¿Cómo afrontar que ya no está en tu vida? Pues la verdad es que yo tampoco lo sé. De golpe te encuentras con un sentimiento raro y que no sabes en que lugar te deja. Quieres compartir cosas que piensas, que te pasan o, incluso, cuando escuchas alguna gracia no puedes evitar pensar que quizá a esa persona le podría hacer reír. Pero no contesta a los mensajes, hace tiempo que no os veis…

Cuando decidimos dar un paso al frente y dejarnos conocer, asumimos el riesgo de que la otra persona decida no seguir jugando en nuestra línea. Y en un primer momento, si el corte es limpio y rápido, sentimos que podemos con todo, que estábamos preparadas para ello, que “si no lo hacía él, iba a hacerlo yo”. Pero también está esa otra cara de la moneda, frustrante y triste, que nos hace releer la conversación una y otra vez. Tu cabeza empieza a añorar lo que fuisteis (o lo que pensabas que podríais llegar a ser) y, casi sin darte cuenta, el tiempo pasa mientras tu te quedas. Y es que es irremediable que, cuando alguien nos ha calado un poquito, nos duela y nos suponga todo un reto eso de no escribirle los buenos días de turno.

superacion

Pero te aseguro que llegará ese día. El día que vayas con tanta prisa que se te olvide que le escribías un mensaje, porque de pronto otras cosas han cobrado la misma importancia. Que las cosas que te hacen reír las quieras compartir con quienes sí se han molestado en sacarte una sonrisa. Llegará un día en el que leas la conversación y ya no encuentres esos corazones que plagaban el lado verde del WhatsApp. Porque al fin y al cabo, las historias que nos han marcado lo han hecho por algo y, a pesar de que las heridas tardan en cicatrizar, solo lo harán bien si las dejas aire y tiempo.

Porque por eso hemos pasado todas, amiga. Y al final, el mejor consejo que puedo darte es que te permitas echar de menos, llorar, recordar para liberar esa frustración. Permítete derrumbarte para que lo próximo que construyas sea esa persona que no quiere un capítulo, sino un libro repleto de hojas en blanco para volver a sentir. Porque ese día, ante todo, mirarás hacia atrás y recordarás la historia que viviste como uno de los muchos episodios de tu vida que han logrado convertirte en la persona que eres hoy y que tiene el final más feliz que puede ofrecerte el cuento: el de superarTe, el de quererTe, el de crecer…

Rocío Torronteras (@rocio_tor16)