Relato II: mi mejor vez 2

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  • Científica empedernida on #143109

    Holaaaa!!

    Como deje mi segundo relato a medias, os cuelgo la segunda y última mitad. Es un poco más » hot» de lo publicado hasta ahora…no sé si os gustará

    «…
    En esta vida hay muy pocas cosas que me quiten el sueño, a partir de esa noche dormía con dificultades y me levantaba cada poco. Una noche, estando yo preparándome una infusión, se conectó al Messenger (uy, parece que hablo de hace siglos). Estuvimos hablando horas, me confesó que llevaba observándome mucho tiempo y que yo parecía no hacerle caso. Siempre metida en mis asuntos. Le gustaba de verdad, pese a lo que opinase mi hermano.
    Empezamos a quedar y poco a poco empezamos a tener una relación más de amistad. Una relación que duro casi 4 años.
    En esos cuatro años hubo de todo pero lo que nunca nos faltó fue la pasión. Él me enseño prácticamente todo lo que sé de sexo. Me enseño a darle placer y a descubrirme a mi misma para que me lo diesen. Gracias a él, hoy en día, sé satisfacer a un hombre en varios aspectos y sé lo que me gusta en cada momento.
    Teníamos unas sesiones de sexo bastante intensas, sobre todo los días que yo estaba sola en casa. Al principio, le robábamos los condones a mi hermano. Ambos sabíamos donde los guardaba. Y después yo empecé a tomar la píldora y lo hacíamos sin protección, cosa que solo lo he hecho con él.
    Un polvo que recuerdo como si fuese ayer, fue uno que recuerdo como uno de los mejores.
    Mientras duró nuestra relación hacíamos mucho deporte. Esa tarde, aunque se preveía que iba llover, decidimos salir a andar en bicicleta por unos caminos cerca de la costa.
    Como siempre a él le gustaba ir delante, cosa que a mí no me importaba porque así podía admirar ese culo que me traía loca. Rara era la vez que no me hacia reír moviéndolo de forma graciosa.
    Empezó a llover justo en el momento que llegábamos al punto más lejano de mi casa. Tuvimos que acelerar bastante el ritmo para que el camino de vuelta lo hiciésemos lo más rápido posible. Daba igual, aquella tarde diluviaba…
    Al llegar a mi portal ambos íbamos chorreando. Guardamos las bicicletas. En el ascensor, nos empezamos a reír porque ninguno de los dos podía respirar del esfuerzo. Mientras yo cogía unas toallas, él se dirigió a mi habitación.
    Aún con el sofocón y medio jadeando, nos sentamos en la cama. Le tendí una toalla y él empezó a secarme el pelo. Me besó. Fue uno de esos besos que son tan intensos que te dejan sin respiración.
    Su boca bajo a mi cuello y poco a poco mis manos empezaron a desnudarle. Sentía los latidos de su corazón, acelerado por el esfuerzo. O tal vez, no. Tal vez estaba acelerado por la intensidad que iban cogiendo nuestros movimientos. Sus manos se habían convertido en miles y me había despojado de mi camiseta.
    Sin pudor ninguno, me quité le sujetador y me senté en su regazo. Él jugaba con mis pechos, lamiendo los pezones y agarrándome fuerte. Yo me apoyaba las manos en sus rodillas para exponerlos más hacia su boca.
    Noté como su miembro se iba endureciendo y manosee su zona por encima del pantalón. Él gimió de tal manera que me hizo continuar esas caricias. Nuestras lenguas estaban entrelazadas y parecía que luchaban una contra otra.
    Yo gemía en su oído. Te voy a echar el mejor polvo de tu vida, Ana, me susurró en el mío. Yo gemí de placer. Estaba encendida y, como buena escorpio, pongo todo mi potencial en lo que tengo entre manos.
    Si dejar de besarme, se levantó conmigo encima y fuimos juntos hasta el cuarto de baño. Una vez allí, me dejo en el suelo y abrió la ducha.
    Mmmmm, un poco de diversión para hoy, me dijo con una mirada picara. Nos volvimos a fundir en choques de lenguas, manos inquietas y cuando me disponía a bajarle el pantalón, me paró en seco. Entremos a la ducha, será inolvidable, me ordenó. Y así fue.
    Su boca recorrió todo mi cuerpo, como el agua. Me chupo mis pezones tiesos mientras yo jugaba con su polla erecta. Estábamos ardiendo los dos, yo le necesitaba dentro de mi… me separé un poco mis labios a fin de metérmela pero él me paró en seco. No seas ansiosa, Anita, me dijo volteándome dentro de la ducha.
    Yo me agarre al grifo mientras él me bajaba el pantalón empapado desde atrás. Una vez hubo terminado se arrodillo mientras me empezaba a bajar el tanga con la boca, rozándome con los dientes. Me acariciaba mis muslos con jabón y mi parte más interna no pudo alcanzar más temperatura.
    Con la alcachofa de la ducha fue mojándome desde mis pies hasta mis muslos. Introdujo uno de sus dedos en mi vagina y yo excitadísima empecé a jadear más y más hasta llegar a gritar de placer. El agua dejo paso a su lengua y empezó a hacerme la mujer más feliz del mundo por unos instantes, hasta que me corrí en su cara.
    No había manera de pararme y solamente era capaz de pronunciar su nombre y decirle que quería más. Más y más. Quería que me penetrase con toda la intensidad que pudiese, que me diese placer extremo.
    Donde segundos antes había tenido su mano y había sido impregnada por mi flujo, metió su gran polla haciéndome gritar de la manera más animal que lo he hecho jamás. Yo me sujetaba en la pared y él me empotraba desde atrás en la ducha. Notando todas sus embestidas y dando gritos de placer extremo.
    Cada vez que me penetraba lo hacía con más furia. Descargándola sobre mi cuerpo. Un sexo salvaje, sin igual. Yo agarrada al grifo y apoyada en la pared y el sujetándome por las tetas para no perder el equilibrio. Imaginaba su cara, una mezcla entre placer y esfuerzo.
    Quiero ver cómo te corres, dije sin respiración. Me dio la vuelta y cogiendo una de mis piernas, me empezó a penetrar cara a cara. Yo agarrada a su cuello, y medio en volandas, no podía más… mi cuerpo y el orgasmo más intenso estaban a punto de estallar.
    Mi último grito de placer fue el detonante para que él se derramara dentro de mí. Y juntos llegar a un placer mutuo.
    Después tuvimos grandes momentos de placer mutuo, pero nunca como el vivido aquella lluviosa tarde dentro de mi ducha.»

    Espero ansiosa vuestras opiniones!

    La Científica empedernida

    Responder
    Sweetheart
    Invitado
    Sweetheart on #143178

    Guau!!! Me encantó!!!
    Sin palabras.
    Yo digo: escribe más relatos como estos tres que subiste ????????????????????????????????????!!!

    Responder
    Científica empedernida on #146969

    Gracias por animarme!! ya he subido algún otro y estoy en proceso de escritura de más!!

    Responder
    leli
    Invitado
    leli on #147687

    Madre mía!!! sin palabras… me ha encantado

    Responder
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