Seguramente si has hecho click en este enlace es porque tienes dudas. Dudas de si tu relación ya no es lo que era. Te parece que es probable que el fin del camino y se encuentre cerca pero todavía no lo tienes claro.

Son momentos confusos, la verdad. Porque muchas veces no has dejado de querer a la otra persona, o directamente estás tan acostumbrada a ella que te cuesta imaginarte un futuro en el que no esté. Pero las cosas malas empiezan a pesar más que las buenas y la idea de dejarlo sobrevuela tu cabeza cada vez más a menudo.

¿Cómo saber si es el momento de romper una relación? Cada persona es un mundo y su nivel de exigencia y tolerancia también, pero vamos a hablar de varias situaciones que suelen significar el final del camino.

 

1. Bye, bye ilusión.

Nadie plantea excursiones ni viajes. Te apetece más irte de cañas con tus colegas que hacer algún plan con tu pareja. Buscas excusas para estar más tiempo fuera de casa. En definitiva, pasar tiempo con él/ella ya no te hace ilusión y prefieres cualquier cosa antes que dedicarle un fin de semana a la otra persona.

 

2. Menos comunicación.

Empieza a haber silencios incómodos constantemente. Ya ni tan siquiera os preguntáis qué tal el día. Es llegar a casa, cada uno agarra su móvil y adiós muy buenas. También hay menos contacto físico. Ya no os buscáis sin motivo, no hay caricias ni miradas cómplices. Estáis conviviendo en un mismo espacio pero no intercambiáis nada.

 

3. Aparece la desconfianza.

Te entran ganas de cogerle el móvil porque no te cuadra que se lo lleve hasta a cagar  y siempre esté en línea. No te crees del todo cuando te dice que va a ver a sus padres al pueblo. Dudas de sus ‘te quieros’ y de sus ‘de verdad que no hay otra en mi vida’. Mala cosa, amiga, mala cosa.

 

4. Discutís día sí, día también.

Cuando la relación se está yendo a pique llega un momento en el que te molesta TODO de la otra persona. Cosas que antes no te importaban o incluso te parecían cuquis, ahora te dan ganas de matar: el ruido que hace al comer, el olor de sus pies, su tono de voz. Esto provoca nervios constantes y que surjan discusiones cada 2×3.

 

 

5. Dudas del futuro.

Porque antes tenías claro que era la persona con la que te veías cogida de la mano de viejitos, pero ahora ya no tanto. El futuro se convierte en algo incierto, y aunque a veces los resquicios de amor te hacen dudar, la verdad es que cada vez te cuesta más ver a esa persona en tu vida dentro de 20 años.

 

En definitiva, si tu relación sufre de varias de estas cosas, quizás haya llegado el momento de ser realista y plantearte qué es lo que quieres y si esa persona te lo puede dar. ¡Ánimo!

 

 

Fattie Bradshaw