5 MITOS SOBRE EL HIMEN Y CÓMO HABLARLO CON NUESTRAS ADOLESCENTES 

La idea arcaica sobre la virginidad, su definición y la importancia cultural que se le da, sobre todo entre las mujeres, a día de hoy, continua siendo uno de los temas centrales de educación sexual tanto en los centros educativos como en las propias familias. 

En relación a ello, otro de los temas más controvertidos y con falta de información para este grupo de edad (y no solamente para los y las adolescentes, si no también en la adultez), es todo aquello relacionado con el himen: ¿es una telilla, es un músculo o no existe?, ¿se nota cuando se rompe? ¿para qué sirve? ¿duele?… Al final es uno de los asuntos que más sigue obsesionando a los y las adolescentes y por ello es importante tener información veraz para poder responder con argumentos reales y contrastados. 

A continuación, os damos a conocer 5 mitos sobre el himen y explicaremos cómo poder tratarlo con nuestras y nuestros adolescentes. 

  1. Solamente hay un tipo de himen 

El himen sí existe. Y además existen diferentes tipos. Este es una membrana localizada en la abertura de la vagina cuando nacen, pero no siempre está. Además, no es un “sello de calidad”, a veces existe y a veces no. 

Cada vulva es única y, por ende, cada himen también. Es cierto que hay unos tipos más recurrentes pero son simplemente eso, tipos, no son maneras inmutables de entenderlo y con el tiempo puede cambiar o desaparecer.

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  1. Todas las chicas que aún no han mantenido relaciones sexuales tienen himen 

Como decíamos, no todas las mujeres con vulva nacen con himen. No sólo eso si no que el tejido va modificándose a lo largo de nuestras vidas, siendo más fino, más grande o incluso desapareciendo. 

Uno de los mitos más escuchamos cuando somos pequeñas es que tengamos cuidado ya que podemos romper nuestro himen corriendo, yendo en bicicleta, saltando o haciendo movimientos bruscos. Pero es que el himen no es un hecho seguro de haber tenido o no relaciones sexuales. Un tampón, la masturbación, nuestro primer sangrado… Muchas acciones nos pueden hacer perder el himen y no por ello ha sido por tener relaciones sexuales. 

  1. Cuando se rompe nuestro himen duele mucho y sangramos 

¡Sorpresa! Si tu himen se rompe, no te darás ni cuenta. Al ser un tejido que recubre la abertura vaginal y además siendo elástico, si se rompe es por su delgadez y fragilidad. No sentiremos nada. Si introducimos un dedo o incluso la copa menstrual, puede darse y no romperse. 

El dolor durante el primer encuentro sexual con penetración, es muy extendido en nuestra cultura. Pero según un estudio en 1998, publicado por el British Medical Journal, solamente el 37% de las mujeres tuvieron sangrado en su primera penetración. 

Después de mucha controversia, una de las conclusiones sobre la primera penetración, el sangrado y el dolor es más por la falta de práctica, de excitación y de nervios. No es que sangremos porque se rompe nuestro himen, sangramos porque estamos siendo penetradas con dolor. 

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  1. El himen se rompe sí o sí durante el sexo 

Si finalmente llegas a tu primer encuentro sexual con penetración sigues teniendo tu hermoso, frágil y elástico himen, igual tampoco se acaba rompiendo en este momento. Como os hemos ido comentando a lo largo del post, el himen es una membrana elástica. Así pues, puede acomodar un pene. 

  1. El himen tapona la apertura vaginal 

Si esto fuera cierto, ¿Cómo leches sangraríamos con la menstruación? Ya hemos explicado que los hímenes tienen formas diferentes y por ello, algunos tienen una abertura, otros más, y algunos son inexistentes. Por lo tanto, el himen no tapona nada. Es cierto que, en una ínfima parte de la población puede necesitas una intervención médica con bisturí si el himen es muy rígido, pero no es lo más recurrente. 

No olvidéis que esto es información general. Si alguna vez sientes dolor o alguna molestia en la vulva o la vagina, no dudes en consultar con el/la ginecóloga para que pueda darte un diagnóstico individualizado. 

GRIS :)