Buenas chicas. Hace un tiempo que escribí aquí que después de más de una década de amistad con mi mejor ex amiga, estaba ya cansada de sus continuos desplantes y su poco interés hacia mi y por todo lo que me pasaba.

Me dijistéis que tenía una relación de dependencia, algo que no entendí mucho pues precisamente no andaba enganchada a ella ni tampoco hablábamos apenas ya. De todos modos y por motivos diversos, decidí acudir a terapia y gracias a eso, pude entender que hay gente en la vida que es mejor dejar atrás. Que ya cumplieron su ciclo y empeñarse en que ello vaya más allá es darse de frente contra un muro.

Pues bien. Estoy totalmente sola en mi ciudad: no tengo amigos, colegas, ni nadie con quien quedar.

¿El punto positivo? Eso ya no me agobia cuando antes sí. Además sé que acabaré encontrando personas con las que relacionarme de manera más profunda puesto que estoy creando un entorno propicio para ello.

Siempre he sido una persona introspectiva (que no tímida ni con problemas a la hora de socializar) pero mudarme de nuevo me hacía sentir insegura. Me he acostumbrado a mis rutinas, tengo nuevos hobbys, me estoy sacando el carnet y he entrado en la universidad. Donde antes solo veía caos ahora tengo un hermoso futuro por delante.

Deciros también que estuve trabajando pero al final me despidieron y aunque las condiciones fueron inhumanas me di cuenta de que puedo con mucho más de lo que creía. Que no flaqueo ante la adversidad y sobre todo, que tengo mis ahorrillos para ir tirando y seguir independizada.

Me estoy descubriendo a mi misma de nuevo. Es una sensación muy extraña, ¿alguna vez os ha pasado? Que creíais que eráis de una manera y te das cuenta de que en algún momento cambiaste y no te diste ni cuenta y que todo el malestar que tenías era por seguir maneras antiguas de hacer las cosas o de pensar.

Es un camino interesante. Todo esto lo he logrado sin ayuda de nadie. Me he visto en algunas situaciones echando de menos a esta ex mejor amiga pero me vi fuerte como para no volver a la dinámica tóxica de antes.

En fin, perdonad la perolata. Quería deciros que hace ya mes y pico me escribió. Pasé un poco del mensaje y cuando me vi preparada, le respondí. Ella ignoró la respuesta y hasta ayer, que me volvió a mandar un Whatsapp. La verdad es que no entiendo lo que quiere, sencillamente me pone «¡Tía, espero que estés bien!». Sé que si le respondo, me va a dejar en visto así que no me sentiría cómoda haciéndolo, la verdad. Su interés no es real como ya me ha demostrado en muchísimas ocasiones.

Después de todo este trecho que he hecho por mi cuenta y sin estar pendiente de nadie más que de mi crecimiento personal, no sé si debería responderle siquiera. No sé si decirle sencillamente «Sí, gracias» o qué. ¿Debería ignorarla? Porque me parece inaudito que me mande eso cuando vive a cinco minutos (literalmente) de mi casa.

No sé, chicas. Estoy cansada de la gente tóxica en mi vida. De tener que conformarte con lo que viene. Como me dijo mi terapeuta: «¿Crees que eso es lo que vales?» una pregunta que me abrió los ojos y referida a cómo dejaba que los demás me tratasen.

¡Un besazo enorme!