Sabe más el diablo por viejo que por diablo y amigas, yo soy vieja y diablesa. Después de muchas malas citas, polvos frustrantes, tíos superficiales y orgasmos fingidos, he decidido decir basta. He elaborado una lista de señales de que un tío va a ser malo en la cama y con total probabilidad un capullo, y oye, desde que hago caso a mi instinto y paso de esos maromos soy más feliz.

En primer lugar dejemos clara una cosa… Hay una inmensa diferencia entre ser malo en la cama y ser inexperto en la cama. Todos cometemos errores y nadie nace sabiendo. Cuando te acuestas con alguien nuevo, no conoces su cuerpo y es normal no saber cómo maximizar el placer. En cambio, un tío malo en la cama te culpa a ti de sus cagadas. Si tiene un gatillazo es porque “tía, es que no me pones”. Si te masturba como si fueses la mesa de mezcla de un DJ es porque “tía, a mi ex le gustaba”. Si te come el coño como si su lengua fuese una almeja pocha es porque “tía, pues todos mis rollos se han corrido así”. En ningún momento te pregunta qué te gusta o cómo mejorar y eso, amigas, es ser un puto manco en el sexo.

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Sin irme más por las ramas, he aquí las señales inequívocas de que tu ligue es un tío malo, egoísta y capullo en la cama:

  1. Dice que es un empotrador. En serio, si un tío se define a si mismo como empotrador huid. Dime de que presumes y te diré de lo que careces.
  2. Es incapaz de estar callado en una escena sexual de una película. Si vais al cine en la primera cita, hay una escena guarra, y él se pone nervioso y empieza a hacer comentarios incómodos es que no sabe follar. Real que quedé con un tío para ver una película y en una escena de masturbación empezó a reírse y dijo “mira como toca la guitarra”. Se me seco el chichi instantáneamente.
  3. Te compara con sus ex ligues o habla constantemente del sexo con otras tías. Si folláis será para engrosar su lista de conquistas y, spoiler, ninguna de ellas ha disfrutado. Nunca. Jamás. En la vida.
  4. Considera que los juguetes sexuales son competencia. Real que hay tíos que odian los vibradores/succionadores de clítoris/juguetes eróticos porque piensan que “teniendo una buena polla en casa no hacen falta” (esta frase me la dijo un tío, os lo prometo). Si tu ligue se ve amenazado por un juguete con batería es que la capacidad intelectual de tu vibrador es mayor que la del hombre en cuestión.
  5. Infantiliza tu cuerpo. Si dice “tetitas”, “chochito” o cualquier palabra sexual acabada en “-ito” como si fuese un niño de 7 años, es que folla de pena.
  6. Dice que “ni machismo ni feminismo, él busca la igualdad”. Si un tío es machista, se la suda tu placer. Esto es un hecho. Echaréis un polvo y cuando él se corra se acabó la fiesta.
  7. Presume de aguantar mucho rato. Os juro que prefiero un tío que aguante 5 minutos que esos tíos que están follándote durante 2 horas y tu chichi acaba pareciendo papel de lija. Acabas seca, con el coño irritado, sin correrte y encima él se siente un puto héroe por aguantar tanto. No mola.

Contadme en comentarios vuestros trucos infalibles para detectar a un capullo en la cama.