Llevo unas pocas semanas portándome bien y haciéndole caso a mi nutricionista, que entre otras cosas, me recomienda intentar cenar siempre pescado/marisco/huevo acompañado de verduras. Aunque las opciones son infinitas tiendo a ser repetitiva, así que últimamente me estoy esforzando por hacer recetas sencillas pero que se salgan un poco de la rutina para darle alegría a las noches saludables.
Tenía unos calamares muertos de risa en el congelador y de casualidad encontré esta receta de Directo al Paladar en la que recomiendan cocinarlos al limón. Una opción sanísima, fácil de hacer y con la que solo necesitamos:
– Medio kg de calamares limpios cortados en anillas
– 2 cucharadas de aceite
– 2 dientes de ajo
– Un chorrito de vino blanco
– Zumo de un limón
– Sal, pimienta negra y un manojo de perejil
En mi caso, los calamares los compré en Mercadona. En la sección de congelados tienen bolsas de medio kilo por 3,50€ que salen estupendamente. Son perfectos para cenar ya que es pura proteína, los niveles de grasa e hidratos de carbono con prácticamente CERO además de que tienen solo 40 kcalorías por cada 100 gramos. Como los míos no eran frescos, opté por descongelarlos a lo largo del día y dejarlos soltando agua en un colador. Así por la noche los tienes ya listos para echar en la sartén. La receta es tan sencilla como sofreír un poco de aceite en una sartén con dos dientes de ajo y un poquito de perejil. Cuando empiece a estar doradito, echamos los calamares y removemos hasta que cojan un poco de color.
Es hora de añadir el zumo de un limón y un buen chorro de vino blanco. Acuérdate también de la sal y de la pimienta. Bajar el fuego al mínimo y dejar unos 15 minutos cocinarse lentamente mientras el vino se evapora y la salsa espesa. Si quieres asegurarte de que la salsa saldrá especialmente espesa, puedes añadir en este punto un poco de Maicena. Los calamares van a encoger hasta asustarte, por lo que una bolsa que parecía para 4 personas dará finalmente, y como mucho, para dos. Pincha con un tenedor y comprueba que ya están blanditos y la salsa ha adquirido un color rosáceo. ¡Listos para servir!
Yo por ahora estoy evitando el arroz, pero sin duda sería el mejor acompañante para este platazo de calamares. ¡Recomendación Loversize!
