Si regalar “algo” a alguien nos resulta complicado, en tiempo de cuarentena, pa´ que te voy a contar.

Pero con un poco de ingenio, sin salir de casa, ni hacer compras por internet puedes hacer un apaño que seguro alegrará el día a tu compi de cuarentena Y RECUERDA: NO COMPRES NADA QUE NO SEA ESENCIAL. Lxs repartidores también tienen familia, gracias.

 

1.- Invítale al cine.

Sí claro. Al cine. Pero, sin salir de casa.

Sólo necesitas un folio o una hoja guarra, un boli y, si nos ponemos expléndidos palomitas o algún guarrerío similar. En cuanto a la película, elige algo que os guste a los dos (hay mil plataformas que están ofreciendo contenido gratis). A ser posible algo entretenido, no dramas por favor, que para eso nos llega poner el telediario.

En el folio haz dos tickets de entrada de cine. Indicando la fecha de la sesión, la película y la butaca. Prepara el “cine” bajando la persiana y haciendo palomitas. Lo ideal es que los dos os metáis mucho en el papel. Oblígale a arreglarse. ¡Al cine no se va en pijama! Cuando le des las entradas dile que te espere en la entrada del cine (por ejemplo, la puerta del salón) y luego aparece con la linterna del móvil encendida, como si fueses el acomodador. Llévalo a su butaca y habla bajito. ¡No querréis que os echen del cine!

Si te lo quieres currar un poquito más y tienes impresora o eres mañosa, en la web BABALLA.COM, ofrecen un imprimible gratuito con las entradas de cine y un el cartel para las palomitas.

 

2.- Un bote de deseos.

Tan solo necesitas un bote de cristal o de plástico reutilizado, papel y boli.

Puedes tunear el bote a tu antojo. Purpurina, goma eva, pegarle macarrones y luego pintarlo, pintura de dedos, rotuladores permanentes, papel de periódico, un lacito… hay mil ideas (Pinterest es siempre una buena opción).

Escribe en papelitos todas las cosas que quieres “regalarle” a esa persona cuando salgas. Ir a pasear por la sierra, una cena en nuestro italiano favorito, una tarde de playa, un tinto de verano… Puedes hacer 30 papelitos, uno por cada día de cuarentena.

 

3.- Una tarta de cumpleaños, en cuarentena, sabe mejor.

Si mi madre, que es la persona a nivel repostero MÁS TORPE que conozco, es capaz de hacer un postre dulce…. Tú también. Y si le pones cariño, sale bien pero segurísima.

Yo sigo mil canales de recetas, postres… en concreto os recomiendo seguir en Instagram @aliterdulcia. Sube a stories recetas de postres paso a paso. También barro para la tierriña y os recomiendo “La cocina de fabrisa”, que hace unos recetones INCREIBLES que es difícil que salgan mal y como no la página de “WEBOS FRITOS”, tiene un bizcocho de mandarina (que puedes sustituirla por cualquier otra fruta o simplemente por chips de chocolate) que sale bien si o sí. Y no te preocupes si no tienes báscula medidora, apunta:

-Un vaso tiene una capacidad de 250gr (lleno hasta arriba).

-Una cucharada sopera son unos 20 gr (sin que hagas montañita, que nos conocemos)

-Una cucharilla de postré o de café son 10 gr.

¿Qué no tenéis moldes de bizcochos? Molde pirex (apto para horno), bandeja de horno, incluso hay bizcochos hechos en taza al microondas. NO HAY EXCUSA.

4.- Figuritas con papiroflexia.

Y no me vale una barquita cutre. El origami es un arte. Y requiere tiempo y esmero. Hay figuras super elaboradas. Una amiga mía en la presentación de su libro de poesía “RAS RAS” llenó tooooooodo el techo del lugar donde hacía la presentación, de gruyas de papel amarillo. Eran cientos de gruyas de papel colgadas con hilos desde el techo. Ahora mismo me parece un detalle super bonito.

5.- Vete de acampada.

¿A dónde? A cualquier parte de tu casa, obviamente.

¡Volvamos a ser niños! En el salón, en el pasillo, en otro dormitorio… móntate una tienda de campaña. Un par de sillas, unas sábanas… llénala de cojines, haz un par de sándwiches, mételos en una mochila y… a la aventura. Eso sí, no hagamos fogatas… que no están los bomberos para estas historias.

Y si ya quieres puntos extra:

-Busca en YouTube o Spotify listas de reproducción de sonidos de la naturaleza para ambientar.

-Coge un papel y hazle agujeritos muy pequeñitos. Enciende la linterna del móvil y proyéctala sobre el papel, enfocando al techo de vuestra tienda de campaña. Y ahí lo tienes, todo el cielo a vuestros pies.

6.- Dibújale!

Puedes hacer como una viñeta contando alguna cosa divertida. O hacer una caricatura de esa persona destacando lo que más valoras de ella. E incluso si dibujas fatal (como es mi caso), el regalo es doblemente divertido. Porque puedes hacer monigotes cutres con carteles explicativos debajo (“este eres tú”, “esto aunque no lo parezca es nuestro gato”). Y no te olvides de indicar debajo tu edad y la fecha. Creedme que será un recuerdo precioso (y con el que os escarallareis) dentro de unos cuantos años.

7.- Sesión de belleza.

Vale, no podemos ir a un spa pero podemos montárnoslo en casa.

¿Qué teneis bañera? Preparale un baño digno de balneario. Bañerita con agua tibia, espumita… Si tienes bombas de baño, aceites esenciales, velitas de te… es el momento de aprovecharlas. Añade una copa de vino (o una cerve, un copacho… ahí ya al gusto), música relajante…

Regálale un masaje de pies. ¡QUIÉN DICE QUE NO A UN MASAJE DE PIES, POR DIOS! Porque un masaje de espalda, si no sabes hacerlos, puede resultar molesto…pero ¿de pies? Eso siempre da gustete.

Puedes hacerle sesión beauty si eres mañoso/a. Manicura, pedicura, depilación de cejas (es el momento, que aún hay tiempo de arreglar estropicios), échale cremitas con mimo…

Hay mil opciones de regalos sin gastarte un duro y, lo más importante: SIN SALIR DE CASA.

Y recuerda que lo más importante es el cariño que le ponemos a las cosas.

 

Ánimo: #todosaldrabien