Vale lo de ser una Dramaqueen se nos da genial, lo sabemos, lo sé. Pero, también hay que reconocer las cosas buenas, ¿no?

Hace unos días os hablábamos del drama de ser culona y nos quejábamos de todas las cosas que las que tenemos el pandero grande teníamos que “sufrir”, pero, ¿y todas esas cosas en las que tenemos ventajas? 

Si amigas, las tenemos y, tras consultar a muchas de mis personitas cercanas (tanto culonas como no) hemos reunido algunas de ellas, e incluso ¡hemos descubierto cosas que muchas chicas que no tienen booty envidian de nosotras! Como lo oyes, muy fuerte mari.
Niña sorprendida

La clasificación por situaciones es la siguiente:

Bootyfashion 

Comenzamos, como siempre, con el tema ropa. Nos quejábamos de las tallas, el complejo de canguro… pero, ay nena, cuando encuentras tu talla, esa que te va como anillo al dedo y, de repente, te conviertes en modelo de ropa interior porque tus carnes hacen que ese tanga luzca de manera espectacular. 

O, cuando todo el mundo quiere ponerse ropa ajustada de abajo, faldas de tubo, vestidos largos pero al rellenarlos de arriba solo no quedan iguales y, llegas tú, con tu culamen y ¡PUM! se ajusta a cada una de tus curvas como si lo hubiesen tejido milímetro a milímetro para ti. Ahí no nos quejamos tanto, ¿eh?

Bootysocial 

Vale, hemos llegado a la conclusión de que los bares tienen que hacer las sillas más grandes, aceptamos que los columpios ya no son para nosotras (de momento) y demás… pero, ¿y esa sensación de agobio en plena Gran Vía un sábado a las 17.00 de la tarde cuando quieres atravesarla para llegar al musical que está en la otra punta y ahí parece que están regalando pizzas de la estampida de gente? En ese momento, amiga BBC, das gracias por tener esa increíble arma de distanciamiento, tú culamen. 

La gente sube y baja cuál zombie estresado en The Walking Dead y tú lo único que tienes que hacer es ir abriéndote paso entre ellos a golpe de booty, tú eliges si quieres hacerlo rollo sutil o más rollo espartana, el caso es que es eficaz igual. 

Además, piensa en positivo, ahora hay que mantener una distancia social con todo el mundo. La circunferencia que marque tu culo alrededor de tu cuerpo es tu espacio de seguridad, ¡no puedes pasar!

Por no hablar de esa vista privilegiada de toda la terraza que te da tú culamen y que, ¡oh vaya! ¿Y ese maromazo? Nos está mirando…

Chica nerviosa ligando

Bootydaily 

Porque en el día a día también tenemos muchas ventajas que dejamos pasar de largo y que hacen que, tanto nosotras como nuestros más allegados puedan disfrutar de nuestro pandero.

Poco se habla de la pedazo de almohada portátil que llevamos pegada al cuerpo y que bien que gozan nuestras parejas, amigos, familiares o mascotas en viajes, sesiones de netflix y demás. Es una faena que nosotras no podamos usarla porque tiene una pinta de ser de lo más cómoda… 

Además, no se si habéis preguntado a amigas que no tengan mucho culo alguna vez, pero muchas están incómodas al sentarse en el suelo porque se clavan todo, ¡ajá! Viva nuestro cojín incorporado nenas, ¡viva!

Y, por supuesto, en cuanto a vida íntima se refiere, habrá de todo, pero estoy segurísima de que todas las parejas de las Big Booty Bitches amaran por los siglos de los siglos amén, llegar a casa darse un abrazo y engancharse a ese booty cuál gatito a la lana y si no, preguntad, preguntad. 

Gato pidiendo mimos

Y estás, amigas mías, solo son algunas de las ventajas que tenemos, pero pararos en vuestro día a día a valorar todas esas cosas que nuestro magnífico culamen nos regala. 

Os aseguro que son muchas, ¡no todo son dramas! Como decía Fran Perea: ‘Quien me lo iba a decir…’

 

@SaraZarco