No sé de donde viene ese afán por idealizar la maternidad. Es verdad que tiene cosas maravillosas, pero está repleta de horrores que años de patriarcado han tratado de ocultar. Las mamás debemos quejarnos y derribar el mito de que la maternidad es un camino de rosas. La maternidad es dura, empezando por el embarazo.
Hasta la mismísima Kim Kardashian confesaba que “estar embarazada es la peor experiencia de mi vida. No disfruto ni un momento y no entiendo cómo otras personas lo disfrutan”.
Yo la verdad es que he disfrutado mucho de mis dos embarazos, pero hay mucha poesía barata a su alrededor, que es hora de erradicar. ¿Estás preparada? Bienvenidos a la vida en directo de una embarazada:
Tripa. Hasta que no tienes una tripa más que evidente, la gente te mira raro, no saben si estás embarazada o te has comido cinco cocidos de más. Así que ante la duda, nadie te cede el asiento en el metro. Motherfucker!
Los que saben que estás embarazada no pueden evitar tocarte la tripa. No preguntan antes, por cierto. Y te pasan todos los boletos de lotería por la tripa, las quinielas y el euromillón.
Dormir. No puedes dormir con ese tripón. No puedes dormir boca abajo. No puedes dormir boca arriba. No puedes dormir de lado. Y tú solo quieres dormir, dormir y dormir.
Calambres. No contentas con eso, por la noche te despiertas con media pierna totalmente en tensión con un calambre que empieza en el dedo del pie y te llega hasta la cadera. Calambres como si hubieras corrido la Maratón de Nueva York sin salir de tu cama. Mátame camión.
Para colmo te despiertas cada tres horas para ir al baño, beber agua o llamar a una grúa que te ayude a darte la vuelta en la cama.
Estreñimiento. Que si es muy extremo, combinado con la presión del útero pueden causar hemorroides. Se sufren en silencio, pero casi todas las embarazadas las sufren, amichis.
No, no y no. Además no puedes tomar café, ni beber alcohol, ni fumar, ni tomar mucho azúcar, ni tomar marisco, ni atún porque tiene mucho mercurio, ni mil cosas más si no has pasado la toxoplasmosis. Mi reino por una cerveza.
Picores. A medida que la piel de la tripa se estira empiezan los picores en el abdomen. Picores que los carga el diablo.
Farmacia. La farmacia es tu sitio favorito del mundo, salvo por que cada vez que vas te gastas medio sueldo: crema anti estrías, crema para los pezones, crema para el perineo, antiácidos, vitaminas, ácido fólico, calcio, hierro, etc, etc.
Manos y pies. Las manos se te hinchan a niveles estratosféricos y se suelen dormir con facilidad. Por lo que no te cabe ni un solo anillo y se te caen las cosas con una torpeza pasmosa. Los pies ídem de ídem. Si consigues que te entren los pies en alguno de tus zapatos estás de enhorabuena.
Encías: Te lavas los dientes y parece que te están matando con la cantidad de sangre que sale. Asusta un poquito.
Infecciones a tutti. Durante el embarazo el pH de la flora vaginal sufre cambios hormonales constantes y te pasas los 9 meses alternando infecciones de orina, con hongos, con candidiasis, flujos cambiantes… ¡Un paraíso bacteriano en el toto, queridas mías!
Tetas: Las tetas crecen al mismo ritmo que la tripa. Las dos tallas de sujetador no te las quita nadie y cuanto se sube la leche por lo menos suma dos tallas más. Yola Berrocal es una muñequita de porcelana a tu lado. ¡Muy crazy!
Consejos y más consejos: Todo el mundo insiste en que aproveches el tiempo, que hagas una escapada, que vayas a cenar, al cine o al Himalaya. Pero es que ahora mismo solo te apetece sofá y manta.
Síndrome del nido. Te vuelves bastante loqui para dejar listo todo para la llegada el bebé: que si la cuna, la mini cuna, los vinilos cuquis en la habitación, la limpieza, etc. etc. Mi único consejo es que llenes el congelador de tuppers.
Contracciones. Es habitual que días previos a ponerte de parto tengas contracciones. Son las llamadas contracciones Braxton Hicks que facilitan el trabajo de parto. Pero pasarte una semana seguida sin dormir y con esas contracciones es la muerte.
La fecha. La fecha en la que sales de cuenta la repetirás cientos de veces durante el embarazo. Miles. Esa fecha es la panacea. Todo el mundo te pregunta por la fecha. Pero en realidad no sirve de nada y no suele ser correcta. Solo el 5% de las embarazadas da a luz en la fecha prevista.
Así que con este percal estarás deseando poner fin a tu bonito embarazo y que el niño salga ya, porelamordediosquenopuedoconmivida. Porque efectivamente el embarazo es duro y se hace eteeeeerno. La naturaleza es sabia y es duro por algo. Es duro porque nos prepara para lo que viene a continuación: criar a un bebé. Por eso es duro, porque tenemos que fortalecernos en muchos sentidos para ser capaces de afrontar lo que vendrá después: ¡ser mamás!
Foto de portada: Agustina Guerrero de su libro «La Volátil Mamma Mía» (súper recomendable mamis, es amor del bueno <3)
Ilustraciones: Las genialidades de Kos & Kaos, la maravillosa Esther Gili (39 semanas), la crack Diario de una Endorfina, Nathalie Jomard y la fantástica Agustina Guerrero, again.
