Este año ha marcado el veinte aniversario de una de nuestras películas románticas favoritas, El diario Bridget Jones. ¿Qué? Pues sí, cómo os lo digo. Veinte añazos han pasado ya desde que conocimos por primera vez a esa rubia desastrosa y a su braga-faja.

Y veinte años han pasado ya de situaciones y actitudes vistas en esta comedia romántica que a día de hoy no serían tan bien aceptadas. Durante estos años se ha acusado a esta película de “promover estereotipo, agitar un tipo de machismo velado y reiterar una vez más la crisis de la madurez y la soltería”.

Repasemos. Bridget Jones, en sus treinta y pocos, vive en Londres, en un piso propio (que esto es casi más imposible que ver una estrella fugaz con los ojos cerrados), tiene un trabajo que es la leche ¡y que además deja por otro aún mejor!, con amigos fieles que la apoyan en todo momento, y aún encima es atractiva. Pues no hay manera de tenerla contenta porque la presión social la tiene martirizada tachándola de ser una “solterona”.

Que esto hoy no lo aguantamos ni de coña. O eso espero. En cada situación que se encuentra hay alguien diciéndole que se le está pasando el arroz. Que a mí hoy en día me insinúan que debería empezar a pensar en tener hijos y respondo que es que yo prefiero el sexo anal o una barbaridad aún peor.

¡Dejad a la pobre chica! Que se dedique a salir de fiesta, a divertirse, a tener sus rollitos, a trabajar y a avanzar en su carrera. Ya tendrá tiempo para pensar en estas cosas. ¡Que vive en Londres! Si no lo hace en la capital británica, ¿dónde coño lo va a hacer entonces?

Y lo mejor para el final. Que al parecer Bridget Jones está gorda… Y no es que lo piense sólo ella porque tenga algún problema de autoestima con la que más de una podríamos sentirnos identificada. Todo el mundo afirma que le sobran unos kilos ¿Pero qué tipo de broma es esta? Que hoy en día seguramente lo dirían más fino y hablarían de ella como Plus Size. Pero para Plus Size mi culo y no el de ella.

A pesar de las controversias que han aparecido tras el lanzamiento de la película (y del libro en el que está basada) está claro que nuestra reportera inglesa favorita sigue conquistando corazones. La visión tan torpe que tiene del amor y de la vida femenina hace que el Diario de Bridget Jones haya sido, sea y continue siendo un clásico a lo que comedias románticas se refiere.