Crush: Dícese de un enamoramiento repentino, como un flechazo, que apasiona, independientemente de si es realizable o no. Similar al amor platónico.

Vamos, que es cuando te mola alguien. Bien sea en el mundo real o uno de los muchos maridos que tengo repartidos por series, películas y libros.

Todo el mundo tiene alguno. A mí, los que he sacado de la ficción ya casi no me caben, porque claro, los míos son para toda la vida. No los remplazo, yo tengo un listado (que se sigue ampliando) y el otro día me puse a pensar que yo llevo amando a personajes desde muy pronto. Porque no importa si están hechos a tinta o a pixel.

Los primeros amores me llegaron viendo series de dibujos de pequeña (espero no ser la única). Aquí van algunos de mis primeros amores.

Mark Lenders

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El malote (pero por una vida complicada). Era el tipo duro de Campeones: Oliver y Benji. “Oh, oh, oh, oh, oh. Cha na na na” (Qué temazo, no pasan los años por él).

Lenders (que en realidad se llama Steve Hyuga y la serie era Captain Tsubasa. Ojo a la traducción), me enamoró con su morenez,  su pelico creciente y esas mangas remangadas. Creo que ha sido de las pocas veces en las que mi tiempo estaba dedicado al fútbol (tenían la ¡catapulta infernal!).

¡La catapulta infernal!

Y, de esta serie, también ocupa un lugar muy especial en mi corazón, Julian Ross (Misugi Jun). Que era capitán y un gran jugador pero estaba enfermo del corazón y, por eso, no superaba a Oliver. Ay, Julian, cuánto he sufrido contigo.

JulianrossSufriendo con Julian

Ginta

ginta-marmalade-boy-17399634-844-1095Ginta y su espaldaza.

Hubo unos años en que las tardes eran Hyakutake porque ahí ponían… ¡La familia crece! Menudo enganche. Ahí estábamos, pegados a la tele. Marmalade Boy fueron 76 capítulos de culebronaco mítico. Los protagonistas eran Miki y Yuu. Y sí, Yuu fue el amor platónico de muchas pero yo era de Ginta, el amigo de Miki. Ginta, no lo supiste, no lo sabrás (básicamente porque no existes) pero te quise a tope.

mb#drama

Eric

Holi, Eric.

El príncipe Eric de La Sirenita me cautivó con esa pose melancólica tocando la flauta en la playa, con esas cejas grandes y perfectas y esos ojazos (y no nos olvidemos que tenía el perro más genial del mundo). Aunque, que analizando ahora la película y volviendo a ver a la historia y a él, hay cosas que no… Pero en su momento, no parecían importarme y, tampoco, que no fuese muy espabilado… Ahora le diría un par de cosas. Pero, Eric…

Ays

Trent

Daria era genial. Daria Morgendorffer molaba y, al igual que ella, me gustaba (mucho) Trent. Él era el hermano de su amiga Jane Lane. Trent era veinteañero, tenía pintas grunge y tocaba  y cantaba en su grupo Mystik Spiral. Sí, Daria. Te entendemos. Nos pasó lo mismo que a ti, estábamos loquitas por Trent.

Tumblr_l7xc4meJuC1qcirj4o1_400Trent, te sigo queriendo.

Kenshin Himura

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Vamos a ver. ¿Cómo no iba a estar enamorada de este hombre? Con esa melena, con esa cicatriz, con esa katana… Tan profundo, con esa culpa en busca de expiación, Kenshin me enamoró perdidamente.

El caballero del antifaz

tuxlotsarosesMadreeee, el discreto. Toma ahí, rosas y capullos.

Armando Chiba, Mamoru Chiva, El señor del antifaz, Takishido Kamen… ¡Qué de nombres! Vamos, el del antifaz, el de Sailor Moon. Ahí que se ponía su antifaz y no lo conocía nadie. Protector de la Tierra, luchaba al lado de Sailor Moon y compañía. Y tan melodramático todo, tan teatral, tan exagerado, tan hortera… Que creo que todos nos hemos quedado con su imagen de antifaz y rosa a fuego.

Tuxedo_Mask¿ALGUIEN PUEDE DECIRME CÓMO VEÍA?

Simba

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No ha sido una ni dos. Si no varias personas que a lo largo de los años me han contado que les molaba… Simba. Así que aquí lo pongo. Parece que viendo El Rey León nos olvidamos de que 1. son ficticios y 2. son animales porque la escena en la Simba se va haciendo mayor hizo suspirar a más de uno (parece que también pasa con Robin Hood…).

Lupin III

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“Lupin, Lupin, Luuuuupin. El ladrón más elegante que se pueda imaginar. Oooh, oooooh…” No sé si elegante. Pero esas patillas nos cautivaron (al menos a María y a mí). Otro malote, pero esta vez, ladrón de guante blanco. Con esos trajes ceñidicos, todo desgarbado, un puntico mod y esas patillas nos hizo imaginar una vida de viajes y robos.

John Smith

Quería cantarte los colores en el viento y corretear contigo por bosques y cataratas. Ay, John, eras la versión mejorada del príncipe Adam (vamos, la Bestia transformada. ¿Soy la única que lo prefería de Bestio?). Me molabas, capitán Smith. Esos andares tuyos, esa camisa entreabierta, cuando te ponías a mirar al horizonte, esos besos a Pocahontas (ojo a esa escenota, ¿eh?). Sufrí mucho con ese final no feliz (¡bien!) pero, sobre todo, me enamoraste mucho.

Mención especial a Kocoum y a Thomas, el amigo de John. Sé que en la vida real estaría muy prendida de Tom. ¡Majez total!

Estos son sólo algunos de la lista. Porque me he dado cuenta de que no paran de salir: Robin Hood, Aladdin, Sergio (de Sergio y Juana), Dimitri, Ranma, Tarzán…  Así que habrá que continuar. Hay lista para rato.