Como dice Quique González en “Su día libre”, necesito entrar en los sueños de alguien.

Y ya sabes que no quiero que sueñes conmigo, es mucho mejor que me pienses, de forma consciente.

Pero quizá… Si entro en los sueños… Puedo llegar a ser el primer pensamiento. Porque lo que realmente es un lujo, es ser el primer pensamiento de alguien, de forma consciente pero inevitable.

Y a la vez, necesito tener a quien dedicarle mi primer pensamiento. Despertarse y pensar en la reunión de dentro de un rato con toda esa panda… No motiva nada.

Si, estoy modo moñas, pero lo que es, es. Y no hay nada mejor que saber que tu primer pensamiento también te dedica el suyo.

Sin querer, sin planearlo, sin poder controlarlo… Estar ahí, mientras abres los ojos. Ser el motivo de la primera sonrisa del día. Tener una buena razón para levantarse con buen humor.

Porque hoy por hoy, me despierto y… Solo puedo pensar que tengo sueño y el montón de rato que falta y todo lo que tengo que hacer antes de volver a acostarme. Es lo que hay y da un poco de bajón, ¿No?

Y… Ya que nos sinceramos… Saber que hay alguien que te dedica sus primeros pensamientos cada día… ¿Eso es lo más no? Porque no hay nada que lo provoque, es espontáneo. Por si solo, su cabeza te recuerda, te visualiza y se alegra, ¿eso? ¡Eso tiene que se la leche!

Mañana, cuando te levantes ya me dirás en quien pensaste y, más importante, pregúntale… ¿Y si tu primer pensamiento también te pensó?

 

@sandecesbybertabo