Hoy M. nos pregunta cómo superar a esas amigas que te tratan mal:

Me he pensado mucho muchísimo si hacer esto, porque me daba un poco de corte, pero me he decidido. Lo que sí me gustaría es permanecer anónima. 

La cosa es que hace como dos años yo tenía un grupo de amigas (éramos 3), muy muy amigas, tanto que yo estaba segura de que íbamos a ser amigas siempre porque éramos perfectas juntas. Yo estaba en un punto en el que las veía todos los días a todas horas, pero yo, que tengo un poco alma de introvertida, quise cortar un poco el ritmo porque sentía que necesitaba espacio para mí y mis cosas. Se lo dije, quedó la cosa un poco rara, pero ahí quedó.

Sin embargo, empezaron los feos, a quedar ellas dos solas, a quedar con otra gente, la cosa después del verano se tensó un poco, pero era algo más o menos normal. Y de la noche a la mañana se empezaron a juntar con alguien con quien yo me había peleado, y empezó el infierno. Me hicieron el vacío, se empezaron a hablar con otro grupo de chicas que ya me odiaba (y que no quería tener ni cerca), se reían cuando pasaba, hablaban pestes de mí con quien se encontrasen, hacían quedadas en las que invitaban a todos menos a mí específicamente (y me lo decían sin problema que yo no estaba invitada). Tuve unas cuantas crisis de ansiedad por culpa de todo esto, ya que era un martilleo continuo, diario ya que compartíamos lugar de trabajo. 

Les pedía explicaciones y nadie decía nada, ni amigas mías que se juntaban con ellas por otro lado. Todo hermético. 

Con el tiempo dejé de intentarlo, dejé de llorar y pasé un poco del tema porque me di cuenta de que no iba a obtener ningún tipo de respuesta de nadie. Solo obtenía el típico mensaje de: «supéralo ya, hace tiempo que pasó, no puedes estar pensando siempre en ellas, ellas pasan completamente de ti». 

Sin embargo, el sentimiento no se ha ido del todo, y hoy en día tengo varias personas en común con estas chicas y la verdad es que me genera hasta rechazo juntarme con esas personas. Todo alrededor de ellas me genera un rechazo muy intenso y una sensación de agobio y ansiedad que no soy capaz de tolerar (incluso hacia sitios en los que sé que podría cruzármelas).

¿Qué podría hacer para sobrellevar este sentimiento? ¿Debería cortar todas las relaciones en medio ahora que no las tengo que ver?

¡Muchas gracias por tu tiempo!

Un besazo


Hola M. Lo primero darte las gracias por hablarnos de esas amigas que te tratan mal. Estamos muy acostumbradas a hablar de las malas relaciones de pareja, pero no de las de amistad. Lo segundo, decirte que el anonimato está completamente garantizado en esta sección y en toda la web de Weloversize; nos interesa ayudarte, no quién eres 😊

no va a cambiar

Ser capaz de ver hasta dónde llega tu responsabilidad y hasta dónde la de los demás es algo no sólo muy positivo, sino necesario.

Leo cosas muy positivas en tu consulta; que intentaste averiguar qué pasaba y que, cuando no lo conseguiste, decidiste soltar la situación. Eso dice mucho de ti, pues indica una voluntad de solucionar y, ante la imposibilidad impuesta por terceras personas, ser capaz de saber que hiciste lo que estaba en tu mano pero que más allá de eso, no hay nada que puedas hacer; la pelota hace tiempo que dejó de estar en tu tejado. Es decir, la capacidad de ver hasta dónde llegan tus responsabilidades y hasta dónde las de los demás.

 

Siempre lo diré, hasta que cada una de nosotras lo entienda y lo interiorice; quien te critica no habla de ti, habla de sí mismo.

Sin embargo, hay algo que te quiero decir para que siempre lo tengas claro; el cómo te critican los demás no habla de ti, sino de ellos. Tus amigas te hicieron daño sabiendo que lo hacían. Escogieron dañarte, humillarte y hacerte el vacío porque ellas quisieron hacerlo, porque dentro de ellas hay algo que les hace ser así con los demás. Su actitud, burlas y críticas hablan de ellas, de su mundo interior, de cómo tienen sus esquemas organizados, sus miedos, etcétera.

Si alguien tuviera que estar avergonzada de cómo se ha comportado, son ellas. Parece -por lo que cuentas- que ellas se tomaron tu necesidad de espacio propio como una ofensa personal y tomaron el camino de la venganza en vez del de la amistad, el cariño y la comprensión. Ellas tomaron la decisión de hacerte lo que te hicieron, incapaces de hablar desde la madurez y el respeto que se merece una amistad.

Entiendo perfectamente que, ante el abuso sufrido, el miedo a que las mismas situaciones se sucedan te frene para ir a sitios, hacer cosas o ver a personas. Es normal.

En casi todas las situaciones en la vida, tenemos tres formas de confrontarlas. Elige la tuya.

En la vida, la mayoría de las veces, tenemos tres opciones:

No hacer nada.

Es decir, quedarnos como estamos. Decidir no hacer nada es una opción. De hecho, es la opción de mucha gente. Lo que sucede es que cuando tomamos decisiones, nos tenemos que hacer responsables de las consecuencias. Por ejemplo, alguien siente que quiere mejorar su vida laboral, para lo cual tiene que estudiar. Sin embargo, piensa que eso de estudiar no es para ella, así que decide quedarse como está. Está genial, pero al haber sido su decisión, ¡luego no puede quejarse por no llegar a ser directiva de un banco!

 

Cambiar el entorno.

En el caso que nos cuentas, sería irte de tu trabajo, dejar de ir a sitios y de ver a personas. Ojo, esta decisión es tan lícita como cualquier otra, pero ¿es lo que realmente quieres? Si la respuesta es que sí, habla con esas amigas en común y exprésales la razón para salir de su vida; no hagas a otras personas lo que te hicieron a ti, por favor.

 

Cambiar el cómo nosotras vivimos las cosas.

En este caso sería dejar de ver las cosas como las ves e, incluso, confrontarlas. Los abusones obtienen su poder de la necesidad de paz de aquéllos de quienes abusan. Así que, como ellas te han identificado como sumisa, y tú lo único que deseabas era estar tranquila, se han hecho grandes ante ti. Ahora tú necesitas sentir que ellas no tienen el poder. ¿Qué necesitas para que así sea? ¿Cómo puedes conseguir dejar de asociar a esas personas en común con ellas? ¿Te han demostrado esas personas que son iguales que ellas o piensan como ellas? ¿Qué actitud sana para ti puedes tener si te las vuelves a encontrar?

Los abusones ganan cuando te quitan tu libertad. No debemos dejar que ganen.

Decidas lo que decidas hacer, M., hazlo desde la consciencia de que mereces sentirte libre para hacer, salir e ir a donde quieras.

No dejes que abusonas de una mala película de adolescentes te quiten la libertad. Porque ni tú ni nadie se merece que los abusones siempre ganen.

Con Amor,

Eva

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