Ay, qué bonito es el amor ¿a que sí?

Bueno, qué bonito es cuando es bonito de verdad. Cuando es amor del chulo, del que no duele.

Que tampoco hace falta que sea nada de película ni una historia épica.

La mayoría nos conformamos con un amor sincero y respetuoso sin más. Nadie necesita de grandes gestas románticas, solo que nos quieran bien.

Ahora, necesarios o no, los detallitos románticos suelen ser siempre bienvenidos. Que a nadie le amarga un dulce, chica.

Hasta la más dura se ablanda, aunque sea un poquitín, cuando el objeto de su amor tiene uno de esos detalles.

Y este artículo va de eso, de detallazos románticos de los que quedan para la posteridad.

Porque 10 chicas nos han contado las cosas más románticas que han hecho por ellas en sus vidas y nos han dado permiso para compartirlas contigo aquí:

 

  1. Pedida de mano en una playa ‘privada’

Mi hermana me metió en su coche, me vendó los ojos y condujo como media hora antes de dejarme bajar. Me llevó de las manos hasta un punto y luego me quitó la venda. Mi novio me esperaba en una playa pequeñita, en medio de un amplio círculo de antorchas, frente a una puesta de sol preciosa, apoyado en una mesa con su mantel, sus velas y dos platos y postre. Era pleno verano, pero estuvimos solos todo el rato. Desde mi llegada, hasta que se arrodilló para pedirme que me casara con él, e incluso un poco más. Yo pensaba que en cualquier momento llegaría alguien a jodernos el plan, pero él estaba seguro de que eso no pasaría.

Se aseguraron de ellos algunos de sus amigos, pues estuvieron toda la tarde y parte de la noche apostados en las dos carreteras que llevaban a la playa, informando a los que se acercaban de que había habido un desprendimiento de rocas y el acceso estaba cerrado.

 

  1. Conducir miles de kilómetros

A mi chico le cascaron un viaje de trabajo justo la semana de mi cumpleaños. Normalmente no debería ser nada grave, lo celebraríamos a la siguiente y ya, solo que, por aquel entonces lo estaba pasando mal por diversos temas y él se sentía fatal por no poder estar conmigo ese día. Intentó comprar billetes de avión, pero salían muy caros y lo convencí para desistir. A las nueve de la noche se presentó de sorpresa en mi casa para poder celebrar, soplar las velas y dormir un ratito conmigo. Solo un rato, porque a las cuatro de la mañana se tuvo que marchar de nuevo, tenía que conducir casi 600km antes de presentarse a trabajar.

 

  1. Dejar el trabajo de sus sueños

La semana anterior a nuestra boda, a mi marido le ofrecieron el trabajo de sus sueños, lo cual supuso, ya de primeras, suspender la luna de miel. No podía decir que no y yo le apoyaba. De verdad que no es exageración, llevaba desde niño soñando con ocupar un puesto así. Y al principio estaba feliz. Lo malo es que era un trabajo muy absorbente. Viajaba, tenía guardias, hacía mil horas a la semana… Y, aunque el trabajo en sí le encantaba, odiaba no tener más tiempo para mí. Así que, cuando nos propusimos intentar tener un hijo, lo dejó. Sin que yo me hubiera quejado ni una sola vez.

Lo dejó porque era él el que no estaba satisfecho con su reparto de tiempo y prioridades. Porque yo estaba por encima para él. Y a mí me dio mucha pena, pero aun así me parece el gesto más romántico que nadie ha tenido conmigo.

10 chicas nos cuentan las cosas más románticas que han hecho por ellas en sus vidas
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  1. Dímelo con croquetas

Un día fui al trabajo, hice lo mío igual de bien que siempre y, veinte minutos antes de la pausa para el almuerzo, me llamaron de recursos humanos para decirme que tenían que hacer recortes y que me había tocado a mí. Me pidieron que cogiera mis cosas y que me fuera ya, que me daban las vacaciones pendientes. Mira, un disgusto. Una llorera. Me metí en el baño y llamé a mi novio de aquel entonces para que me diera consuelo, porque me daba hasta vergüenza ir en ese estado a mi mesa. Mi chico me dijo que estuviera tranquila y que en media hora se pasaba a recogerme. He de decir que tardó 45 minutos, pero llegó a buscarme con un tupper de croquetas de mi restaurante favorito y con la matrícula de un curso que llevaba mucho tiempo queriendo hacer.

Porque, según me dijo, las penas con croquetas son menos penas y un despido siempre es una oportunidad.

 

  1. Un neceser que era más que un neceser

Cuando llevábamos unos meses saliendo y empezamos a quedarnos a pasar la noche de vez en cuando el uno en la casa del otro, mi novio me sorprendió una noche con un regalo. Era un neceser tipo maletín muy chulo y bastante grande. Pensaba que era solo el neceser, pero resultó que también tenía algo dentro. Me había comprado artículos de higiene de las mismas marcas que tenía yo en casa, además de un pijama y un par de zapatillas. Había notado que me costaba más quedarme en su piso que invitarle al mío y quería que estuviese cómoda allí también.

Puede parecer una tontería, pero es lo más romántico que han hecho por mí hasta ahora.

 

  1. Un vídeo cada día

La relación con mi novia fue muy intensa desde el principio, tanto que a los pocos días de conocernos ya vivíamos juntas. Quizá por eso, cuando nos tuvimos que separar un mes entero después de llevar varios años sin pasar separadas más que unas horas seguidas, yo creí que me iba a dar un algo. Obviamente, sobreviví a los 35 días que estuvimos separadas, pero la distancia fue un poco más llevadera gracias a los minivídeos que ella me enviaba cada mañana a modo despertador. 35 vídeos diferentes, compuestos de una presentación con un texto en el que explicaba por qué la canción que sonaba le recordaba a mí o a nuestra historia, y con alguna imagen del momento concreto o relacionada con él.

 

10 chicas nos cuentan las cosas más románticas que han hecho por ellas en sus vidas

 

  1. Winter is coming

Vale, lo mío es un parida, pero si conocierais a mi novio sabríais que no lo es para nada. Lo más romántico que ha hecho mi chico por mí fue esperarme más de dos meses para ver la temporada final de Juego de Tronos. Que no se acercó el invierno, pero ya estábamos en pleno verano cuando por fin pude sacar la cabeza de los libros y sentarme a disfrutar de una serie. Y él, que se había visto todas las temporadas conmigo y que es fan hasta la muerte, prefirió esperar y comerse varios spoilers, antes que verla sin mí.

10 chicas nos cuentan las cosas más románticas que han hecho por ellas en sus vidas
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  1. Cuidó de mi madre como si fuera la suya

Cuando nos conocimos yo ya vivía con mi madre dependiente, por lo que siempre supo cuáles eran mis circunstancias. Con eso y todo, yo jamás imaginé que sería él, y no algún miembro de mi familia, el que estaría allí para ayudarme cuando, a causa de un accidente, me pasé varias semanas sin poder atenderla. Él no lo dudó, se mudó con nosotras y cuidó de mí y de mi madre como si fuera la suya. Incluso después de que me hube recuperado del todo y ya no tuvo por qué hacerlo, siguió cuidando de ella hasta el final.

 

  1. Mi casa es tu casa

Cuando mi novio me pidió que me fuese a vivir con él yo no lo tenía nada claro. Sí estaba de acuerdo en que, de aceptar vivir juntos, lo lógico era que me mudase a su piso, porque él era propietario y yo estaba de alquiler. Pero es que a mí me encantaba mi casa, me había costado mucho encontrarla y me gustaba mucho cómo la había ido decorando y tal. Además, él era un desastre. En el sentido de que la decoración no le importaba lo más mínimo y siempre tenía la casa manga por hombro. Él se esforzaba por ser más ordenado y cuidadoso, y, aunque lo notaba, seguía sin estar muy convencida.

Entonces, un día llegué a su casa y me dijo que tenía una sorpresa. Me llevó a su dormitorio y me encontré con todo cambiado. Había pintado, comprado muebles nuevos y decorado la estancia inspirándose en uno de mis tableros de Pinterest. Y me tuve que mudar, claro.

 

  1. El diario del bebé

Después del nacimiento de mi primer hijo lo pasé muy mal. Tuve una depresión posparto bestial que se prolongó durante casi todo el primer año de vida de mi bebé. Y durante ese tiempo, yo fui de todo menos la típica primeriza enamorada de su retoño. Jamás le hice daño, pero no conectaba con la niña. Me daba igual estar con ella o no. Fue horrible.

Total, a lo que voy es a que fue su padre quien se encargó de ella y de mí. Nunca me culpó de nada, nunca me reprochó nada. Pero es que, además de ser el padre y la madre de nuestra hija hasta que yo estuve lista para adoptar mi papel en condiciones, él fue haciendo en secreto un diario de la niña. Tal y como pretendía hacer yo y no hice para nada. Usó el libro que sí me había encargado de comprar antes de dar a luz y entrar en aquella espiral, y fue anotando todo lo que iba considerando relevante.

Gracias a sus notas y a las fotos que fue añadiendo, he tenido la oportunidad de revivir de alguna manera todo lo que me perdí. Y ahora que estoy bien, seguimos sumando entradas juntos.

 

 

¿Qué te han parecido sus historias?

¿Nos cuentas qué es lo más romántico que han hecho por ti?

 

 

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