Pues eso, me gustaría comentar una noticia que ya tiene una semana pero de la que me acabo de enterar hace un rato (cosas del verano). Resulta que el Presidente del Parlamento de Nueva Zelanda ha dado de comer al bebé de un diputado mientras este intervenía en un pleno y, qué queréis que os diga… ME PARECE LO MÁS. Primero porque rompe con todos los estereotipos relacionados con el género y el poder (¿os acordáis de la que se lió con el hijo de Bescansa en el Congreso? Pues eso…). Segundo porque habría que normalizar más este tipo de conductas que responden a la cotidianidad de la vida.
¿Qué os parece a vosotras?