¿Es la adolescencia la etapa más complicada en la relación con nuestra prole? ¿Qué pasa cuando, por circunstancias de la vida, no lo compartes con nadie y te toca lidiar con ellos/as tú solita? 

En mi casa somos dos, bueno tres si contamos a Hop, nuestro conejito toy que también daría para otros artículos, pero ese no es el tema. Hace 5 años, éramos tres, pero, por circunstancias de la vida, nos quedamos en una preciosa familia monomarental. Todo iba bien, semana con mamá, semana con papá… pero el confinamiento llegó y, todo cambió a semana con mamá, semana con mamá, semana con mamá… y así… sucesivamente…

De repente, me encontré con un adolescente de 13 años en casa todo el día y yo con él, aprendiendo y liando con nuestras emociones. 

¿Qué situaciones te puedes encontrar?

  • Cambios de humor o cómo un cachorrito adorable se puede convertir en la reencarnación del mal.

¡Odio tener un conejo! ¡Mamá, el conejito es lo mejor que me ha paso en la vida! … Estas dos frases de mi hijo fueron pronunciadas, no sólo en el mismo día, sino en la misma hora. No, mi hijo no tiene un trastorno bipolar, solo es una adolescente hasta arriba de hormonas que tiende a engrandecer todo lo que siente.

  • Profesora particular:

¿En qué momento de mi vida me saqué la titulación de magisterio? Mira que no me acuerdo… Binomios, monomios, determinantes adjetivos (¿sabéis que ya no se llaman calificativos??) la expansión de los reinos cristianos, que ya no se llama reconquista…. 

Te sientas con tu hijo cada tarde, esperando que no tenga ninguna duda, porque tú también tienes tus cosas que hacer, pero… allí están… ¡Las tareas! 

Lo mejor ocurre cuando se mezcla el punto de los cambios de humor con intentar enseñarle algo que no ha entendido en el colegio… cualquier día mi hijo y yo acabamos en el Deluxe haciendo un polígrafo.

 

  • Mamá, es que no me entiendes, es que eres una boomer.

¡Boomer!… ¿boomer yo? Que voy de madre enrollada, psicóloga educativa, que eso se tiene que notar. Siento deciros que, con los hijos propios la titulación y la profesión que ejerces con los demás, no funciona.

 

  • Salir con amigos, todo un despliegue de medios.

Cuando vives sola con tu hijo o hija que ya tiene más de 12 años, puedes dejarle solo en casa, a ratitos, pero, si quieres salir más tiempo, tiene que empezar la operación “salida mensual” en la que te toca trazar un plan, que ya le gustaría al profesor de la casa de papel… Llama a tu madre, o a una vecina, o a una cuidadora… Cuando te vas, ahí está la preocupación de si estará bien, si se sentirá mal… así que vives pegada al móvil, pero bueno, al menos tomas un poco de aire.

  • Pareja y/o sexo… ¿Qué era eso?

Si salir con amigas es complicado, imagínate tener un momento de chiscar fugaz o embarcarte en una relación. En este punto, con la que está cayendo con el COVID, viene hasta bien. Además, con lo agotada que acabas de llevar por delante el estudio, la reconquista (que no boomer, ¡¡que ahora es la expansión de los reinos cristianos!!) y los cambios de humor… ¡ni para el satisfyer estoy muchas noches!.

 

  • Aparece una nueva invitada en casa… LA CULPA

Al estar tanto tiempo en casa juntos, no puedes estar tan atenta a todo lo que necesita tu hijo o hija que, aunque sean más mayores, también requieren de nuestra atención. Si estás teletrabajando, sientes que no estás pendiente de tus hijos, si estás pendiente de tus hijos, sientes que tienes la casa como si hubiera venido un huracán, si recoges la casa, no estás atenta al teletrabajo y… entre todo esto, viene a visitarnos la asquerosa de la culpa que te hace sentir mal porque no has sido suficientemente eficiente, cariñosa, organizada, divertida, ocurrente o porque, llevada por el estrés, te has comido 3 galletas estando a dieta… 

 

Aunque todo esto puede parecer abrumador, un TE QUIERO MAMÁ de un adolescente es LO MÁS BONITO Y SINCERO que te puede pasar (siempre y cuando no vaya seguido de una petición de dinero o de más tiempo para jugar a la play).

A pesar de todo y a pesar de todos, no resto ni un minuto del tiempo que paso con mi churumbel y, sentir que se está convirtiendo en una persona excepcional a pesar de las dificultades y, en un porcentaje muy alto, por mi influencia, no tiene precio.

Mamis de adolescentes del mundo, especialmente las que criáis solas, ¡¡¡NOSOTRAS PODEMOS!!!!

 

P.D.: Querida culpa… ¡Que te den! Y vete a visitar a las personas que nos complican la educación de nuestros hijos e hijas.

 

 

Patricia Yáñez

INSTAGRAM: https://www.instagram.com/miradacuriosa.psicologia/

FACEBOOK: https://www.facebook.com/miradacuriosa.psicologia/

www.miradacuriosa.com