El miedo al rechazo es el freno más grande que tiene nuestro acelerador hacia de éxito.

Nos da tanto miedo que nos rechacen que dejamos de intentar cosas que quizás nos harían felices. Tendemos a pensar: “Jesusito, que me quede como estoy”, ni mejor ni peor, comodidad, que si me rechazan me muero (SPOILER: nadie se muere por ser rechazado).

A nadie le gusta sentirse rechazado, seamos sinceros.

Pero debes saber una cosa: a TODOS nos rechazarán a lo largo de nuestra vida en varias ocasiones (sí, incluso a Beyoncé le ha pasado), y no me refiero solo al plano amoroso, porque el rechazo duele sea cual sea el ámbito en el que se produzca, con mayor o menor medida, resulta desagradable.

Es imposible eludir el rechazo por completo.

Y no debemos tratar de hacerlo, porque eso significaría que estás poniendo demasiado empeño en agradar a los demás a base de no ser tú misma, y ese es uno de los errores más grandes que puedes cometer.

Sé tú misma siempre, a quien le guste bien y a quien no, carretera de Avilés, la puerta es enorme para salir. Nadie está obligado a quedarse en tu vida, y si no le gusta estar en ella tal y como eres, quizás no sea merecedora de quedarse.

Y no le puedes gustar a todo el mundo, asúmelo, no eres una croqueta (ni una aceituna, aunque sé que estas no le gustan a todo el mundo. ¿POR QUÉ, qué os pasa?).

Por el dificultoso camino de intentar evitar el rechazo, te perderás experiencias maravillosas al no atreverte a intentarlo por miedo a él.

Lo importante es aprender a manejarlo, ya que vivir, lo viviremos sí o sí, ya sea en un proceso selectivo para un empleo, en un grupo de amigos por parte de alguien, en relaciones familiares o, como no, en el amor.

Al final, en el rechazo hay una premisa, y suele ser que alguien tiene una idea de ti que no encaja con lo que busca.
Sea en una amistad, sea en un ambiente laboral o sea en el amor. Simplemente no eres lo que buscan para el puesto de amiga, de empleada o de pareja, ello no quiere decir que no seas lo ideal para otras personas.

Y no pasa nada. Vendrán nuevos amigos, nuevos trabajos y nuevas parejas.

La vida es dinámica, está en movimiento, fluye.

De ti depende no quedarte estancada en ese revés que supuso para ti haber sido rechazada. Cada fracaso es solo el resultado de haberlo intentado y que no funcionara, no pasa nada.

En algunas ocasiones serás rechazada porque no era ni el momento ni la persona, y en otras porque en la vida a veces las cosas pasan porque tienen que pasar. Y ni depende de ti, ni puedes controlar absolutamente todo lo que te suceda. Solo puedes controlar tu reacción y actitud ante ello.

Lógicamente en el momento en que te rechazan tienes todo el derecho del mundo a sentirte mal. Como siempre digo, los malos sentimientos son muy necesarios, nadie es feliz 24/7, y el derecho a la rabieta no nos lo debe quitar nadie.
Pero tenemos que reponernos. Grita, llora, desahógate, entiende qué ha pasado y el porqué, haz un ejercicio de introspección, y entiende que no es el fin del mundo.

Cae, levántate y sigue adelante. Fija tu próximo objetivo y valora el aprendizaje recién aprendido.

Saca conclusiones del rechazo, tal vez debas buscar un trabajo en el que se reconozcan tus habilidades, debes fijarte en otro tipo de personas a nivel emocional, o buscar una amistad que la valore y entienda como tú.

Si te rechazan y esto genera en ti un bucle de autodestrucción ¿qué sacas de ello? Nada.

Si te rechazan, analizas y aprendes ¿qué sacas de ello? Lecciones.

El hecho de ser rechazado, la mayoría de las veces no depende de ti, depende de las necesidades de los demás y las circunstancias que se den en cada caso.

Y sobre todo recuerda que el primer paso para que el rechazo no te afecte (porque vivir, lo vivirás), es no rechazarte a ti misma.

Enfócalo en lo siguiente:

  • “La persona a la que le pedí una cita me ha rechazado porque no QUERÍA ir a cenar conmigo” y no en “la persona a la que le pedí una cita me ha rechazado porque no SOY actractiva, no SOY suficiente, no MEREZCO la pena”. (La otra persona “no quería”, no tú “no eres”).
  • “No me han cogido en el trabajo porque no NECESITABAN lo que ofrecía” y no “No me han cogido en el trabajo porque no SOY suficientemente buena”.  (Ellos “no necesitaban”, no tú “no eres)”

Como digo, generalmente, se trata de que la otra parte no necesita lo que ofreces, no que no lo tengas para otra persona, situación o circunstancia.

El hecho de que pienses que solo depende de ti causará que tengas miedo a volver a intentarlo.
Y debes saberlo, no hay un número de intentos por persona para conseguir objetivos, son ilimitados, así que sea cual sea el campo en el que lo intentes, nunca dejes de hacerlo.

La perseverancia es la base de todos los logros y solo a base de ella conseguirás todo lo que te propongas.

¿Que te rechazan? Ellos se lo pierden, ya vendrán otros que te acepten y te valoren como te mereces.

Marta Freire