Buenas noches, para los que no me conozcáis soy Brays Efe, el gordo de Tu Cara me Suena”. Así de contundente comenzaba el conocido actor su discurso en los Premios Feroz el pasado sábado.

El intérprete de la serie Paquita Salas aprovechó su intervención en la que presentó uno de los galardones de la noche para ofrecer unas grandiosas palabras contra la gordofobia en este país y más concretamente, en el sector cinematográfico.

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Sus argumentos han sido una dosis de realidad para un mundo en el que ser gordo todavía es sinónimo de feo, enfermo y poco atractivo. “No estamos acostumbrados a ver cuerpos gordos […] esto que está pasando se llama gordofobia, y hace que unamos las características malas a la gordura”, señalaba Brays con toda la razón del universo. Y reclamaba papeles que no fueran exclusivamente para gordos preguntando al público cuántos personajes de alto peso existen que no se definan precisamente por ello.

Los allí presentes reían y aplaudían ante una de las reivindicaciones más top de la gala, y nosotras nos sumamos a esa gran ovación hacia el gran Brays Efe, aunque una vez más nos entristece que todavía haya que concienciar a la sociedad sobre el respeto por el físico de los demás. Porque encima, como subrayó Efe, la industria española del cine prefiere engordar a actores como Antonio de la Torre o Mario Casas antes de abrir un casting para un rol en concreto.

Los hidratos de carbono no tienen nada que ver con el talento”, comentaba el actor en un tono entre la broma y la indignación. Y es totalmente cierto que actualmente si cualquiera tiene la intención de abrirse un hueco en la fábrica del cine parece indispensable el estar delgado. De lo contrario te cierras las puertas a muchos proyectos porque los papeles para los que vas a poder optar siempre serán los de gordos, y no son demasiados que se diga.

Sea como sea Brays decidió volver a lanzar a los medios el debate sobre la gordofobia, ese por el que muchas luchamos cada día, y cantidad de publicaciones respondieron alabando sus palabras y sumándose a su protesta. Aquí vamos a hacer un inciso importante, ya que nos parece muy irónico que ciertos medios en los que se suele apoyar el consumo de productos de adelgazamiento o en los que jamás se publica una imagen con modelos por la diversidad, de pronto se muestren súper concienciados con este tema y alcen la voz junto al intérprete.

Nos resulta maravilloso que una reivindicación tan imprescindible como esta se difunda de manera masiva, llegue a muchísimo público y abra los ojos a los que todavía los tienen cerrados. Pero nos chirrían mucho todos aquellos oportunistas que ahora son extra body-positive y mañana vuelven a ceñirse a la línea habitual de los cánones establecidos. Un asunto tan serio como es la gordofobia no necesita palmeros, sino acciones y hechos que realmente demuestren el cambio.

 

Brays Efe remataba su intervención con el clásico alegato sobre la salud, ya sabéis ese en el que el resto solo se están preocupando por nuestro bienestar y bla bla bla: “Hay muchísima gente que une la salud a la delgadez y si eso fuera así Quique San Francisco ¿qué?”. Una vez más, si estás gordo por fuera por dentro estás medio muerto, pero si eres delgado lo tuyo es todo vitalidad… el tremendo ejemplo de Brays ha tenido que desmontar a más de uno, ¡bravo!

La intervención del actor ha dejado grandes aportaciones contra la gordofobia, no solo a nivel profesional en el sector del cine y la televisión, sino para toda la sociedad en general. Estamos muy aburridas de que nuestras capacidades profesionales se pongan en duda por nuestro físico, o que nos delimiten por ser curvys. Tal y como afirmó Efe, “ser gordo no está mal”, suena obvio, ¿verdad? Ojalá también lo fuese.