Cuando hacemos publicaciones como estas, hay gente que piensa: “ya están otra vez, ¡qué pesadas!”  Sin embargo, es insuficiente.

Hace unos días entré con mi madre a una tienda y cuando salió la chica a atendernos dijo: “Uy, es una gordita como tú, seguro que nos atiende bien para que compremos”.

A mi madre no la puedo cambiar, pero si la chica hubiera sido más esbelta, ese comentario que a ella le pareció cuqui, no habría existido.

Tenemos tallas grandes, hay modelos y actrices curvy, pero ¿y nuestro respeto? ¿Por qué usan eufemismos e intentan ser más cordiales con nosotras? ¿Acaso piensan que además de gordas nos falta un hervor?

Hablo en nombre de todas y puede que me equivoque, pero estamos hartas de que nos miren mal cuando entramos a una tienda, cuando nos ves de la mano de otra persona que no usaría la misma talla que nosotras y sobre todo cuando nos ven comer.

Esta gordofobia no solo pasa por la calle, sino que se extrapola a ámbitos como es el laboral.

Me dedico a la docencia y la primera vez que trabajé en un centro público me dijeron: “los alumnos pueden ser muy crueles, por lo que es importante cuidar el aspecto físico”. Si lo traducimos es: “como estás gorda, si se meten contigo, te jodes y bailas”.

En mis ratos libres hago teatro amateur y el año pasado preparamos una sesión de cinco micro relatos donde en uno tenía que estar la actriz en ropa interior. Me flipó desde el minuto cero ese reto porque era una interpretación complicada y me encanta superarme en cada nuevo proyecto que emprendemos.

El director no estaba seguro de cogerme a mí, porque claro, soy la gorda del grupo y tener que ser yo la que sale en bragas cuando hay otras candidatas más monas…..

¿En serio prefería poner a una persona a la que las bragas no le hicieran marca antes de buscar a la que mejor interpretase de amante loca? No os podéis ni imaginar el escándalo que monté, porque lo importante no era estar guapa, sino hacerlo bien. Si os lo estáis planteando, sí, conseguí el papel.

¿No estáis hasta el papo de que os traten delicadamente por ser gordas? ¿Se piensan que no tenemos espejo en casa y que vivimos en una burbuja? Lo peor de todo es que hay muchas de nosotras que se han visto obligadas a adelgazar para evitar este trato o incluso para que se les tenga consideración en su trabajo, pero me parece increíble que a día de hoy siga siendo una barrera tan estúpida el aspecto físico para conseguir un trato equitativo.