Hola amores, hoy quiero contaros cómo cambió mi vida en un instante. Era por la mañana, mi padre estaba en casa y todo parecía normal, después de comer me fui rápidamente a clase sin decir adiós, llegaba muy tarde y no quería perder el bus.
Pasaron las horas y las clases terminaron así que me dirigía al bus de vuelta a casa cuando de repente me suena el movil, una llamada de whatsapp de mi padre?? Que raro. Contesto, responde la voz de una mujer «Tu padre ha sufrido un ictus, está en tal hospital»… QUÉ!? Fui corriendo y nada más llegar me informaron, por suerte se pilló a tiempo… Ojalá terminara el post ahí, pero no.
La cosa se complicó, lo trasladan a otro hospital, mi padre ha sufrido una hemorragia en el cerebro y puede quedar muy mal. QUÉ!? Me voy en taxi hasta el otro hospital, pasan 2 horas y solo se que mi padre está muy crítico… Pasan 4 horas y dos médicos me llevan a una sala, que mala pinta… Esto lo he visto en muchas películas, ahora es cuando me sueltan la bomba. Correcto, la realidad supera la ficción. Mi padre está pendiente de un hilo, en caso de que salga de esta sufrirá grandes secuelas, mi padre jamás volverá a ser el mismo…
Pasan más días, mi padre está rodeado de tubos, cables y máquinas, está muy sedado, no puedo comunicarme con él, no puede escucharme, no puedo ni siquiera abrazarle. Pasa casi un mes, le han operado dos veces ya, ahora mi padre hace una semana que no tiene sedación y aún así no despierta, ha entrado en coma. Despertará, no? Le pregunto a los médicos… Y ellos me responden: una gran parte de su cerebro está muerta, hay muchas posibilidades de que no despierte. Y qué va a pasar??? «Cuando salga de la UCI, subirá a planta, después lo llevaremos a un hospital crónico, tu padre no puede volver a casa, necesita muchos cuidados».
Mi padre, un hombre de 60 años, fuerte, luchador, con mucha energía… Ya no va a poder ser el de siempre, ya no vamos a dar nuestros paseos por el centro, ya no vamos a tomarnos nuestro café al bar de los domingos, ya no vamos a pasear juntos al perro, ya no NADA, ni siquiera contarnos qué tal el día.
Y sabéis una cosa? Nunca le dije lo mucho que lo quiero, nunca lo escuchó, por más que se lo digo ahora, nunca lo va a escuchar. Ya es tarde. Por favor, si leíste hasta aquí, aprovecha al máximo de las personas a las que amas, no tengas miedo de expresar tus sentimientos, a lo mejor mañana ya no.
Gracias por leerme, ni siquiera se de dónde saqué las fuerzas para escribir sobre esta situación que me está atormentando. Gracias.