Todos hemos pasado por alguna época de nuestra vida en las que dudamos sobre ciertas personas que nos rodean. Porque cuando eres joven tienes decenas de amigos y todo te parece happy flower, pero según te vas haciendo mayor aumentan las exigencias y disminuyen las amistades verdaderas. Yo misma he pasado por esa etapa y tras mucho reflexionar he sacado unas cuantas cosas en claro que me gustaría compartir con el resto.
¿Qué diferencia a las amigas de verdad de esas que están ahí solo cuando necesitan algo de ti?
1. Las amigas de verdad están en lo bueno y en lo malo.
Estarán contigo cuando te toque la lotería para compartir tu felicidad, y también ese día gris en el que se ha muerto tu gato y necesitas un hombro sobre el que llorar. Si solo se acerca a ti cuando estás contenta pero no se preocupa cuando te ha pasado algo malo… ¡huye!
2. Las amigas de verdad tienen tiempo para ti.
A todas nos cuesta hacer huecos a veces y es que a veces llevamos un ritmo de vida incompatible con estar todo el día de birras con los colegas. Es complicado, pero las amigas de verdad siempre podrán hacerte un hueco por pequeño que sea para estar contigo y ponerse al día. La amistad es como las plantas, si no las cuidas morirán pronto, así que es responsabilidad de las dos partes hacer tiempo para verse y quererse.
3. Las amigas de verdad no te dicen ‘tú pasa, tía’.
Se toman su tiempo para escucharte y reflexionar a tu lado. No tienen por qué ser las más brillantes consejeras, pero al menos intentan ponerse en tu lugar y echarte una mano con su visión de las cosas. No intentan quitarse un muerto de encima respondiendo a todo ‘bah tía, tú pasa’, porque saben que si le estás contando ese problema es precisamente porque no puedes pasar.
4. Las amigas de verdad siempre suman, no restan.
Si esa persona a la que todavía consideras amiga te chupa la energía y las ganas de vivir, hazme el favor de pasar página. Las amigas auténticas sacarán lo mejor de ti y no te juzgarán cuando te equivoques (porque ellas también pecan como perras). Las personas que realmente te quieren con las que consiguen que florezca tu mejor versión. Si constantemente te dice cosas como ‘eso no te queda bien’, ‘estarías mejor con dos kg menos’ o ‘vas muy corta’, eso ni es amiga ni es nada. Dale un aplauso y deja que se vaya.
5. Las amigas de verdad da igual donde vivan.
Porque para algo estamos en 2016 y tenemos whatspp, Skype y demás maravillas tecnológicas para estar al día. Por supuesto lo ideal es que tus amigas vivan en tu ciudad para poder achucharlas hasta dejarlas sin respiración cada vez que te apetezca, pero si la amistad es verdadera os las apañaréis incluso a pesar de la distancia.
6. Las amigas de verdad te apoyan aunque no tengas razón.
Y te dicen que ese chico que acaba de dejarte era un tarugo, y que esa profesora que te ha suspendido te tenía manía y que ese pantalón que has roto venía mal de fábrica (y no que lo has estallado tú con tu enorme culo). Te miman y te cuentan mentiras piadosas para hacerte sentir mejor, y es que a veces eso es lo único que necesitamos para mejorar un día de mierda.
7. Las amigas de verdad son esas a las que puedes llamar hermanas.
Las que te animan, las que te hacen reír hasta que se te escapa el pis y las que se pondrán pitos en la cabeza en tu despedida de soltera a pesar de ser remilgadas. ¿Y tú? Tú matarías monstruos por ellas, porque no hay nada mejor que saberse poseedor de las mejores amigas del universo. Como las mías.
