A ver, tenemos pelo. Somos animales, nos salen, forman parte de nuestro cuerpo. Cada vez está más normalizado que las mujeres no se depilen, que nos quitemos los pelos si nos da la gana y que tomemos esa decisión nosotras por nosotras mismas. Es cierto que el camino es largo y arduo, pero es un hecho, vamos a mejor. Poco a poco sí, pero lo estamos normalizando y se está consiguiendo.

A mí me encanta cuando de pelos de señora se habla, porque siempre eres la más loca si no te depilas los pelos de las piernas, los del chocho o los del sobaco, pero claro, es que ahí todo el mundo sabe que tenemos pelos, de los pelos que no se habla son de los pelos que tenemos repartidos por el cuerpo en zonas ocultas y también hacen mucho daño a la autoestima. Porque sí, son pelos, son nuestros y si están ahí es por algo. 

1. Los pelos del ojete

Sí señora, tenemos un ano y hay pelos ahí, asúmanlo. Igual nunca os habéis parado a observar vuestro agujero culeal (sí, me acabo de inventar esa palabra), pero hay pelos. De hecho más de una vez cuando os limpiáis el orto al cagar os habréis arrancado un par Y DUELE. Que tú si quieres te los quitas, pero si no quieres no. Porque parece que en el momento en el que vamos a follar y sabemos que nos vamos a poner a cuatro patas o que vamos a tener sexo anal, pues hala, cuchilla que te parió y escúchame, luego cuando salen PICAN.

2. Los pelos de las tetas

Recuerdo perfectamente estar en la piscina con mis amigos del instituto cuando tenía 17 años y que uno de los chicos de mi grupete se acercara a mí y me dijera ‘¿tía, te has enterado que Carol tiene pelos en los pezones?’ En ese momento puse cara de ‘hala, no me jodas’. Ahora mismo es como… Samuel, todas los tenemos.

Tenemos pelos en las tetas, sí, es un hecho. O lo tienes más bellito clarito o tienes pelos negros de gordos como el toro de Osborne. De una forma o de otra son tuyos. Que hay problema con que creamos que solo tenemos pelos en tres sitios, porque los tenemos en todas partes, coño ya.

3. Pelos en la barbilla 

Hecho. Es un hecho. A algunas nos sale barba como a los señores, y otras tenemos pelos en la perilla, pasada la patilla y justo debajo del labio. Y esos sí que sí, esos sí que tienden a ser más negros que el alma de Lord Voldemort. De normal suelen ser unos pocos, puntiagudos y muy oscuros, MUY OSCUROS.

4. Pelos en la nariz

También forman parte de nosotras y más de uno sale de fiesta a la superficie cuando le da por ahí. Nunca se me olvidará cuando mi esteticién de toda la vida me quitaba el bigote con cera y, sin yo esperármelo, que me pusiera dos pegotes que los agujeros de la nariz y me dijera ‘esto es que está muy feo’ y pegarme un tirón que me dolía más que las ingles. No sé si habéis probado a quitaros también esos pelos con pinzas de depilar, pero desde luego que AU, DOLOR. 

5. Pelos en la barriga

No solamente hablo de túnel ese o como se llame que va del ombligo al chocho, hablo de los pelos en la barriga, en toda la santa barriga. Porque a mí me salen por toda la superficie y mira que tengo superficie. Algunos son bellito tontorrón, pero otros están más duros que el pene de Nacho Vidal.

6. Pelos en las orejas

Estos probablemente no supierais que existieran, básicamente porque no tenéis forma de miraros dentro de la oreja, pero yo aquí como señora que se ha pasado año y medio trabajando en una clínica de audiología os lo confirmo: las mujeres tenemos pelos en la nariz, muchos y negros como su madre también.

7. Pelos en los dedos de las manos y los dedos de los pies

Alguna vez en mi vida también me he quitado los de los pies y AU AU AU AU AU. Siempre me los quitaba en verano, cuando me ponía sandalias y salían a la luz. Es que encima no sé los vuestros, pero los míos son como mini barbas que tengo en cada uno de mis pies, como siete u ocho pelos mu negros en punta, a mi me hacen gracia, la verdad.