Cada vez que alguien habla de los celos se nos viene a la mente un concepto bastante negativo y que sin darnos cuenta estamos demonizando entre todos, haciendo que cuando experimentamos esta emoción nos sintamos incluso culpables por ello.

Lo primero de todo es entender que los celos no son una característica de algunas personas, los celos son una emoción que parte de la combinación de dos emociones primarias, el miedo y la ira.

Por tanto, las personas no podemos ser emociones, por lo que no es correcto decir “soy una persona celosa” porque no es una característica en sí misma que pueda definir a alguien, pero lo que lo que sí puedo decir es “estoy celosa” en este momento concreto y por algo determinado.

Este primer concepto es el primero y el más importante es entender que las emociones van y vienen y por tanto, algo que puedo dejar de sentir no es algo que me pueda definir.

Normalmente y sin darnos cuenta asociamos celo con amor, si los siento o si mi pareja los siente es porque le importo o porque me importa, pero realmente son emociones que si no se gestionan adecuadamente nos harán sufrir y al final perder a esa persona que es importante para nosotros.

Para gestionar estas emociones podemos hacer una serie de cosas:

  1. Identificarla

Primero debemos saber que emoción estamos experimentando y en que momento para poder analizar si esos celos son por algo que está pasando realmente y por tanto es real o si esta emoción se está activando por algo que está mayoritariamente en mi cabeza y me hace estar más pendiente o interpretando señales de una forma irreal que me lleve a pensar cosas que no son.

  1. No dejar que me invada

No pasa nada por tener celos, como hemos dicho es una emoción como otra cualquiera, pero si cuando la experimento me dedico a alimentarla y dejar que tome las riendas de mi mente, es cuando yo perderé el control y termine haciendo cosas de las que más tarde me arrepienta.

  1. Cambio de conducta

Por lo general, ante la presencia de los celos, empiezan a aparecer muchos pensamientos negativos que nos generan aún más malestar y para “aplacarlos” o para comprobarlos de alguna manera, nos vemos espiando las redes sociales de nuestra pareja, cogiendo su teléfono o preguntándole de forma constante para ver si vemos alguna incoherencia en su historia.

Ante la activación de estos pensamientos, y dado que no podemos apagarlos como si tuviéramos un botón, te propongo que esos recursos los dediques en hacer algo que es importante para ti, como leer, hacer deporte, estudiar, etc.

Los pensamientos te van a acompañar durante este proceso, pero en vez de darles el poder o intentar aplacarlos a toda costa, dejaremos que nos acompañen, pero sin paralizarlos, seguimos haciendo acciones valiosas para nosotras mismas y al final estos pensamientos cobrarán otro significado.

  1. Trabaja en tu autoestima

La base de los celos es la inseguridad a que nos dejen de elegir o nos cambien por otra persona que a priori sea mejor que nosotras y eso no tiene porqué ser verdad.

Cuando yo me conozco y me quiero, me trato bien y me cuido, dedico una parte de mis esfuerzos en hacer lo que me hace sentir bien y realizada, gestionaré mejor este tipo de emociones.

Tener una alta autoestima no es una garantía ni de que no te engañen ni de no sentir celos, pero si puede suponer el cambio a la hora de gestionar esa situación.

  1. No dejes de lado la comunicación

Ante este tipo de situaciones, realmente quien te puede arrojar luz sobre esto es tu pareja. Para ello es importante que tengáis una buena comunicación sobre vuestra relación, y que esta pequeña “ITV” de como vais se realice cada cierto tiempo.

Si siento celos por algo en concreto es lícito que se lo quieras preguntar a tu pareja, pero si la empiezas a avasallar, perseguir o controlar, te diré que es momento de parar y de reflexionar.

Estar en pareja es elegir confiar y compartir con esa persona, y si la única forma que tienes de estar en “tranquilidad” en esa relación o en tus relaciones en general es controlando a la otra persona, te diré que ese sistema solo te hará sufrir a la larga y es momento de replantearte si estás preparada o no para embarcarte en una relación.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de pareja

correo: [email protected]     instagram: @aidavallesconsulta_