Nunca he sido muy de Barbies. Tengo una amiga que las colecciona y soy capaz de admirar la belleza y los detalles, hay algunas ediciones especiales que son una fantasía, pero en general me parecen bastante meh. La realidad es que de lo que no he sido nunca es de muñecas, quitando la Chabel que encantaba muchísimo cuando era cría. Esto no me hace ni mejor, ni peor… pero me parece interesante decirlo porque quizás me esté perdiendo algún matiz en el tema del que os voy a hablar a continuación. Resulta que Mattel ha sacado una edición para coleccionistas de Barbie x Star Wars, todas bien fashion y esbeltas, y yo no puedo con la vida. La primera foto que llegó a mi fue esta:

La realidad es que estoy entre horrorizada y fascinada con este híbrido extraño que se supone que es un homenaje a los stormtroopers, pero que se parece más a un fanart de Lady Gaga. ¿Alguien me puede explicar la necesidad de ponerle una minifalda a un soldado de asalto del Imperio Galáctico? Que no es que tenga yo algo en contra de las minifaldas, pero amigas: me agota el concepto «loquesea sexy»

Algunas me diréis que de qué me quejo, que es una reinterpretación en clave Barbie y que tengo la piel muy fina. Y es probable que tengáis razón: como marca están en todo su derecho de producir y vender lo que sea con tal de que sea algo legal. Sin embargo yo también estoy en todo mi derecho de criticar las cosas que me resulten anacrónicas y tóxicas, así que en esas estamos… porque me resulta muy curioso que una marca como Mattel, que en los últimos tiempos ha decidido abrazar la diversidad creando colecciones bastante inclusivas, patine de esta manera.

Podemos ir más allá, porque bueno: puedo comprar que tenga su punto feminizar, aunque sea desde una perspectiva absolutamente sexista, a unas tropas de asalto sin identificación de género, pero con una apariencia absolutamente masculina (sin pecho, líneas rectas, blablabla…). Pero es que cogen a Rey, un personaje femenino poderosísimo que se ha convertido en referente para muchas niñas y que se pasa toda la saga en pantalones y le plantan un vestido rollo señora de la Grecia Clásica que no tiene sentido. Y claro, yo me enfado un poco y lo siento muchísimo, pero por más que lo intento no consigo imaginarme a Rey con ese vestido ni en un sarao de gala Jedi.

Tenemos también el modelo de Barbie Darth Vader Kardashian. Que me da mucha risa, porque igual soy yo que tengo una mente muy perversa, pero si me dice que es una ama BDSM me lo creo… 50 sombras de Darth Vader. 

Y ojo que se han atrevido hasta a sexualizar a un Wookie (convirtiendo a Chewbacca en una especie de ‘Xena, la princesa guerrera’ versión invierno) e incluso a los droides… ¿qué os parecen las versiones de Chewbacca, C3PO y R2D2? En mi opinión se parecen más a un desfile de Paco Rabanne que al universo Star Wars, aunque reconozco que el rollo disco setentero de C3PO me hace bastante gracia.

 

Sí, curradas están un rato, pero se alejan mucho de los referentes femeninos que ofrece la saga. Y voy a plantear un detalle más a esta reflexión: sin ser yo una experta en merchandising de Star Wars ni de nada, me atrevo a decir que hubo una ligera evolución en los muñecos de la saga. Los de la trilogía original se han convertido en un clásico (bastante caro) y guardaban unas proporciones bastante reales. Los de los capítulos 1, 2 y 3 estaban ultra musculados, ningún sentido. Con los de los capítulos 7, 8 y 9 recuperaron el espíritu y las proporciones originales. Teniendo en cuenta esto entiendo todavía menos estas muñecas, pero serán cosas mías, que me fijo en tonterías y que quiero que nuestra infancia esté lo más libre posible de este tipo de estereotipos tan innecesarios.