Yo tengo un Nino de 3 anos que duerme desde el principio. Con un ano fue a dormir a su habitación, porque salto de la cuna y decidimos que era el momento. A día de hoy sigue durmiendo, come super bien. Ahora va al cole y hemos tenido que adaptar un poco la vida a sus horarios y ir al parque más de los que nos gustaría. Pero no pasa nada
Nosotros le llevamos con nosotros a algunos festivales de música y hacemos un montón de planes con el. Tanto mi pareja como yo, somos muy activos en tener asambleas, y cuando va uno el otro se queda el.
Hace un mes nació la Nina y también duerme, hoy ha dormido 5 horas seguidas, para un bebé de 1 mes es muchísimo.
Ahora estamos adaptando la vida a ella, pero han sido fiestas del pueblo y hemos hecho muchas cosas con ella incluido.
El post parto es duro si, pero poco a poco va pasando.
Para mí, es de las mejores sensaciones que he tenido en la vida.
Creo que en la maternidad hay que aprender a ser madre y persona a la vez.
Es difícil, pero se puede.

Hola amiga.
Pues mira yo llevo en esto de ser mamá apenas 4 meses (un pelín menos) Y momento perfecto nunca es.
Por lo demás por mi opinión es que por desgracia creo que es algo que hasta que no te ves, no sabes si a ti te compensa o no.
He visto mujeres ser madres sin quererlo y descubrir que eran lo que deseaban toda la vida y no lo sabían y otras que, después de mucho buscarlo, lo han conseguido y se han arrepentido.
Supongo que como todo en la vida es gestión de expectativas. Y en el caso concreto de la maternidad preguntarse mucho y muy fuerte, si quieres ser madre porque realmente lo quieres o porque en el fondo tienes esa vocecita dentro de ti que te dice»es lo que toca» o «es lo que tienes que hacer».

Mi experiencia personal es que como te he dicho, nunca es el momento y el miedo no se va a ninguna parte, se transforma.
Estuve buscando mucho tiempo y no venia así que me rendí. Empecé un proyecto de vida nuevo para darme de alta cómo autónoma y cuando ya estaba todo a punto, ahi estaba, la doble línea en el predictor, hace casi un año ya.
Mi cabeza había cambiado y ya no esperaba tener niños así que ese momento más que con ilusión, lo viví con sorpresa y rabia. La ilusión vino después, poco a poco y el miedo se fue haciendo más grande en unos sitios y más chiquitos en otros.

Ahora que está aquí, a mí me ha compensado y mucho.

Si, se renuncia a cosas. Yo, por ejemplo, he tenido que aparcar mi proyecto porque era para trabajar desde casa y ahora ese lugar es su habitación. Yo era de las que me he pasado el embarazo diciendo que ya no más, porque, entre otras cosas, es duro desmontar una ilusión aunque sea para acoger a otra. Y si, hay aspectos que ya no serán iguales nunca más. Y ahora, ya ves, me planteo quedarme otra vez de aquí a un año porque para mí ser madre, me ha llenado más que cualquier otra cosa que he hecho en la vida.

No todo es rosa, no todo es horrible. Es cuestión de eso, gestión de expectativas y para bien o para mal, tu propia experiencia, ya que tú eres tú y cada niño es diferente. Y cada embarazo también.

Lo único con lo que te puedo tranquilizar es que se puede ser plenamente feliz siendo madre y se puede ser plenamente feliz no siéndolo. No necesitas ser madre para tener una vida plena. Y que decidas lo que decidas seguro que encontrarás la manera de que funcione.

Mucho ánimo y un abrazo

Yo decidí no tener hijos cuando a mi hermano pequeño le diagnosticaron esquizofrenia, y fui consciente de que ser madre puede ser una condena de por vida. A sus 81 años, mi madre sigue cuidando de mi hermano, que tiene 38, y se lo hace todo como si fuera un niño de 5. Cuando le pregunto que por qué soporta eso, me dice que no lo entiendo porque no soy madre. Pues, la verdad, prefiero no tener que entenderlo nunca.

Pues yo no sé si mi opinión te va a ayudar. Porque no sé explicarte por qué, pero a pesar de que la maternidad es muy dura, frustrante muchas veces, mi hijo es lo mejor que he hecho en mi vida. Ahora lo pienso y no recuerdo cómo era mi vida antes de tenerlo ni me interesa. Que los primeros años son duretes? Pues si, duermes poco, las rabietas, tu ocio se reduce y se debe de adaptar …y a pesar de todo esto siento que si volviera a vivir mil veces, mil veces lo volvería a tener. También es cierto que mi marido está comprometido a tope con su crianza y educación, y al contrario de lo que pasa muy a menudo, a nosotros el amor que le tenemos a él nos ha unido muchísimo más, es como un secreto maravilloso que compartimos sólo nosotros dos. Y cuando llegan las cosas malas, somos uno el pilar del otro y nos sentimos indestructibles.
Al margen de que mi hijo, que no es porque sea mi hijo, es un nene buenísimo. Duerme bien, come bien, notas excelentes, empático, cariñoso, generoso … Si hubiera sido de otra forma igual cambiaba mi relato pero es que no puedo decir otra cosa. Para mí lo malo lo compensa todo lo bueno de muy muy lejos.

Mi hija está a punto de cumplir los 3 años (yo tengo 36) y ahora es cuando me estoy empezando a sentir «yo» de nuevo, desde hace unos pocos meses.

Mi embarazo fue perfecto, trabajando y haciendo deporte hasta el mismo día del parto (empecé con contracciones sobre las 13:00 tras volver de hacer pilates, entregué el último encargoclaboral a las 17:00 ya sentada en la pelota de pilates haciendo posturas de trabajo de parto para aliviar los dolores y avisé a mis clientes de que dejaba de trabajar durante unos meses). Mi posparto fue un infierno porque por culpa de la matrona acabé en cesárea de urgencia y casi morimos mi hija y yo. Recuerdo los 4 primeros meses como borrosos, una sensación de dolor físico, aturdimiento y soledad. Por supuesto sabía que tenía que cuidar a mi hija y lo hice, nunca le faltó nada de cuidados y cariño, le daba el pecho… todo normal, nadie se imaginaba (o no les interesó ni se preocuparon por ver) que tenía depresión posparto y estrés postraumático por la situación de extrema violencia obstétrica que viví y luego el ninguneo y la minimización de los hechos por parte de mi pareja y mi familia.

A los 6 meses ya podía llevar a mi niña en la mochila de porteo y valerme físicamente, y eso unido a la terapia me hizo mejorar. Mi hija me hace inmensamente feliz, la quiero más que a nada en el mundo, pero es verdad que cuando estás en los primeros meses, incluso el año o año y medio, todo se magnifica quizá también debido al cansancio y parece que has tomado la peor decisión de tu vida, pero pasa muy rápido. Ahora me siento culpable de no haber disfrutado de ella hasta que tuvo unos 6 meses, pero me centro en todo el tiempo que pasamos después y el que paso ahora con ella. No la llevé a la escuelita hasta este septiembre con 2,5 años y no me arrepiento aunque eso significase que yo trabajase por las noches, lo que suma más al cansancio. Pero pienso que todo ese tiempo no vuelve, me asombra verla, me conmueve lo buena que es, cuando me abraza, me da besitos, expresa cariño, compasión y buenos valores, la pureza de su corazón. Toda ella es fantástica y, sí, pensé que mi vida se acababa cuando ella tenía meses, pero se acabó para empezar otra vida con ella, con otra identidad adicional, la de madre. No es el fin de tu vida, es un cambio. Todos cambiamos con los años, incluso quienes no tienen hijos, solo que el cambio es distinto. Y ahora que tiene casi tres años y yo he vuelto a ver la luz, la vida es maravillosa con ella y volvería a sufrir todo lo que sufrí (¿qué son un par de años en comparación con toda una vida?) para tenerla conmigo.
Ánimo y que no te acobarden los malos comentarios.