¡Hola! Os leo cada día y gracias a la mayoría de vosotras y de artículos en la web por fin he terminado de aprender a quererme.
Os pongo en situacion, soy una chica que midw 1.75 y pesa unos 85 kg, he hecho siempre mucho deporte pero lo he abandonado durante los últimos años, lo que ha hecho que la mayoría de mi músculo se convierta en grasa. Se podría decir por mis características que soy gordita, pero yo soy de llamar a las cosas por su nombre. Y soy gorda, pero orgullosa de mi y de mi cuerpo.
La cosa es que estoy empezando a quedar y acostarme con un chico, al que ya conocia anreriormente aunque nunca habiamos intimado. Él es un chico grande y gordete, tiene barba y el pelo largo y con eso a mi ya me tiene ganada, es de los míos. Ayer, tras tener relaciones empezamos a debatir y derivar, que es lo que solemos hacer. Acabamos hablando de que a él no le gusta su cuerpo, que no le gusta que le vean con luz, que se siente acomplejado. Su madre siempre ha sido muy dura con él en este aspecto y el consciente y sabe que no debería ser tan duro consigo mismo pero es algo que no puede evitar. Quiere hacer deporte, comer menos y dejar de hacer cosas con las que disfruta porque no son tan saludables, como jugar a videojuegos o leer. Yo le he dicho, entre otras miles de cosas, que querer cambiar es bueno, que si quiere adelgazar porque no se siente bien,adelante, pero que sea porque ama su cuerpo no porque lo odia. El insiste en que no será feliz hasta que no este delgado y pueda gustar a todo el mundo, que en esta sociedad es necrsario estar delgado. Es más me confesó que yo no soy su tipo de chica, que no lo gudtan las chicas con sobrepeso y que mi cueepo no le atrae, pero que le encanta mi mente, mi manera de pensar, mi personalidad y mi actitud. Yo le di las gracias por ello, y le molestó porque me dijo que no era un cumplido. No paré de explicarle que para mi es mucho más interesante que alguien me diga que le atrae mi mente más que mi cuerpo. Y que además yo sé que estoy buenísima, lo que pasa que solo un público reducido y especializado esta capacitado para disfrutarlo.
No sé que hacer, le molesta cualquier comentario al respecto, sin querer cariñosamente le dije gordi, y se rebotó un montón. No sé si seguir hablando del tema con él, pasar, dejar de verle… He pasado por eso, he sufrido gordofobia, he odiado mi cuerpo, pero eso ya es pasado, ahora estoy aprendiendo a quererme de verdad, y aunque haya días malos en los que mandaría a la sociedad a la mierda cada día son más los días en los que me miro al espejo desnuda y sonrió.