Si hay algo que me ha quedado claro después de engancharme una vez más a la Isla de las tentaciones, es que los únicos que pueden ser infieles son los hombres. Y no vengo a hacer aquí apología de la infidelidad. Ni voy a entrar en los motivos que llevan a cada uno a cometerla. Pero oír comentarios del tipo” Yo lo de él lo entiendo, porque claro, su novia es una celosa, pero yo no le he dado ninguna razón a ella para que me haga esto”, me enerva, me enerva bastante.

Y es que sí amigas, parece ser que los hombres siempre tienen una razón totalmente comprensible para ser infieles. Pero cuando se trata de las mujeres, ahí la cosa cambia. Las mujeres es que nos volvemos locas, somos unas falsas o unas guarras (por ser políticamente correcta). Porque claro, ellos nunca nos dan ninguna razón para plantearnos ser infieles. Son perfectos y nos tratan siempre como reinas. ¿Cómo podemos plantearnos ni si quiera fantasear con otro hombre? Gracias tendríamos que dar de tenerlos a nuestro lado. ¿Y los que pretendan acercarse a nosotras? Uy, esos son los peores. Esos sólo nos quieren para follar.

Evidente chicas

Pues bien, queridos míos, por una vez voy a ser la nota discordante con este tema. Y como he dicho antes, no voy a defender si está bien o mal ser infiel. Ahí cada uno con su consciencia. Pero a riesgo de crear polémica, sí que voy a defender que las razones de las mujeres para ser infieles son igual de válidas que las de cualquier hombre. Basta ya de ese asqueroso compañerismo de manada entre vosotros. De la mierda de frases de “Es lo mejor que podías hacer” “No has hecho nada malo” “Ella se lo merece” y bla bla bla. Me aburre mucho. De verdad os lo digo.

Porque, aunque os parezca mentira. Aunque quizás os cueste entenderlo y no entre en vuestra cabecita. Las mujeres también tenemos derecho a caer en la tentación. Y que nuestras razones para ello no sean las mismas que las que vosotros aceptáis entre vosotros, no quiere decir que dejen de ser igual de válidas para ser escuchadas y comprendidas. A ver si os pensáis que vuestras infidelidades nos duelen menos por estar “justificadas”. Nos duelen igual que a vosotros las nuestras. Y lo siento, pero no por ser hombres tenéis más derecho que nosotras a cometer una infidelidad.

No, no, no y no

Así que basta ya de culpabilizar a la mujer con este tema. Cuando es el hombre quien es infiel, es culpa de la mujer que es una celosa, que no le da lo que necesita o que es una controladora. Y cuando es la mujer la que es infiel, claramente es su culpa también, porque es una guarra y no sabe apreciar al hombre que tiene a su lado. De verdad lo digo, ya basta. Que parece que los únicos que pueden ser infieles son los hombres.

Y sí, que está claro que muchas de las parejas de la isla de las tentaciones ya estaban en las últimas antes de entrar. Que seguramente mucho sufrimiento se hubiera podido evitar afrontando los problemas de otra manera.  Que ni el escenario ni el momento no han sido los idóneos. Y a saber cuántas de las cosas que hemos visto ya estaban pactadas y planificadas previamente. Queda claro que es un programa de televisión y lo que quieren es crear polémica. Y muchas cosas no es que vayamos a aprender viéndolo. Pero me escuece que no se mida con el mismo rasero a hombres que a mujeres con estos temas. Y repito, no vengo aquí a defender la infidelidad, pero qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno y no en el propio.