Cuando yo nací, mi madre tenía 20 años y 14 de edad mental. Hoy, tiene 45 y 14 de edad mental.
La relación con los padres cambia con el paso de los años y, algunas veces terminas siendo más maduro que ellos. Ya no solo es que tu madre tenga la mentalidad de una adolescente con las hormonas alteradas, es que tú te ves en una edad en la que ya no te apetece salir de fiesta cada fin de semana, tienes una pareja estable, disfrutas de la tranquilidad de un buen libro y te preguntas en qué momento se cambiaron los papeles.
- Alguna vez te han preguntado quién es la madre:
Ya sea tu novio, amigos o familiares cercanos, cuando les enseñas un whatsapp en el que avisas a tu madre (con toda tu preocupación) que hace frío en la calle y que se ponga un abrigo cuando salga.
- Compartís vuestras experiencias sexuales:
De alguna manera habéis cogido esa confianza, nadie sabe por qué ni cómo. Pero no os importa. Terminas hablando del tamaño, de los gustos raros de todos los tíos que pasan por vuestra cama, con pelos y señales.
Lo mejor de esto es luego hablar con ese amigo especial de tu madre que piensa que tú no sabes nada sabiendo que le gusta ser un sumiso en la cama.
- Os toman por una pareja lésbica (esto aumenta si lleváis el pelo corto y tenéis perro):
Más aún si vivís las dos juntas en un piso nuevo, dando situaciones tan divertidas como la que le pasó a mi madre: nuestros vecinos de enfrente, una pareja mayor muy agradable, en cuanto tuvieron la oportunidad se refirieron a mi como “la otra chica que vive contigo” con ese tono que todos sabemos que están esperando a que le revelemos la naturaleza de nuestra relación.
- Te llegan algunos mensajes raros:
Tu: “Mamá, ¿has llegado ya a casa?”
Tu señora madre: “No”
Tu señora madre: “Estoy borracha”
Tu señora madre: “envía una foto borrosa, con morritos, demostrándolo”
- Tener que cuidar a tu madre borracha:
Una noche que más que salir, apetece estar en el sofá, con un té caliente y viendo un documental de los que reponen 800 veces en la 2. Estás tan tranquila cuando escuchas el timbre, a la 1 de la madrugada, abres entre confundida y asustada y te encuentras a tu madre medio desmayada en brazos de tu tío y tienes que prepararle el sofá (porque no se ve capaz de llegar a la habitación) por si se cae o por si le entran ganas de vomitar durante la noche.
- Escuchar sus problemas de amores:
A tus 25 años o más ya eres madura y pasas de los tíos que no merecen la pena, pero ella tuvo que escucharte en su momento, así que tienes que prestar atención, y darle un buen consejo final, tal como:
“Escribe todos tus problemas con hombres con mucho detalle, lo metes en un sobre, y lo mandas a la SuperPop”
“Pasa de ese tío, que te tiene solo cuando a él le da la gana, tienes que hacerte valer, por mucho que te guste el sexo con él”
“¡Tíratelo!”
- Cotilleos familiares:
Tales como la prima lejana del pueblo se ha quedado embarazada y lo ha publicado en Facebook, tu tía le ha confesado en estricto secreto que ya tiene nuevo novio…
Con alguien hay que hablar de esas cosas.
- Encontrar a un tío desnudo en tu salón:
Todo empeora cuando vas con tus amigos y has mandado 20 mensajes a tu madre para avisar, pero al parecer estaba demasiado entretenida en otras cosas.
- Ser su mejor amiga:
Si hay algo mejor que considerar a tu madre como tu mejor amiga, es que sea reciproco. Por mi cumpleaños número 24 mi madre, aparte de usar una foto mía de perfil, escribió en su estado: “Mi niña, mi conciencia, mi mejor amiga”.
Y no hay nada mejor que eso.
