La sociedad nos ha inculcado de forma consciente o inconsciente que nuestras vidas (aparentemente) terminan a los 30, que todo lo que deberíamos tener y conseguir en nuestras vidas debe ocurrir antes de los 30 o 40 años porque sino, significa que el tren de nuestras vidas se nos ha ido y que no hemos aprovechado las oportunidades que “podríamos tener a los 20” causando así una ansiedad respecto a los supuestos logros que debemos alcanzar en nuestra juventud pero, ¿realmente es así?

Nos han hecho creer por años que a los 30 somos incapaces de seguir nuestros sueños o planificar nuestra vida de una manera distinta; que a los 40 años ya debemos tener “nuestra vida hecha” y que de ahí en adelante no se puede soñar.

Que cuando tienes 30 años “la vida es más difícil” y que a los 40 todo es imposible pero nadie nunca nos ha dicho que, en realidad, la vida empieza a ser mucho más sencilla a los 30 porque hemos conocido el mundo de adultas y, en muchas ocasiones, ya sabemos identificar lo que realmente queremos; que a los 40 podemos volver a empezar, podemos redescubrirnos, reencontrarnos.

Nadie nunca nos ha dicho que nunca es tarde para soñar y que, sin importar la edad, podemos seguir teniendo metas en la vida para ser quienes realmente deseamos ser. Son pocas las mujeres que podemos encontrar de ejemplo que han sido capaces de romper con estos estereotipos y han saltado todas esas barreras impuestas por la sociedad durante décadas.

¿Tienes 30 años y es ahora que has decidido buscar a un compañero o compañera de vida? ¡Genial! Ahora mejor que nunca conoces el mundo, sabes cómo son las personas y te has llevado las desilusiones suficientes para saber lo que realmente quieres y sabes que mereces en tu vida.

¿Has pasado los primeros 35 años de tu vida viviendo la vida de alguien más y es ahora que has decidido estudiar lo que te apasiona? ¡PERFECTO! Los sueños no tienen fecha límite ni de caducidad.

Les pongo como ejemplo a mi madre: a sus casi 50 años, mi madre ha pasado por 2 divorcios, muchísimos abusos tanto por su familia como sus parejas, 3 embarazos y no fue sino hasta sus 44 años que descubrió su pasión por los Masajes Terapéuticos y empezó a estudiar a tope para seguir sus sueños.

Durante décadas vivió marginada como una ama de casa con miedo a ser ella misma hasta que a los 43 años se divorció por última vez y se volvió a enamorar o, mejor dicho, se enamoró por primera vez en su vida. Ella ha seguido estudiando, nos hemos mudado a un país diferente a nuestro país natal, ha empezado de 0 su vida a los 46 años, teniendo que buscar empleo y cambiar su perspectiva con los miedos que esto conlleva cuando uno emigra y ahora mismo sigue haciendo sus proyectos para alcanzar sus metas, al punto de convertirse en YouTuber para compartir su estilo de vida y todo esto ha ocurrido en esa edad en la que muchos juzgan y dicen que “el tren ya ha pasado”, sin embargo, ella me ha hecho ver que no es así.

La sociedad SIEMPRE nos pondrá impedimentos y trabas, hará que nuestra vida sea una constante angustia y todo esto es para evitar que realmente seamos felices pero no significa que no podamos demostrar que están equivocados. Puedes tener 20 así como puedes tener 40 o 60 años e igual encontrar al amor de tu vida, puedes perseguir tus sueños o fijar una nueva meta a los 45, puedes hacer un cambio de 180º a los 50 o empezar una familia a los 35. Los deseos no tienen fecha de caducidad ni mucho menos un límite en particular.

Las mujeres somos seres fuertes tanto física como mentalmente pero por siglos se nos ha dicho lo contrario, es por ello que hoy las animó a demostrar quienes somos realmente y lo valiosas que somos. Porque todas siempre, sin importar la edad, brillamos tanto como el oro y hemos venido a esta vida a brillar.

Dejar atrás estigmas que se nos han impuesto durante los años suele parecer una misión imposible pero les prometo que no es así. Busquen referentes, si no me creen a mi o a la historia de mi madre, busquen referentes, en sus familias, entre sus amistades, donde lo deseen y descubrirán que cada día más mujeres persiguen sus sueños y, si ellas pueden, tengan por seguro que todas podemos hacerlo. Es un camino largo y que toma tiempo pero les aseguro que la vista es fenomenal y lo más importante de todo es disfrutar del camino hasta llegar a la cima.

La ventaja de que estés en tus 30’s o 40’s es que tienes toda la sabiduría que habrías deseado tener a los 20’s, siendo así, ¿que te impide ahora aplicarlo en tu vida?

Eres maravillosa.

Eres hermosa.

Simplemente eres.

Ve a por ello guapísima, que la vida no se termina a los 25 años, es ahí apenas donde comienza.

Este artículo está dedicado a mi madre. Una mujer que me inspira todos los días a seguir mis sueños, a ser yo misma y a no tener miedo. Una mujer que me ha enseñado que el tiempo lo cura todo y que los límites nos lo ponemos nosotras mismas. Empecemos a crear más mujeres así, que sean ejemplo. Nunca es tarde

Momma Pato