Si hay algo que he aprendido con el paso de los años, es que hay amores que todas hemos tenido alguna vez en nuestra vida. Algunos habrán sido buenos, algunos malos y otros quizás no quieres ni nombrarlos, pero cada vez que los recuerdas, despiertan cierta nostalgia en tu interior. Por eso, después de una investigación exhaustiva copa en mano con mis amigas, he realizado una lista de los amores de nuestras vidas:

  • Amor de la infancia. Ese que tienes cuando eres un retaco y no tienes ni idea de lo que significa el amor. Aunque lo vuestro se limite a decir que sois novios, porque a esa edad, para ti eso es lo máximo. Con el tiempo miras atrás y lo recuerdas con ternura, porque seguramente es uno de los amores más libres y puros que hayas tenido.

    Inocencia pura
  • Amor de instituto. Ay las malditas hormonas. Estos son intensos en todas sus facetas. Todo son dramas. Pero seguramente es con el que te habrás dado tu primer beso y habrás hecho las primeras manitas. A esa edad todo se magnifica, y un simple pico se convierte en un paso súper importante en tu vida. Ahora miras atrás y te sientes ridícula, pero en ese momento, lo vives con gran intensidad y experimentas millones de emociones en su máximo potencial.
  • Amor sénior adolescente. Es aquel que es mayor que tu. ¿Quién no ha estado con un chico mayor y se ha sentido súper madura? Es ese que te hace sentir segura y adulta. Suele darse en la adolescencia con un chico varios años mayor que tu. Crees que le da estabilidad a tu vida, pero a la larga, os daréis cuenta de que estáis en momentos diferentes y no funcionará. Tú sólo piensas en divertirte y él empieza a sentar la cabeza. Aunque oye, conozco casos en los que superaron todos los obstáculos y a día de hoy han formado una familia. Nunca se sabe.
  • Amor de verano. Ay los amores de verano. Son mis favoritos. Cuando llega el calor….los chicos se enamoran….es la brisa y el sol….No  sé si son las altas temperaturas, las noches de verano, la brisa del mar, la libertad absoluta o que el calor te achicharra el cerebro, pero son maravillosos. Son aquellos que hacen posible que una chica de ciudad conozca a un camarero de un pueblo de Bajadoz en una ciudad costera y vean el amanecer en la playa. ¿Lo malo? Que tienen fecha de caducidad. El final del verano, se marchitará con las primeras hojas del otoño.

    Dirty dancing nos representa
  • Amor del pueblo. Este es una apuesta segura. Estáis casi todo el año sin hablar, pero sabes que cuando os veáis en el pueblo en vacaciones, caeréis uno en los brazos del otro. Y todos en el pueblo tienen claro que pase lo que pase, vais a ser la pareja del momento por tercer año consecutivo. Eso sí, el amor se queda atrás tan pronto como dejas el pueblo y vuelves a tu ciudad. Hasta que regreses de nuevo claro.
  • Amor de una noche. ¿Quién no ha tenido uno de estos? Has bebido más de la cuenta, te sientes una diva y estás que lo petas. Y de repente te encuentras comiéndole la boca a un chico que no sabes ni de dónde ha salido. Pasáis una noche espectacular, pero al día siguiente, se desvanece con la misma intensidad con la que empezó. Tienes tantas lagunas en tu memoria de esa noche, que por no recordar, no recuerdas ni su nombre. En resumen, nunca jamás vuelves a saber de él.
  • Amor del trabajo. Ese compañero con el que tienes una conexión especial. Lo ves más que a tu familia y todo en lo que trabajáis juntos es un éxito asegurado. De repente, una tarde de birras después del curro se alarga más de la cuenta y acabáis en una discoteca a las 3 de la mañana mientras os coméis la boca como si no hubiera un mañana. Al día siguiente seréis la comidilla de la oficina y habréis cruzado un límite difícil de gestionar.

    Ups! Cosas que pasan..
  • Amor imposible. El crush de toda la vida. Ese del que te enamoras perdidamente y nunca es correspondido. Es de los más duros emocionalmente, porque es cuando entiendes por primera vez en tu vida, que no todo el mundo te va a querer como tú les quieres. Es duro, es muy duro, pero también es de los que te harán más fuerte y te dará una de las mejores lecciones de vida: Que tu prioridad en la vida siempre tienes que ser tú .
  • Amor de colega. Es ese que aparece cuando cruzas la línea de la amistad al amor. Tienes un colega de toda la vida con el te llevas genial, y de repente, el día menos pensado, te encuentras mirándole con otros ojos. No sabes cómo, ni cuándo ni porqué os ha pasado. Pero pasa. A veces cruzaréis el límite y daréis un paso más, otras decidiréis poner la amistad por delante de todo y otras acabaréis como el rosario de la aurora. Pero es aquel con el que te sentirás como en casa.

    De las más divertidos sin duda
  • Amor de tu vida. Este lo he dejado para lo último porque es donde suelen derivar todos los anteriores. Es perfecto dentro de tus necesidades y en el momento en que ocurre, estas convencida de que es el definitivo. Os complementáis al 100% y todo a su lado es maravilloso. No ves tu futuro si no es a su lado y agradeces cada día al universo haberlo encontrado. Sólo el tiempo dirá, pero cuando ocurre, te sientes la persona más feliz y afortunada del mundo.

¿Y vosotras? ¿Qué amores que habéis tenido alguna vez en vuestras vidas añadiríais?