Una madre del colegio le ha dicho a otras que mi hijo es El Mal

 

No soy una persona demasiado sociable. Cuento a mis amigos con los dedos de una mano y la verdad es que no hago mucho por ampliar mi círculo social.

Soy educada y amable, pero no soy ni nunca he sido el alma de la fiesta. Cuando llego a los sitios saludo, hago lo que tengo que hacer y me voy.

A estas alturas de mi vida no creo que me vaya a dar por cambiar. Soy como soy en mi casa, en el trabajo, en el supermercado o en el parque. Y, por supuesto, en el colegio de mis hijos.

Cuando los voy a llevar o a recoger, lo que menos tengo son ganas de ponerme a socializar con el resto de las madres y padres.

Lo mismo cuando vamos al parque. Allí, o bien juego con mis hijos, o bien cacharreo en el móvil mientras ellos juegan juntos, que tampoco pasa nada por disfrutar de un momentito para mis movidas.

Supongo que por este tipo de cosas no termino de gustar en el círculo de mamis y papis. De hecho, si me entero de la opinión que tienen de mí y de algún que otro cotilleo, es solo porque una de mis pocas amigas tiene un niño en el mismo centro escolar.

Es ella la que me pone al día. Lo que me cuenta a veces es información de interés, otras, pura paja intrascendente.

Sin embargo, lo que me contó el otro día me cabreó como hacía mucho que no me cabreaba. Me puso de muy mal humor y me dio mucha rabia.

Resulta que una de esas madres con afán de protagonismo, de las que manejan el cotarro, abren los grupos de Whatsapp y tienen los teléfonos personales de todas las profes del centro, les ha dicho a otras madres que mi hijo pequeño es El Mal —¡EL MAL!—, que es maligno. Y no veas lo que me ha tocado los ovarios.

 

Una madre del colegio le ha dicho a otras que mi hijo es El Mal

 

Porque me pregunto yo en qué se basa esa señora para decir semejante cosa de un niño de cinco años. O sea, en realidad lo primero que me he preguntado no ha sido eso. Lo primero que no entiendo es a qué mierda viene rajar de un niño pequeño, para empezar. Ya para seguir, por qué coño dice que es EL MAL. Que anda que no se puede decir cosas del niño, que soy su madre y lo conozco como si lo pariera, literal. El niño es muy movido y muy trasto. Pero es que ni siquiera es un niño pegón, no me han dado las quejas por eso jamás.

¿Cuál será el rasgo de su personalidad por el que se ha ganado ese sobrenombre? Quisiera saberlo. Lo malo es que mi amiga me lo ha contado en plan confidencial y no puedo preguntárselo directamente a la susodicha sin dejarla a ella con el culo al aire. Solo me ha dicho que estaban hablando de algunos chavales y que había salido a relucir el mío por algo que se perdió. Y que la mujer esta comentó que ‘ese niño es El Mal’. Aunque tampoco les quiso aclarar por qué lo decía.

Le he dado una vuelta y lo peor del caso es que, hasta donde yo sé, mi hijo solo ha interactuado con el suyo en su presencia una vez. Fue una tarde en el dichoso parque. Los niños jugaron muy bien juntos, solo hubo un detalle feo por parte del mío. En un momento dado, trasteando con el cubo y la pala del suyo, se puso a darle golpes contra un árbol para despegar la tierra pegada en el fondo. Ella, al verlo, se levantó echa una furia, le quitó el cubo y le dijo que no se tratan mal los juguetes de los demás. Yo ratifiqué sus palabras, me lo llevé de allí y fin de la historia.

 

Una madre del colegio le ha dicho a otras que mi hijo es El Mal

 

Ni van a clase juntos, ni se ven en otros sitios…

Conclusión (en mi opinión): Aquí la única maligna es una señora de al menos cuarenta tacos que se dedica a hablar mierda de niños pequeños. ¿No?

Es que yo no puedo entender otra cosa.

 

Anónimo

 

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