tontos y que yo lo estaba exagerando.
Y si yo no los conociera, tampoco hubiese dicho lo mismo si en vez de ser yo hubiese sido un espectador más de lo que sucedió ayer. Pero por desgracia, los conozco. A los dos, muy bien. En especial Afrodita, que fue la que saltó primero tachando mi insinuación de locura y con la que he vivido decenas de veces esa misma exacta situación con ella y con otras. El desespero que tenía, sus prisas y ganas de «defenderse», es que se delataba ella sola. Como a la niña que le dicen que le gusta otro niño de la escuela. Exactamente igual.
Harto estoy de verla hacer lo mismo. ¿Y me quiere convencer a mi de lo contrario utilizando las mismas herramientas que utilizábamos nosotros? Eso me dolió. Pero me dolió de manera en que esa inteligencia de la que tanto me alagan ellos, también era mentira? Ahora la subestiman. La única manera que tenían para que hubiese cambiado de opinión hubiese sido con acciones, no con palabras. Pero su siguientes acciones, me han dejado una duda que luego os plantearé. Tuve que repetirles varias veces que no se trataba de ninguna broma, que cortaran el rollo. A mi me daba igual lo que hiciesen entre ellos, lo que no iba a tolerar es que fuese en mi casa y delante mio. Ignoro su comportamiento en casas ajenas, pero en la mia, no.
Se quedaron quietos, ni se molestaron en ponerse bien. Hasta que no di un golpe contra la mesa, para que entendieran la seriedad de la situación, ni se molestaron en separarse, mientras yo los estaba viendo directamente.
Entonces empezaron los turnos de la defensa y el ataque. Ellos se defendieron alegando que su comportamiento es el normal y el de siempre, que me habia fumado algo raro, que no estaba en mis cabales y que era imaginación mia, un bucle de repeticiones, daba igual lo que dijese, lo que les mostrase; «nada, te lo has fumado tio». Incluso la propia Afrodita me dijo lo siguiente, ojo por que no tiene pérdida: ¿De verdad crees que me acostaría con alguien en esta casa? o la que me tiró luego de esa, peor aún; ¿Te crees que me acostaria (más vulgar, obviamente) con un amigo mio?
:D
En caliente, esas cosas pueden servirte con determinadas personas. Solo le faltó decir conmigo delante, no te jode. Que hija de p*. No soy propenso a insultar en los debates, os adelanto que no lo hice, pues soy de los que pienso que insultar en un debate (además acalorado, porqué estabamos a gritos. A excepción de Hefesto que seguía oculto detras de la pantalla, sin decir nada, llevaba un cuarto de hora mirando el instagram o es que no sabia ni donde meterse) te arranca cualquier resquicio de razón. Pero lo primero que pensé es que era una guarra mentirosa. Y lo de guarra me la trae floja, hoy en dia como que meh, pero mentirosa conmigo después de tantos años de amistad y de saber como soy yo, ufff. Dolió.
Pero dolió más que aún a sabiendas de que lo sabia, de que si yo si he saltado para decirles algo, es porqué no me iban a convencer ya de lo contrario. Hasta ellos mismos me lo admiten, que los pillo cuando intentan nada, de lo que sea. Ellos saben como soy, y que nunca digo nada sino estoy 100% seguro o casi al 100%, y que puta casualidad que en estos temas solo me equivoco con personas ajenas a mi vida. Ellos sabían perfectamente que si estaba sucediendo algo así en ese momento, es por que hay un motivo de peso que lo ha desencadenado. Siguieron insistiendo, mintiendome a la cara, peor aún tratandome de tonto. Insultando a mi inteligencia con mensajes subliminales y no tan subliminales.
No me juraron nada, tampoco es que fuese a valorarlo más o menos. Tampoco se disculparon por su comportamiento en mi casa, ni nada. Continuaron alabando ahora a mi reciente locura, además de repetir a modo de broma «En mi casa, no.». Repito, lo que me dolió no fue encontrarlos ahí, mis sentimientos por Afrodita son cercanos a nulos si no tienen que ver con la amistad. Fue su constante mentira, insultos y del intento de tornar la situación en contra mia. De Hefesto no puedo decir nada porqué no dijo nada que no fuesen burlas a lo que decía, pero con su historial los dos éramos conscientes de que tampoco podía hablar mucho (su última pareja era la pareja de su exmejor amigo, y se liaron en casa de otro de sus amigos :D, pero eh, que no es la única eh).
Seguramente me estoy dejando mil detalles, miles de micro-cosas que pasaron. Pero sucedió todo tan rápido. Nadie dió el brazo a torcer, como me imaginaba que iba a pasar. Pero no me tenían que convencer de nada, habia visto lo que habia visto, con todo lo que sé de ellos, lo de estos dias y vidas pasadas, yo salté para informarles en el acto y sino, para prioris. Ya era tarde para convencerme de lo contrario. Ellos tampoco accedieron a reconocer lo que estaban a punto de hacer, y mientras escribo esto (un dia después), tampoco lo han hecho.
¿Os parece normal? Yo entiendo que son dos amigos que se quieren mucho, como yo los quiero a ellos. Pero precisamente una amistad es una relación con 0 tensión sexual, cuando la hay deja de serlo. Que para eso están los amigos con derechos. ¿Vosotras ponéis vuestros pechos tan cerca de la cara de vuestros amigos? Literalmente una pulgada, dos como mucho. Si os gustase el chico, lo entiendo. ¿Pero y cuando no? Y si entonces tanto que no le gusta, ¿Por qué lo hace? ¿Por qué me miente tan descaradamente?
Y de Hefesto no tengo mucho que decir, puesto que no se dignó a siquiera defenderse. Pero 1) su historial no esta a favor. Y me planteo lo mismo para él. ¿Le gusta o no le gusta? Si le gusta, que haya hecho todo eso me cuadra en mis esquemas. Si no le gusta ¿Por qué coño no se aparta? Los hombres somos más directos en estos temas, en especial Hefesto que tiene 0 reproches en rechazar a una mujer (aunque rara vez lo hace, lo que me refuerza la posición). Y no me jodaís, los dos somos hombres. Me puede vender la pelicula que quiera, pero un par de tetas tiran más que dos carretas. Aunque no le guste directamente Afrodita, fácilmente puede ocurrirle como a mi. Pero esque ellos dos no tienen por que esconderlo, a mi ni a nadie. Es lo que me patea, que no solo lo escondan y mientan, sino que me traten de lunático.
Bueno, eso es lo que ha ocurrido. Más tarde llegó mi hermana, Artemis, y por el bien del estado mental de la casa decidimos no seguir el tema. Bueno, ellos no lo sé, yo dije que lo de hoy no se iba a repetir más, me senté en el sofá; me puse música e ignoré completamente a todo el mundo que no fuese mi hermana ese dia.
No estoy seguro de que hacer ahora, sinceramente. No hablaré este tema más con ellos, obviamente si van a hacer algo (porque según ellos, exagero, son cariñitos de amigos. ¿Perdón?) y no estan en mi casa; me iré y les dejaré todo el tiempo y espacio que necesiten, me parecerá feo que lo hagan delante de mi pero en fin, me da que las últimas caras que me faltaban empiezan a aflorar. Pero si tengo que repetir lo de ayer una vez más, será para despedir nuestra amistad.
Ahora bien. ¿Qué conclusión sacáis de todo esto? ¿Opiniones? ¿Pensáis que he exagerado? ¿Qué son paranoias mías? Decídmelo, por favor, porqué de la manera en que me lo estaban planteando ayer el mundo se sintió surrealista por unas horas. Como si fuese lo más normal del mundo. Y hoy tambien se lo he explicado a unos amigos cercanos, no tan importantes pero parte del grupillo y me han dicho que «ni fu ni fa», como si insinuaran que en verdad su comportamiento no es para tanto.
¿Os parece bien lo que hicieron? ¿Os parece mal? ¿O directamente no pensáis que haya nada raro? Lo cual me gustaria saber, aunque os adelanto que no cambiareis mi opinión. Si restregarse como mandriles es amistad, he vivido engañado toda mi vida, y lo seguiré haciendo porqué lo encuentro una falta de respeto si el interés no es mutuo, si hay otras personas delante y eso. Pero siempre es interesante conocer diferentes puntos de vista.
Y ahora bien, quizás la idea de cortar la relación sea un poco precipitada. Son 6 aós, y aunque tengan sus respectivas casas cada uno, con sus familias, se puede decir que pasan mucho más tiempo en la mia que la suya, cuando no trabajan/estudian. Pero soy muy intolerante con ciertas cosas, pocas pero intensas. Y que me mientan, o se rian de mi inteligencia de esa manera es una de ellas, y no tiene brazo a torcer, es cruz y raya. Puedo ser un loco, quizás, en este mundo ya no sé quien tiene la razón y quien no, pero si algo estoy seguro es de mi mismo, y puede que sea un poco mudo pero no ciego. No seré «experta social» como Artemis, gracioso como Hefesto o astuto como Afrodita, pero el lenguaje no verbal es mi campo, después de todo pasé 16 años de mi vida comunicándome con las personas de esa manera. Y ese lenguaje no puedes ocultarlo, si acaso intentar controlarlo, pero siempre habrán fallas.
Ahora mismo estoy hecho un lio con todo, me gustaría poner orden pero eso tomará su tiempo. Mientras tanto, sabiendo que nadie tiene la razón absoluta, me gustaría escuchar vuestros puntos de vista. Sé que ha sido un ladrillazo de texto, mis más sinceras gracias hasta el que haya llegado hasta aqui. ¡Nos vemos debajo!
Nota: Por favor, si has llegado hasta aqui y deseas compartir tu opinión, te agradezco y me alegro de que me hayas prestado tu tiempo, pero te pediré que al igual que yo he cumplido con mi parte del trato en satisfacer tus cotilleos, si vas a responder al post pido que sea tu opinión genuina y subjetiva (u objetiva, si te atreves), pero por favor; abstente de criticas o menosprecios porqué ya sabemos de antemano que todos somos santos cuando se trata de pecados ajenos.