Para lo mayora que soy, todavía soy capaz de ubicar más o menos a los artistas que petan entre los jóvenes. Así que a Camila Cabello la tenía más o menos ubicada, e incluso sabía estaba saliendo con Shawn Mendez y hasta te puedo tararear sus canciones. Estoy en la onda chavalas.

Por eso precisamente me sorprende que siendo yo la vieja que soy y viviendo en la era del body positive y el activismo por la diversidad, sea la gente joven la que en 2021 se escandalice por ver a una chavala en bikini.

 

Porque las últimas fotos de Camila y su churri han dado la vuelta al mundo más rápido de lo normal, y la razón no es otra que la horda de trolls criticando el cuerpo de la cantante. Porque parece ser que en 2021 todavía nos parece un sacrilegio que una mujer se atreva a ir a la playa con su maldito novio sin haber ayunado el mes anterior. Porque aunque el cuerpo de Camila se parece en realidad al de millones de mujeres (muchas más que las que comparten cuerpo con una Kardashian), hay quien disfruta humillando a una mujer que solo está disfrutando de un día de playa.

Los comentarios más asquerosos son los que comparan la figura ‘descuidada’ de Camila con los abdominales de su pareja. Como dando a entender que él se merece mucho más. Es que vomito en serio, tanto activismo para esto.

Lo triste es que a estas alturas de la película estoy convencida de que esas personas que rajan sobre un cuerpo ajeno (el cuerpo de una cría de 24 años normal y corriente) no son precisamente candidatas a Supermodelo 2021. Al revés, pretenden proyectar sobre otro sus propias mierdas e inseguridades. Y mira chica, eso está muy visto. Si estás podrido vete al psicólogo, pero deja de machacar al personal que ser troll y rajar de otros en Internet está pasadísimo.

 

Menos mal que Camila se ha pasado los comentarios por el forro del chumino, como debe ser. Y espero que no deje de mostrar ese hermoso cuerpazo que dios le ha dado ni de disfrutar de la vida solo por culpa de cuatro amargados que en vez de estar en la playa cerveza en mano, están encerrados criticando desde el anonimato.

¡A disfrutar del verano, hermosas! ¡Que os lo habéis ganado!