Hay personas que salvan el culo a una, en momentos muy difíciles en que estamos en caída libre. Yo encontré mi salvavidas por aquí, en Weloversize, y vengo a contároslo.

Nunca tuve una relación a distancia, tampoco un amigo de estos que conoces por internet y no paras de hablar con ellos cuando eres adolescente. Y eso que tuve una época en la que estuve muy sola cuando no era ni una niña ni una mujer. Pero la verdad, creo que las redes sociales nunca se me han dado del todo bien. Sin embargo, encontré Weloversize hace ya unos cuantos años y me volví adicta, me empoderé y no había día que no entrase a bichear que se había subido nuevo. Lo que no sabía es que me iba a dar de nuevo otro regalo años después, cuando mi vida parecía más estable.

Weloversize y su magia, que sé que no es la primera vez que lo hace. Y que en esta comunidad se reúne lo mejorcito del mundo entero, de eso estoy segura. Por cierto, a las que me leéis: sois la leche.

Pero empecemos por el principio, estaba embarazada y os lo conté por el foro al poco de enterarme, muchas de vosotras me felicitasteis y me disteis fuerzas y ánimos. Tiré adelante, peleé. Y a lo largo de mi embarazo me dediqué más a la parte welovermoms, a leer historias también por el foro vuestras y a responder y tratar de devolver esa mano que me disteis a mí. Y un día, en uno de esos apartados del foro, una chica comentó de hacer un grupo de embarazadas y así tener un apoyo más directo por WhatsApp, adelante, ¿qué tenía que perder?

Pues el tiempo, eso de lo que no dispuse en mi embarazo y me quejaba tanto que no tenía. Ese grupo lo leía cuando podía, cuando el trabajo me lo permitía y cuando paraba un poco el culo. Pero nenas, no le presté atención a esas mujeres embarazadas que hablaban poquito y también cuando podían.

¿Sabéis cuando el destino te pone a alguien en tu camino y sí o sí estás destinado a conoceros?

De las que éramos en ese grupo nos pasaron a otro más grande y sólo quedamos dos del grupo inicial, P y yo. Y si yo pensaba que en el embarazo no había tenido tiempo no tenía ni idea de lo que sería el posparto.

Hablaba por el nuevo grupo cuando podía para quejarme de las noches que me daba el pequeño y a buscar apoyo, y el apoyo se transformó en las palabras cálidas de una mujer que me escuchaba y comprendía y respondía cada mensaje que ponía por este grupo.

No recuerdo cuando empezamos a hablar en conversación individual, de la maternidad, de preocupaciones, de nuestras parejas, de nuestros problemas personales, de nuestras alegrías y de nuestros planes diarios. Os prometo que no recuerdo en qué momento parecía que nos conociésemos de toda la vida, como una amistad de amigas desde la infancia.

Nos separan 300 km, pero el corazón se me llena con nuestros audios que a veces se convierten en podcasts o con nuestras fotos de los peques… Tan distintos, tan parecidos a la vez, que no se si os lo he dicho, pero se llevan dos semanas sólo.

Como estoy segura de que me estás leyendo, (porque quien me incentivó a salir de mi depre posparto y volver a retomar la escritura a través de la página fue ella), gracias por dejarme entrar en tu vida, aunque sea a distancia. Me salvaste, me apoyaste y me diste unas fuerzas que tanto necesitaba cuando estaba al borde del abismo. Gracias por haber estado al otro lado.

 

Whirlwind