#RebecaYoTambién

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  • Gemma
    Invitado
    Gemma on #167651

    Venga, pues me uno: #RebecaYoTambién:
    Iba caminando tranquilamente con una amiga por mi pueblo, era verano, con el maldito calor de la vida (no soporto el calor, creo que soy medio Stark…) y claro, en la calle por la que pasábamos estábamos solas, ella una chica más bien menuda y yo que soy más bien grandullona. Giró un coche, bajaron la ventanilla y gritaron: “VETE A CORRER POR EL CAMPO, GORDA!”. Mi reacción primera fue girarme a mi alrededor por que no sabia si iba para mí, por que por desgracia he escuchado gente que dice estas burradas y alguien LES CONTESTA pero como a modo “broma” (unx amigx no diria eso por mucha confi que te tenga pero hay gente que es imbecil…). Cuando vi que iba para mí me quedé que no supe que decir, y mi amiga del pla “déjalos que no tienen nada mejor que hacer, que tu eres muy guapa, que da igual qué peso tengas por que eres bonita por fuera y por dentro”, pero a día de hoy lo recuerdo y pienso que 1. Menudos gilipollas. 2. Que vida más triste deben tener para insultar a alguien al que no conocen de nada para sentirse superiores. No dejes que te influyan, que eres genial!!!


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    Irene
    Invitado
    Irene on #167658

    Ante todo … ÁNIMO REBECA!!!

    Bueno, voy a empezar por una anécdota que no es por el sobrepeso, pero sí por una «imperfección» física. Tengo las orejas separadas, en plan soplillos, y nunca nunca nunca jamás en mi infancia y adolescencia salía de casa con el pelo recogido. Cuando tuve como 21 o 22 años empecé poco a poco fui dándome cuenta de lo incómodo que era vivir aterrada por esto, así como el calor que se pasa con el pelo suelto en verano. Cuando me atreví a llevarlo recogido me daba cuenta de que la gente me miraba, pero yo también las miraba y les soportaba las miradas… hasta que un día dos adolecentes gilipollas se cruzaron conmigo y me dijeron algo de las orejas. En ese momento no se me ocurrió nada mejor que soltarles un «y eso que no me has visto las orejas del coño lo grandes que las tengo» su cara fue un poema y yo me sentí liberada del miedo absurdo de mostrar esta parte de mi cuerpo. Sé que es una grosería pero no me pude contener XD

    Por el sobrepeso … puedo contar mil, pero las que más me duelen son las que recientemente me han ocurrido. Por ejemplo una nena de poca edad no paraba de mirarme porq yo estaba bailando y pasándolo muy bien, se acercó a su madre le dijo algo, la madre me miró se rieron las dos y la nena continuó mirándome y haciendo burlas con toda su familia sobre mi. Nadie le paró los pies, todos le reían las gracias y yo … pues me rompí por dentro de pensar que una NIÑA tenga esos comportamientos… pero seguí bailando!!!

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    Vampi
    Invitado
    Vampi on #167674

    #RebecaYoTambién

    Si guapa, todas hemos pasado por cosas así.
    Yo la vez que con más coraje recuerdo fue en la despedida de soltera de mi amiga.
    Fuimos a un pueblo vecino a una discoteca que había con mucha fama para tales menesteres y allí pasándolo bien, bailando y tal y venga un niñato a ponerse detrás mio y venga a decirme gorda y gorda y gorda. De verdad, no se que problema tiene la gente que no se puede divertir si no es metiéndose con los demás.
    Yo me volví y le dije que estaba allí para pasarlo bien y que si me iba a dar la noche.
    El tío que venga a insultarme y me vuelvo y le digo, mira feisimo, con esa cara y te metes conmigo? Anda y déjame en paz, so feo.
    Se ve que le dolió (o que los amigos se rieron de él) que luego vino a decirme que por qué le había dicho feo y tal. Hay que joderse con el gilipollas, encima el dolido era él.
    Ya hace mucho tiempo y no me acuerdo de más, pero si que me encaré, me encaré.

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    Vampi
    Invitado
    Vampi on #167678

    #RebecaYoTambién

    Otra muy buena.
    Una noche salí de marcha con unas amigas. Una de ellas, rubia y delgada, me presenta a un tío que acababa de presentarsele a ella.
    Cuando me lo están presentando se pone a reirse y hacer muecas porque, vaya gorda que le iban a presentar (no lo dijo pero se lo vi en la cara), y cuando me acerco, no le di dos besos, le dije «Yo tampoco tengo ningún interés en conocerte, la verdad» jajajajaja, lo dejé con una cara que me reí toda la noche acordándome :P

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    Dani
    Invitado
    Dani on #167684

    A mí me pasaron muchas, pero la que recuerdo más data de hace 20 años. Aún tengo sentimientos encontrados al respecto.
    Tenía yo 13 años y era mi primer año de instituto. En mi clase había un par de repetidores y uno vivía en mi calle. El muchacho en cuestión tomó por hobbie seguirme a casa todos los puñeteros días gritándome lo gorda y peluda que era (¿recordáis los chándales con las cremalleras abiertas? Así iba yo). El caso es que un día, ya a final de curso, me di la vuelta y lo empujé con todas mis fuerzas. Se cayó de culo y un señor que pasaba se rió, no me volvió a hablar en todo el insti (ni después, gracias). Yo me sentí fatal después porque obviamente le había hecho daño y me enseñaron que no se pega a otros niños pero qué bien que me dejó en paz.

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    Marian
    Invitado
    Marian on #167759

    Hola guapas

    Como a todas, me han dicho varias cosas de este estilo pero la que más me dolió fue la de una compañera de trabajo, que al pedir cambiar un turno porque tenía una actuación de danza del vientre me miró con bastante asco y me dijo: «no te da vergüenza ponerte esa ropa y salir a bailar delante de gente con ese cuerpo que tienes?»
    En ese momento me hizo bastante daño y me sentí muy insegura, pero me recompuse y ahora esa clase de comentarios no me afectan. Hay gentuza con mucha maldad dentro, pero somos fuertes y después de caer, nos levantamos.
    Ánimo preciosa, hacéis una labor muy importante.

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    Txus
    Invitado
    Txus on #181297

    Hace casi 10 años nació mi hijo mayor por cesárea. No entraré en detalles de la violencia obstétrica que sufrí desde que entré por la puerta y lo que me fastidiaron uno de los que deberían ser de los mejores días de mi vida. Pero lo que recuerdo claramente fue lo mal que me hicieron sentir al ponerme en la mesa de operaciones super estrecha y corta de la que me «rebosaba» por todos lados y empezar con comentarios de mierda como que eso pasa por comer tanto, que mi cama tenía que estar bien reforzada por que el día que encargué al muchacho la cama corrió peligro (como si el sexo de gordas fuera solo para procrear loa días concretos) y que mi marido no tendría espacio de maniobras. Cosas así varias. Yo bastante tenía encima con todo lo que me estaban haciendo que sólo alcancé a ponerme en modo ironía y les dije que mi marido era grande también y que no se preocuparan que mi cama aguanta lo que haga falta. Fue tan humillante estar ahí tumbada, desnuda, con 2 personas (una por cada lado) sujetándote para no caer de la camilla por no caber y escuchar toda esa sarta de sandeces, que aún hoy cuando salen mierdas de estas me viene a la mente. La gente no se las piensa pero nosotros no olvidamos algunas por desgracia.

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