CBD para tratar el insomnio: una alternativa natural

La gente ha utilizado durante mucho tiempo la planta de cannabis con fines medicinales. Los compuestos llamados cannabinoides son responsables de los efectos que tiene, y entre ellos abundan el cannabidiol (CBD). Uno de los usos más contrastados de este compuesto natural es como alivio del insomnio y para ayudar a conciliar el sueño de un modo eficaz y sin contraindicaciones. Las más recientes investigaciones han contrastado sus efectos positivos, y eso hace que comprar aceite cbd se haya convertido en una alternativa real y eficiente a la farmacología clásica. Son numerosas, y en aumento, las personas que usan CBD por una amplia variedad de razones, incluida la reducción de las convulsiones, la ansiedad y el dolor. En este artículo, analizamos si funciona como remedio al complicado caso de aliviar el insomnio y si realmente puede ayudar a conciliar el sueño.

¿Qué dice la investigación sobre el CBD y el sueño?

En la última década, el creciente interés público por los beneficios de la marihuana, y el CBD en particular, ha animado a los investigadores a estudiar sus efectos. Los primeros estudios indican que determinadas dosis de CBD pueden favorecer el sueño.

Una investigación encontró que, en comparación con un placebo, una dosis de CBD de 160 miligramos (mg) aumentaba la duración del sueño. Los investigadores también concluyeron que dosis menores de 40 y 80 mg de CBD ayudaron también a los participantes a conciliar el sueño.

Los niveles de cortisol, la hormona del estrés, suelen alcanzar su punto máximo por la mañana, pero las personas con insomnio pueden tener niveles altos de cortisol por la noche. Independientemente del insomnio, tener niveles altos de cortisol por la noche se asocia con un mayor número de despertares nocturnos.

En un estudio sobre los efectos del CBD, los investigadores encontraron que los niveles de cortisol disminuyeron de manera más significativa cuando los participantes tomaron 300 o 600 mg de aceite de CBD. Estos resultados sugieren que el CBD afecta la liberación de cortisol, posiblemente actuando como sedante.

Un análisis más reciente del CBD y el sueño reclutó a 103 participantes que tenían ansiedad o falta de sueño. Los investigadores estudiaron los efectos del CBD combinados con los de otros medicamentos recetados.

Las dosis de CBD variaron de 25 a 175 mg. Los investigadores encontraron que 25 mg era la dosis más efectiva para la ansiedad y que abordar los problemas de sueño requería dosis más altas.

Durante el estudio de 3 meses, los investigadores hicieron un doble seguimiento mensual de los participantes. Tanto en el primer seguimiento como en el segundo la mayoría de los pacientes informaron de mejoras evidentes en sus rutinas de sueño. Los investigadores concluyen que el CBD podría ayudar a las personas a dormir a corto plazo, y comunicaron la necesidad de seguir realizando pruebas para verificar estos efectos a plazos más largos.

Efectos secundarios y otros riesgos del CBD

En general, la evidencia disponible sugiere que el CBD se tolera bien.

Algunas personas informaron fatiga y sedación mental con el uso de CBD, pero los investigadores concluyeron que esto podía estar relacionado con la dosis. La ingesta diaria de 10 a 400 mg de CBD durante un período prolongado y por diferentes vías no tuvo un efecto tóxico en los participantes de un gran estudio retrospectivo. Incluso las dosis de hasta 1.500 mg por día fueron bien toleradas. Esto resultados contrastados mostraron que solo dosis desmesuradas del compuesto podrían causar ese efecto informado.

Hasta el momento, no existen informes de sobredosis peligrosas ni, por supuesto, letales de CBD. Un estudio indica que las dosis de 400 a 700 mg de CBD, que se consideran altas, pueden agravar los déficits cognitivos en personas con esquizofrenia. Sin embargo, la combinación de CBD y THC puede mejorar la cognición.

Los investigadores informan que el CBD puede causar otros efectos adversos al interferir con otros medicamentos, lo que haría necesaria más investigación. En cualquier caso, se recomienda que pacientes que estén tomando algún tipo de medicación de forma regular consulten con su médico antes de iniciar el uso de CBD.

Otras ayudas para dormir

El pilar del tratamiento del insomnio es la terapia conductual. Algunas técnicas efectivas incluyen:

  • técnicas de relajación
  • terapia de control de estímulos
  • terapia de restricción del sueño
  • prácticas de higiene del sueño
  • terapia de intención paradójica
  • reestructuración cognitiva

El insomnio es común, particularmente entre los adultos mayores y las personas con otros trastornos médicos y psiquiátricos. Cualquiera que tenga problemas para dormir debe hablar con un médico y evitar automedicarse. Una persona puede estar experimentando:

problemas para conciliar el sueño

problemas para permanecer dormido

mala calidad del sueño

El mejor enfoque de tratamiento depende del tipo de dificultad para dormir, pero un médico puede recomendar terapia conductual, medicación o una combinación de remedios. Cualquiera que piense que puede estar tomando demasiados somníferos o que experimente los efectos adversos de un sedante debe hablar con un médico.

Conclusiones

El insomnio es una afección común y los médicos generalmente recomiendan cambios de comportamiento, a veces en combinación con medicamentos recetados. Es creciente el número de personas que intentan resolver los problemas del sueño con CBD. Tomar CBD parece ser seguro en general, aunque la investigación sobre sus efectos, particularmente a largo plazo, es limitada.

Las pruebas realizadas y las investigaciones más recientes sugieren que el CBD puede mejorar la duración y la calidad del sueño. Se está avanzando en los estudios para determinar la forma más eficaz de tomar CBD y la cantidad adecuada para ayudar al sueño. Para aprovechar todo el potencial de este remedio natural es imprescindible acudir a plataformas de confianza, como Justbob, donde encontrar aceite de CBD de calidad y con todas las garantías.

Referencias:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24281562/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6326553/pdf/18-041.pdf