Si has entrado a leer este artículo probablemente tienes un pequeño problema con los celos. A lo mejor estás esperando un montón de consejos profesionales, en cuyo caso siento decirte que ya hay muchos textos así en Internet. Hoy os vengo a hablar de tú a tú. Yo he sido esa persona insegura y celosa que buscaba en Google ayuda y contaba sus movidas en foros de Internet. Ahora que han pasado 2 años desde que empecé con mi pareja, miro atrás y no me reconozco. ¿Se pueden superar los celos? Mi historia (y la de muchas otras personas) es la demostración de que sí.

Primer paso: detectar por qué era celosa

No siempre fui una persona celosa. Creo que todo empezó con 18 años con mi novio Carlos. Esa relación destrozó mi autoestima de una manera bestial. Para empezar, él no quería que la gente se enterase de que estábamos juntos. Obviamente me sentía como una mierda, pero pensaba que “me lo merecía”.

Aunque Carlos si me daba motivos para desconfiar, yo aprendí que hay que ser celosa siempre, y no sólo cuando de verdad la otra persona está tonteando con otras chicas o te está engañando. También influyó que él era un chico bastante inseguro y celoso conmigo. En resumen, era una relación tóxica, y al ser mi primer novio serio, esta dinámica se quedó grabada en mi cabeza.

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Segundo paso: aprender a quererme

El mayor acto de amor propio de toda mi vida fue dejarlo con Carlos. No quise volver a verle la cara, y poco a poco empecé a trabajar en mi autoestima.

Aprendí primero a TOLERAR mi físico y mi personalidad, para después pasar a AMARME. Con esto quiero decir que no se puede construir una casa por el tejado. Si toda tu vida te has odiado, obviamente antes de adorarte tienes que aceptarte y respetarte.

En todo este proceso me ayudó mucho leer y escribir para WeLoversize. A veces nos topamos con artículos con trucos para mejorar la autoestima y pensamos “uy, qué útil”, pero luego nunca llevamos los consejos a la práctica. Un día decidí hacer más caso a las sabias mujeres de esta web, y poco a poco empecé a ver resultados.

Aun así, los celos seguían. Mucho más atenuados, pero seguían.

Tercer paso: saber de quién es la responsabilidad

Algo que me ayudó mucho es dejar de culparme por tener celos, pero asumiendo mi responsabilidad. En una relación sana también puedes experimentar inseguridades y ponerte celosa de vez en cuando, pero tienes que tener claro que es cosa tuya gestionar esa emoción, no de tu pareja.

Tu pareja te podría enseñar el móvil, te podría decir una y otra vez lo enamorado que está de ti y te podía llevar con él cada vez que salga de fiesta. Todo eso da igual, porque seguirás sintiéndote celosa. Hasta que no lo trabajes tú, todas las “soluciones” que él te proporcione serán inútiles.

Otro truco que a mí me sirvió fue desmontar los celos. Escribía lo que sentía en un papel y me imaginaba que estaba aconsejando a mi mejor amiga. Al final entendía que era absurdo sentirme así y que simplemente se trataba de pensamientos distorsionados.

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Cuarto paso: una nueva relación sin celos

El último consejo que os quiero dar desde la experiencia es que no os guardéis las cosas para vosotras. Si estáis inseguras o mal, habladlo con vuestra pareja. Eso sí, recordad que no podéis responsabilizarle de vuestros sentimientos.

Una forma de decirle a tu novio que estás celosa es explicarle que es una sensación irracional, que no quieres que él cambie su conducta por ti, y que confías en él pero que no puedes evitar sentirte así. El simple hecho de desahogarte puede ayudarte mucho. Además, la comprensión de la pareja es fundamental para dejar atrás la culpabilización y el malestar.

De los celos se sale, os lo aseguro, pero hace falta trabajar nuestro amor propio y escucharnos de vez en cuando.

 

Redaccion WLS