Estaba hace unas horas, yo tan feliz de la vida, dando un paseíto antes de meterme en un bar a darme el chute de cafeína diario. Pequeños placeres de la vida. Esta historia podría haber acabado aquí; yo me habría comido mi tostaíta con tomate y aceite y aquí paz y después gloria, a darlo todo estudiando. Pero no.

10 de la mañana. Me había puesto bien guapa porque olémiconejo, tenía el guapo subido y me sentía bien. Paseaba por un barrio residencial que no es lo mejor del mundo, pero por una calle que directamente da a una principal con bastante tránsito. Muy tranquila a esa hora, más un día de fiesta. Y fiesta iba a tener. Iba ya directa hacia la calle principal, a la cafetería que había visto con más vidilla un rato antes al salir de casa, cuando decido cambiarme de acera. Un tío bien entrado en la cuarentena con no muy buena pinta venía directo hacia mí, y no le eché muchas cuentas. La calle no es mía, ¿no? Veo que se mete en una bocacalle, y pasándola yo de largo, escucho »Oye, perdona». Con toda mi buena disposición me giro, pensando que necesitará una dirección u otra ayuda de cualquier tipo, cuando me lo encuentro con todo el asunto fuera, sacudiéndoselo, y todavía tiene la desfachatez de preguntar »¿Quieres un poco?» Yo, sin muchas ganas de pararme a charlar, bufé y desaparecí calle arriba a paso ligero. Hasta que no llegué a la cafetería no dejé de sentirme observada o seguida, aunque estoy bastante segura de que no tenía la intención de ir detrás de mí; al menos no a esas horas.raw

Y te quedas con tu cara de gilipollas, con una sensación de asco importante, la mañana jodida (o el día si me apuras, que una es de darle vueltas a la cabeza) y atinas como puedes a pedir »café con leche y media de tomate, por favor». ¿Qué haces en una situación así? ¿Le haces un corte de mangas, te acercas y le subes el escroto a la nuez de una patada, sacas el móvil para mandarle una foto dedicada a la policía? En ese momento no se te ocurren las posibilidades y quieres desaparecer. ¿Y si no soy yo, una tía ya de 20 años que ya no se va a asustar de una polla y llega a ser una cría de 15? A mí no me va a coartar para salir en un futuro sea por la mañana, por la tarde o a la madrugada, pero no creo que un colgao vaya a tener la consideración de andar diferenciando entre mujeres y niñas. A mí me da todo el asco y me indigno, ¿pero una cría? No por el hecho de ver esa parte de la anatomía masculina, sino porque puedes coartar a una persona. Igual esa niña deja de salir sola. O sale pero con miedo. Porque si te pasa eso a las 10 de la mañana, ¿qué no te va a pasar a las 10 de la noche? ¿Por qué coño tenemos que vivir asustadas?no-baby-no-gif

Querido colgado: no sé si es que no te quisieron de chico, pero ojalá un día te den un susto haciendo cosas así. Que te hagan una foto, te denuncien, te lleves una patada en los huevos y pases la noche en el calabozo. Y ya no hablemos de si se te ocurre ponerle una mano a una mujer encima. Y no excluyo a las colgadas, porque aunque sea un problema más asociado al género masculino (el azorar a otra persona por la calle, hacerla sentirse violentada por un incidente de índole sexual), creo que todos estamos de acuerdo de que esto es algo que tiene que ver con educación y respeto, aunque no se pueda pasar por alto el problema social que es el machismo, la cosificación de la mujer y el abuso sexual presente en cualquier esquina a cualquier hora del día.

¿Qué haríais vosotras en una situación así, cuando te encuentras sola? ¿Plantarle cara a riesgo de salir tú escaldada o salir corriendo? Porque personalmente me jode mucho tener que huir con la cabeza baja cuando yo no he hecho nada malo, pero si se la ha sacado y te hace ese tipo de proposición, no sabes qué otra cosa más puede hacer si se te ocurre llamar a la policía; no digamos ya si tienes intención de plantarle cara directamente.

Autor: Sgt. Pepper