Podríamos decir que soy la loca de los papeles pintados. Me chiflan. Tengo una verdadera obsesión por ellos y los considero un elemento clave el el 99% de los espacios. Pero a pesar de lo maravillosos que son, siguen a día de hoy teniendo un par de inconvenientes y no son aptos para todos. Ya sea porque tienes gotelé y no quieres meterte en el engorro de quitarlo, porque estés de alquiler y el casero te los tenga prohibidos o porque, básicamente, no te atreves (motivo aburrido pero lo acepto). En estos casos, es cuando recomiendo apostar por los vinilos decorativos: requieren menor presupuesto, los requisitos para instalarlos son mínimos y los puedes quitar y poner donde te de la gana.
Así que en el post de hoy, os enseño unos cuantos vinilos decorativos para que os enamoréis. Hay para todos los gustos, bolsillos, estancias y edades. Hasta os he colado un unicornio cuqui para el portatil (no me he podido resistir). ¡Ale, a quererlos todos!
Made of Sundays y Made of Sundays.
Chispum y Chispum. El segundo brilla en la oscuridad. Muero.
The Living Wall y Made of Sundays.
XOT Barcelona y The Living Wall.