El susto que se pegó Víctor Aparicio cuando Facebook le dijo “revisa tus recuerdos de hace un  año” y se vio en la entrevista que concedió a Ana Rosa 365 días antes, siendo joven, tuvo que ser de  aúpa. 

¿Quién es Víctor Aparicio? Me alegra que me hagas esa pregunta. Es un héroe de los que no llevan  capa, un enfermero de UCI que tiene locas las redes con el tremendo cambio físico que ha  experimentado en un año y que ha querido compartir con nosotros mediante dos selfies en Twitter.

Leer lo del cambio interior hace pupa… 

¿Soy la única en la sala que ha dicho que en 2020 no cumplía años porque ese año no cuenta? Pues  hoy os digo ¡Qué más da cumplirlos! Mirad a Víctor, más canoso y cansado, pero con el atractivo de  ser merecedor de los aplausos de las 20.00h, aunque ahora nos hayamos olvidado.  

Y no solo él puede presumir orgulloso de las marcas de la guerra que ha tenido que librar y le  hacen más bello. Tú, tu familiar, tu amigx, tu conocidx, los que han salvado una vida o facilitado la  llegada o la estancia en un hospital, en un ambulatorio o en una resi, tenéis que ir con la cabeza bien  alta. Somos muchos los que os seguimos aplaudiendo y muy ignorantes y desagradecidos quienes os  han dado la espalda. 

Ahora viene mi furia. Con lo de dar la espalda abro un amplio abanico de personas a las que  mandaría a Marte a ver qué se cuece por ahí.

Para empezar… ¿Por qué Jordi Évole da voz al proclamado mamarracho de la pandemia? O sea, no  estamos bien jodidos, que tiene que venir el ingeniero de turno a decir que en mi casa entras sin  mascarilla. Y tenemos que oírlo, claro. 

Pero agárrate, que vienen curvas, que el otro día entro en Twitter y Victoria Abril es tendencia…  Que resulta que el premio por soltar sandeces en los medios de comunicación es ir a MasterChef  Celebrities. Tócate el papo. 

 

Menos mal que la tendencia era para echarse encima del programa. No pienso ver ni al uno ni a la  otra, les importará una soberana hez lo que yo haga, pero con mi punto de audiencia que no cuenten. 

Y es que se puede ser negacionista (solidario, a ser posible), terraplanista y de los que construyen  búnkers apocalípticos, pero hay que tener cuidado en quién, cómo y cuándo se saca en televisión; que  si con poner el telediario cinco minutos te dan ganas de ir a timbrar al del búnker apocalíptico a ver si  te hace un hueco, como escuches también a los de la plandemia, el lorazepam se te va a quedar corto. 

Demos voz a quienes lo merecen, Víctor Aparicio y todos los que durante un año habéis sido  esenciales. Es a vosotros a quienes quiero escuchar. 

@loryzepam_