Desde pequeña me he criado prácticamente en una casa de mujeres. Mi padre viajaba mucho por trabajo de lunes a viernes y en casa estábamos mi madre, mis 2 hermanas y yo. Muchas veces nos ha faltado la visión masculina de las cosas, hemos querido tener un hermano mayor que nos presentara a sus amigos y que nos defendiera de los que se metían con nosotras en el cole, pero hemos tenido la ventaja de aprender bricolaje desde pequeñas porque no había nadie más para ayudar a mi padre.

Estoy segura de que mi padre, hijo único, siempre quiso tener al menos un niño, pero ha sido (y es) feliz con sus 4 chicas en casa (aunque una de mis hermanas y yo sólo sea los fines de semana para comer o pasar el día). Además, siempre ha insistido en lo aburrido que fue para él criarse como hijo único y en que teníamos que aprovechar las ventajas que teníamos por poder compartir nuestras cosas. Eso y nuestra obligación de ejercitar el derecho al voto han sido dos pilares de las charlas de mi padre durante mucho tiempo.

Recuerdo haberme peleado mucho con mis hermanas, especialmente en mi edad del pavo y también en sus respectivas. Para mí no era fácil ser la hermana mayor, aunque para ellas tampoco debía ser fácil ser la mediana o la pequeña.

gif-gifs-animados-hermanas-de-ariel-s-beginning-la-sirenita-sister-the-little-mermaid-disney-daughters-triton-hijas-attina-alana-adella-aquata-arista-andrina (3)

Teniendo hermanas aprendí que cada una tenía su rol en la familia, pero no en el amor de papá y mamá.

Aprendí que no importaba cuánto aprecio le tuviera a esa camiseta o ese pantalón que me perdieron o rompieron, al fin y al cabo solo era ropa.

Aprendí que no importa cuántas veces te enfades y te insultes, porque una hora después se te habrá olvidado.

anigif_enhanced-23233-1412191367-5

Aprendí que no sólo iba a tener que pelear por mis beneficios, sino también por los de ellas.

Aprendí que lo que yo me gané con esfuerzo (como volver tarde a casa el fin de semana o mi primer viaje con amigos) ellas ya lo tenían garantizado.

Aprendí a compartir mi tiempo, mis juguetes, mis ratos libres.

Aprendí a echarles la bronca cuando mamá no estaba y a que no me hicieran ni puñetero caso.

tumblr_mpyoufALyZ1rlxje1o1_500

Aprendí a ser su canguro, su confidente, su amiga…

Aprendí que siendo la hermana mayor me había convertido en su referente y tenía que ser siempre la que diera ejemplo.

Aprendí a ser la responsable y a delegar cuando se hicieron lo suficientemente mayores como para ser también igual de responsables.

Aprendí que el hecho de ir vestidas iguales no era un plan maléfico de mis padres para fastidiarnos.

Aprendí a compartir a mis amigos a pesar de que durante años no las quisiera cerca de ellos porque pensaba que eran ‘unas niñatas’.

giphy (2)

Aprendí a inventar palabras, juegos y planes, y a recordar de mayor lo bien que nos lo pasábamos con cosas que nadie es capaz de entender.

Aprendí que, a pesar de las ganas que teníamos casi a diario de matarnos mutuamente, nunca íbamos a hacerlo.

Aprendí a reírme de chorradas que sólo nosotras entendíamos.

Aprendí a entender las caras de mi madre cuando nos miraba como pensando ‘Vaya 3 locas que he traído al mundo…’.

anigif_enhanced-27623-1412193175-8

Aprendí a tener envidia de los que eran hijos únicos para luego darme cuenta de que no hubiera podido soportar no haber tenido a mis hermanas.

Aprendí a confiar en ellas, a entender sus rarezas y a conseguir que ellas entendieran las mías.

Aprendí a convertirme en mamá y preocuparme por ellas el primer fin de semana que les dije ‘Acordaos de despertarme por la noche cuando volváis’.

Aprendí a darme cuenta de que puedes sentir un amor incondicional por una persona a la que no has elegido incluir en tu vida.

Aprendí que cuando se van de casa, o te vas tú, ser hermanas pasa a convertirse en ser también amigas.

Sam-Lord-of-the-Rings-Dont-Leave-Me-Alone

Aprendí a que teníamos que protegernos entre nosotras.

Aprendí que no hay miedo que no se pueda combatir durmiendo las tres juntas.

Aprendí a quejarme de mis padres por todo y a que ellas no siempre me dieran la razón. También aprendí a quejarme de ellas y a darme cuenta de a pesar de eso no podría vivir si ellas no estuvieran.

Aprendí que, como decía María Escobedo, mis hermanas no son mis mejores amigas, son mucho más que eso.

9vgo44

Porque aunque hoy en día aún sigamos peleándonos y discutiendo, y no nos hablemos en varios días o se nos olvide contestarnos a los whatsapps, tener hermanas es lo mejor que me ha pasado en la vida.